La Gúrtel reaparece en la agenda de Rajoy. El presidente del Gobierno comparece ante el pleno impulsado por Podemos para explicar las finanzas del partido. "Una jugarreta política sin sentido", comentan en el PP. Así es la política que va a hacer Podemos y a la que en Génova temen que se apunte el PSOE de Sánchez. Rajoy está irritado, muy cabreado con esta jugarreta, dice uno de sus más frecuentes interlocutores. "Estas artimañas políticas les pasarán factura", describen el panorama estas fuentes con relación a la iniciativa de Podemos y de los socialistas, a la que se sumaron los nacionalistas de todos los extremos.
El presidente del Gobierno apenas ha dedicado medio minuto a su intervención en la Cámara. Le están preparando papeles, que repasará la víspera. Se conoce de sobra el tema. Declaró como testigo ante la Audiencia Nacional el 26 de julio. Una deposición complicada, en la que estaba obligado a decir verdad.
El formato de la sesión le favorece. Es casi idéntico a las sesiones que se celebran tras un Consejo Europeo, Intervención primera del presidente, que puede centrar su discurso en lo que considere oportuno. Ronda de los portavoces de los grupos, a diez o quince minutos por cada uno de ellos. Rajoy les responderá luego bien en bloque, o uno a uno, o a pares. La presidenta del Congreso podrá permitir una nueva ronda para que los portavoces planteen alguna cuestión no aclarada. Finalmente, el interrogado cierra la sesión. No hay votaciones. Tampoco hay tiempo cifrado. Se supone que será una sesión larga.
"Un prodigioso seguidismo"
"Palabras que se llevará el aire",comentan estas fuentes. Por más incendiario, agresivo o ingenioso que se muestre Pablo Iglesias, inspirador de esta iniciativa, a la que Pedro Sánchez se sumó de forma rauda en un ejercicio de 'seguidismo prodigioso', dicen en Génova, Rajoy no debe toparse con mayores problemas. En el PP consideran que el asunto de Gürtel está amortizado. Que Rajoy ha explicado de sobra esta cuestión y que intentar hacer sangre con las finanzas del PP de hace veinte años es un "esfuerzo inútil".
El jefe del Gobierno español pasó la tarde del lunes en París, en una reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente italiano, Paolo Gentiloni. El terrorismo yihadista, la inmigración y el Brexit formaban el menú del encuentro. Rajoy presentó una serie de propuestas sobre colaboración europea de cara al zarpazo del islamismo radical, cuya última huella gravita aún en las Ramblas.
"Las cuestiones que le interesan a los españoles están muy distantes de lo que la oposición lleva al Congreso", comentan las fuentes mencionadas. Iglesias y Sánchez parecen pretender que la corrupción siga erigiéndose en el protagonista de la agenda política, subrayan. "Esto es un error. Ahora hay asuntos de mayor urgencia y preocupación para los españoles, como el desafío secesionista, el yihadismo, las pensiones o la recuperación económica", comenta una voz que se escucha en el Gobierno. "Sólo quieren ruido y circo", añade. Rajoy se irrita pero no se preocupa.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación