Este lunes comienza el segundo juicio contra la conocida como La Manada de San Fermín, el grupo de cinco sevillanos que violaron en grupo a una joven en las fiestas de Pamplona de 2016, según la sentencia del Tribunal Supremo.
Los hechos que se investigan en el Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba se produjeron dos meses antes de los ocurridos en San Fermín. El 1 de mayo del mismo año, José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero, Alfonso Jesús Cabezuelo y Jesús Escudero salieron de fiesta por el pueblo cordobés de Pozoblanco.
Al terminar la noche, se volvieron en el coche de Guerrero, Guardia Civil de profesión. Pero no iban los cuatro solos. Los agentes que lo detuvieron en Pamplona encontraron en el móvil del propio Guerrero un vídeo más antiguo, en el que se podía ver a los cuatro abusar de una joven de 21 años, según mantienen las acusaciones.
En los fragmentos que se difundieron se podía ver cómo la chica, totalmente inconsciente, era manoseada por varias personas y besada por uno de los acompañantes
Las imágenes trascendieron la propia investigación y llegó a los medios de comunicación. En los fragmentos que se difundieron se podía ver cómo la chica, totalmente inconsciente, era manoseada por varias personas y besada por uno de los acompañantes.
Al igual que sucediese con la joven de Pamplona, los cuatro acusados grabaron y difundieron el vídeo en un grupo de WhatsApp que comparten con otros amigos y al que tenían como nombre La Manada, por el que se les conoce popularmente.
La defensa de los cuatro defenderá este lunes que el documento gráfico se obtuvo de manera prospectiva, ya que los agentes que los detuvieron en julio de 2016 se lo encontraron buscando pruebas de la agresión ocurrida días antes.
A puerta cerrada
El juez que lleva el caso ha acordado la celebración a puerta cerrada de la declaración de la víctima. El magistrado ha tomado esta decisión para proteger y preservar la identidad de la víctima y a fin de evitar que se pudiera producir “una nueva causa de victimización”.
La Fiscalía explica en su escrito que durante toda la noche, los cuatro hombres y la víctima consumieron alcohol y entablaron conversación hasta que una de las casetas donde se encontraban cerró pasada las 7 de la mañana. Cabezuelo entonces se ofreció a llevarla hasta Pozoblanco, donde vivía.
Pasados unos momentos, la joven cayó en un estado de “profunda inconsciencia” hasta el punto de no recordar lo sucedido. Fue entonces cuando se produjeron los hechos que quedaron inmortalizados en el vídeo difundido.
Una vez en Pozoblanco, siempre según la narración del Ministerio Fiscal, tres de los acusados se bajaron del vehículo, mientras que Alfonso Jesús Cabezuelo, junto con la joven, continuó la marcha hasta llegar a un lugar no determinado. Allí, el acusado detuvo el vehículo y, dado que la chica ya había despertado, le dijo que "le hiciese una felación", a lo que ella se negó, por lo que Cabezuelo la golpeó en la cara, en el brazo y la empujó para que saliese del coche.
La Fiscalía de Córdoba solicita para cada uno de los cuatro miembros de La Manada una pena de siete años de cárcel por un delito de abusos sexuales y otro contra la intimidad sobre la joven. Por el delito de abusos sexuales, el fiscal pide tres años, mientras que por el de intimidad les reclaman otros cuatro para cada uno de ellos. Para el conductor, el Ministerio Fiscal solicita una multa de doce euros diarios durante dos meses por causar lesiones leves.
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