El Partido Popular teme que la concentración de las asociaciones de víctimas (domingo 27, 12.00 horas, plaza de Colón de Madrid) se convierta en un acto masivo de crítica a la política antiterrorista del Ejecutivo. El escándalo de la libertad condicional a Bolinaga, los permisos penitenciarios al asesino Valentín Lasarte, el 'caso Faisán' y ahora la sentencia sobre la doctrina Parot han indignado y desencantado a las víctimas.
La dirección de Génova anunció el miércoles que se sumaba a la convocatoria y que en nombre del partido acudirían Carlos Floriano y Esteban González Pons, aunque el primero de ellos se caía inopinadamente del cartel. También se sumaba después Javier Arenas. La secretaria general, Dolores Cospedal, no podrá estar presente por motivos personales no desvelados.
Esperando a Aznar
Pero horas antes ya habían roto el fuego Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid; Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, y Ana Botella, alcaldesa de la capital, que, al anunciar su adhesión a la protesta contra Estrasburgo, metieron presión a la Ejecutiva de Génova. En la tarde de este jueves desde FAES no confirmaban aún si José María Aznar podrá estar presente. La gran incógnita se desvelará este viernes. Sí lo harán diputados y dirigentes populares de la órbita aznarista, como Ignacio Astarloa, Cayetana Álvarez de Toledo, Eugenio Nasarre y Jaime Mayor Oreja, entre otros. Las dos almas del PP, en suma, unidas el fin del terrorismo "sin vencedores ni vencidos", como alude el lema de la convocatoria.
El Partido Popular pretende que se vean los rostros de muchos de sus dirigentes (también vendrán altos cargos de otras comunidades autónomas, en especial del País Vasco) para evitar la sensación de que la primera gran concentración de asociaciones de víctimas de la era Rajoy se convierta en una estruendosa crítica al Gobierno. La sentencia de Estasburgo que tumba la doctrina Parot y que abre las puertas de la cárcel a los más terribles asesinos de la banda terrorista ETA ha logrado unir a las principales agrupaciones de familiares y damnificados por el terror. Una novedad, sin duda. De ahí la preocupación del Gobierno y su reacción tan nerviosa.
"Injusta y equivocada"
Había salido mal el improvisado encuentro de Rajoy con las presidentas de la Fundación de Víctimas y de la AVT. Ángeles Pedraza mostró su contrariedad y su enojo tras el encuentro. Tanto, que el propio presidente tuvo que romper este jueves su inexplicable silencio de tres días y, a su llegada a Bruselas, manifestó que la sentencia de Estrasburgo le parece "injusta y equivocada". "Esta frase nos habría venido mucho mejor el lunes", comentaron este jueves fuentes del partido, muy críticas con cómo se está llevando este asunto desde Interior y desde Moncloa.
También explicó Rajoy al llegar a la reunión del Consejo europeo, que el Gobierno estará en su sitio, "apoyando a las víctimas, no puede ir a la concentración pero sí que lo hará el Partido Popular". Justificó finalmente el revés del Tribunal Europeo de Derechos Humanos a los intereses españoles al explicar que "no nos sorprendió, habíamos preparado todos los escenarios posibles, y finalmente se produjo el peor escenario".
Recurso al 'caso Faisán'
Lo que sí ha sorprenddio es la decisión del PP de recurrir la sentencia del 'caso Faisán'. A la vista de la actuación del abogado del partido durante la vista, más bien átono y en nada incisivo, se daba por hecho que el Gobierno tenía la intención de pasar página de este apestoso asunto cuanto antes. No ha sido así. Quizás la concentracón del domingo también haya espoleado a Moncloa e Interior para que aceptara la propuesta de Cospedal de presentar el recurso.
El PP ejercía la acusación popular en el caso del chivatazo y pedía condenas de ocho años para los dos polícias acusados, Enrique Pamies y José María Ballesteros. Sin embargo, tras conocerse el fallo de la Audiencia Nacional, que condenaba a los imputados por el delito de "revelación de secretos" y no por el de "colaboracón con banda armada" y hasta justificaba la colaboración policial con ETA en aras del "proceso de paz" del zapaterismo, la reacción del Gobierno fue más bien tibia y la del PP, prácticamente inexistente. Declaraciones muy difusas y anodinas.
Este jueves, sin embargo se conoció la gran sorpresa. El Partido Popular modificaba su estrategia radicalmente y anunciaba su recurso ante el Tribunal Supremo mediante un escrito en el que se puede leer que "dados los hechos que se consideran probados" -el chivatazo a ETA para alertarles de una operación policial- se han infringindo "normas penales de carácter sustantivo en la apreciacón de los hechos".
El recurso del PP se suma a los que ya han interpuesto las otras dos acusaciones populares, Dignidad y Justicia y la AVT, que también pedían condena por colaboración con banda armada.
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