Un artículo de hace 30 años en el que Mariano Rajoy criticaba el sistema de equidad en España vuelve a la actualidad de la mano de Rubalcaba, quien, durante el debate sobre el estado de la nación, ha aludido a este escrito como forma de argumentación para arremeter contra el presidente del Gobierno.
En el escrito, publicado en el Faro de Vigo, y datado el 24 de julio de 1984, el hoy presidente del Ejecutivo llamaba "envidiosos" a aquellos que defendían la igualdad. "La igualdad implica siempre despotismo y la desigualdad es el fruto de la libertad", decía el joven Mariano cuando era presidente de la Diputación de Pontevedra.
Más allá de que sus palabras, que defendían que "lo justo es que cada ciudadano tribute en proporción a sus rentas", vuelvan a recordarle a Rajoy lo que una vez pensó, vienen a poner de manifiesto los argumentos antiguos con los que Rubalcaba se enfrenta al Gobierno desde la oposición, repitiendo, una vez más, que "cuando los socialistas volvamos a gobernar devolveremos a los españoles todos los derechos que les han arrebatado ustedes".
Tirando de hemeroteca
Los 'modernos' argumentos utilizados por Rubalcaba durante su respuesta en el Congreso de los Diputados, se apoyaban en expresiones como: "Vaguedades como 'la eliminación de las desigualdades excesivas', 'supresión de privilegios', 'redistribución', 'que paguen los que tienen más',... son utilizadas frecuentemente por los demagogos para así conseguir sus objetivos políticos". En este sentido, Rubalcaba ha acusado al Gobierno de tomar medidas que siempre ha ansiado la derecha con la “coartada” de la crisis y le ha acusado de que "su verdadera obsesión ha sido siempre la igualdad".
Ante eso, Rubalcaba ha basado su argumentario en las declaraciones el artículo de 1984 para criticar lo que Rajoy defendía. "La igualdad biológica no es posible. Pero tampoco lo es la igualdad social: no es posible la igualdad del poder político ("no hay sociedad sin jerarquía"), tampoco la de la autoridad (¿sería posible equiparar la autoridad de todos los miembros de un mismo gremio, por ejemplo, de todos los pintores o los cirujanos?), o la de la actividad (es difícil imaginar un ejército en el que todos fueran generales; o una universidad en la que todos fueran rectores).
