María Salmerón, condenada a una pena de 9 meses por no permitir a su marido -penado por violencia machista- visitar a su hija, ha ingresado esta mañana de forma voluntaria en el centro de inserción social de Sevilla (CIS) de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), han informado a EFE fuentes penitenciarias.
Su hija Miriam ha confirmado en sus redes sociales el ingreso en el centro, indicando que su peor pesadilla "se ha hecho realidad", y ha observado "paralizada cómo se cerraban tras ella las puertas de ese sitio que su maltratador, pese a ser condenado, nunca pisó".
"Finalmente, esa persona que se propuso arruinarle la vida a mi madre hace más de veinte años y con la que comparto apellido, ha conseguido separarnos", indica la joven, que en diez días cumplirá 22 años.
"Finalmente, esa persona que se propuso arruinarle la vida a mi madre hace más de veinte años y con la que comparto apellido, ha conseguido separarnos", indica la joven, que en diez días cumplirá 22 años. Ha lamentado que "los representantes del Gobierno y jueces implicados lo han permitido" y "la ministra de Igualdad (Irene Montero) dijo públicamente 'hemos fallado' en cuanto a la no concesión del indulto a mi madre, pero nadie ha puesto solución ni corregido dicho fallo".
Para la hija de María Salmerón, Irene Montero es "no solo responsable de enviar a mi madre a la cárcel, sino de humillarnos en medios de comunicación achacando la denegación del indulto a unos supuestos antecedentes -sin especificar de qué para ensuciar su imagen- de desobediencia ya prescritos", por lo que ha pedido la dimisión de la titular de Igualdad.
Salmerón fue condenada a nueve meses de prisión y al pago de 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil, que abonó 24 horas antes de conocer la decisión de la jueza de que ingresara en prisión, a pesar de que confiaba en eludir el ingreso con esa acción. Por el momento, según fuentes penitenciarias, Salmerón pasará unos días aislada del resto de las reclusas en cumplimiento del protocolo contra la covid, y en un plazo máximo de una semana se valorará si se mantiene en este centro o bien se deriva a una prisión convencional.
María Salmerón aún no ha sido calificada oficialmente para valorar su ingreso en un centro de inserción, de modo que hay que estudiar la forma en que se aplica el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permite flexibilizar la clasificación de los internos para valorar el grado de cumplimiento de sus condenas.
El reglamento cita que el equipo técnico de la prisión podrá proponer a la Junta de Tratamiento que, respecto a cada interno, se adopte un modelo de ejecución en el que puedan combinarse aspectos característicos de cada uno de los mencionados grados. Así, se podría dar el caso de que si la junta de evaluación no considera que se adapta a las medidas concretas, sea derivada a una prisión convencional.
María Salmerón, que ya había sido indultada en varias ocasiones, solicitó de nuevo la gracia tras haber sido condenada en 2020 por un juzgado de Sevilla a nueve meses de cárcel por un delito continuado de desobediencia grave a la autoridad con la agravante de reincidencia, y que decidió que siguiera en libertad hasta esta resolución.
El plazo para ingresar en prisión terminó el pasado viernes, aunque tenía varios días de margen para ingresar de forma voluntaria todavía. Se encuentra pendiente, además, de que se resuelvan los recursos interpuestos, en los que pide, de forma cautelar, la suspensión de la pena de ingreso en prisión y la anulación de sus antecedentes.
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