Ya lo dice el refrán. "Quien no tiene padrino, no se bautiza". Precisamente el amiguismo y el nepotismo están resultando las prácticas favoritas de los denominados "ayuntamientos del cambio", que el pasado 24 de mayo auparon a Manuela Carmena a la Alcaldía de Madrid y a Ada Colau a la de Barcelona. Ellas, junto con el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', o el de Valencia, Joan Ribó, son claros ejemplos de cómo en España se siguen asignando puestos de trabajo 'a dedo' en los ayuntamientos.
Aunque salieron a escena como el Robin Hood que lucharía para combatir una práctica que atenta contra los méritos y la transparencia, los 'dedazos' han terminado imponiéndose a la hora de contratar personal para sus equipos de gobierno. El azote de los enchufes de la casta ha cambiado de parecer en un abrir y cerrar de ojos. Son los "alcaldes de cambio" y... de la polémica.
El Consistorio de Carmena
Hasta 44 cargos 'a dedo' fueron denunciados por Ciudadanos esta semana en el Pleno del Ayuntamiento dirigido por Manuela Carmena, lo que provocó un duro rifirrafe entre Ahora Madrid y la formación naranja. La trifulca se trasladó a Twitter y ha sumado un último episodio: el enfado de la portavoz del Consistorio Rita Maestre, quien ha mandado un correo electrónico a los de Rivera para quejarse de "la lista negra de McCarthy que señala a estas personas de por vida calificándoles de enchufados para siempre". Quizá porque su padre está en ella. Luis Maestre era un funcionario más que trabajaba en la Agencia Tributaria madrileña pero al poco de llegar Ahora Madrid al Ayuntamiento, fue ascendido y nombrado subdirector de la oficina de atención al contribuyente por designación directa. Otros favorecidos con el cambio son el jefe de gabinete de la alcaldesa de la capital, Luis Cueto, que es el marido de una sobrina de la regidora.
Un ejemplo más es Nuria Sánchez. Aparece como cargo eventual del distrito de Fuencarral-El Pardo y resulta ser la exnovia del concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata, quien preside el mismo distrito. Con solo tres años de experiencia como ingeniero, Samuel Romero Aporta, también encontró un hueco en el Ayuntamiento. El hijo de Rosa Aporta, una candidata a las primarias de Ahora Madrid -y cercana al delegado de Economía y Empleo de la capital, Carlos Sánchez Mato-, dirigirá Calle 30, la sociedad municipal que gestiona la M-30. Por citar un caso más, Eduardo Garzón Espinosa, hermano del líder de IU-Unidad Popular, ha sido recolocado como asesor N/28 por el mismo Mato, en el área de Economía justo antes del ERE en el partido donde militaba.
Los 'enchufes' de Colau
Uno de los nombramientos más controvertidos vinculados a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, fue el de su propia pareja: Adrià Alemany. Al poco tiempo de pisar el Ayuntamiento, Colau le promocionó como representante de Relaciones Institucionales de la formación con que ganó las elecciones, Barcelona en Comú, incidiendo en que su sueldo lo abonaría el partido y no el consistorio. A los diez días de la sesión de investidura, Alemany ya participaba en reuniones importantes del grupo municipal que gobierna la ciudad condal.
La carrera de la mujer del 'número 2' de Colau en el Consistorio, Gerardo Pisarello, también ha experimentado un empujón. Se llama Vanessa Valiño y obtuvo un puesto directamente en el Ayuntamiento -y no en el partido, como el marido de la primera edil- en junio de 2015. ¿Su cargo? Asesora del concejal de Vivienda, Josep Maria Muntaner.
El ayuntamiento de 'Kichi'
El Ayuntamiento de Cádiz, donde el pasado 24 de mayo José María González 'Kichi' puso fin a 20 años de poder de la 'popular' Teófila Martínez, también ha dado que hablar. El cabeza de lista de 'Por Cádiz sí se Puede' se sumó a la moda de "colocar" a sus amigos para ejercer de asesores apenas dos meses y medio después de jurar el cargo. Los elegidos fueron cuatro miembros de su propio partido y entre los méritos exigidos figuraba demostrar activismo social.
El Consistorio gaditano recibió más de 400 solicitudes, de las que sólo 60 se adecuaban al perfil. Finalmente, los agraciados fueron Laura Mingorance como responsable de Política, Sandra Alarcón para movimientos sociales, Pedro Gómez para la secretaría y administración y Alejandro Manuel González como responsable de organización y material gráfico. Mientras que tanto Mingorance como Gómez forman parte del Consejo Ciudadano Municipal de Podemos, Alarcón fue número 5 en la lista que lideraba Teresa Rodríguez en las autonómicas andaluzas. González también es colaborador de la formación.
La gestión de Ribó
Nada más aterrizar en el Ayuntamiento de Valencia, el alcalde Joan Ribó, de Compromís, despidió a once personas de la etapa del PP, entre ellas tres familiares directos de cargos del grupo municipal. Había que acabar con las malas costumbres. Sin embargo, varios son los casos de nepotismo que se le relacionan. Si bien Ribó no ha incorporado como asesora o como responsable municipal a su pareja sentimental, quien sí lo ha hecho es la conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà, según el diario Las Provincias. Una comisión de servicios permitió a la pareja del alcalde, que es profesora de inglés en un instituto de l’Horta, dejar esa plaza para ocupar una de asesora en el Cefire, el servicio de formación del profesorado de la Comunitat Valenciana. Un cambio defendido por la vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra, por que un funcionario puede cambiar de un puesto a otro en comisión de servicios. "No es un fichaje ni una contratación", dijo.
Otra plaza polémica fue la de Sara Verdú, integrante de València en Comú (VALC), quien, entre 133 candidatos logró barrer en el concurso de la Fundación InnDEA, un ente público del Ayuntamiento de Valencia, y ocupar un puesto de Especialista en Participación Ciudadana y Políticas de Igualdad. Además, la concejal de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Valencia, Gloria Tello Company, es sobrina de Rafael Company, director del Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad.
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