Artur Mas quiere cortar los puentes, escasos, de interlocución con el Gobierno central tras abrazar su nuevo ideario independentista. Esa es la impresión que los populares albergan hacia el presidente de la Generalitat, sustentada, en buena parte, en los diferentes discursos que se pudieron escuchar en Girona en la inauguración del tramo del AVE que une esta ciudad con Barcelona y con Figueras. Desde Moncloa señalan que al discurso de mano tendida que pronunció Rajoy, muy medido con el objeto de abrir la puerta a posibles vías de entendimiento, se le contrapuso otro, no menos medido, de Artur Mas que prefirió poner el acento en el tono reivindicativo sobre el supuesto maltrato a Cataluña, también en el capítulo de las infraestructuras, justo en el día en que las cuatro capitales de provincia de la comunidad quedan comunicadas por al Alta Velocidad.
Eso no es incompatible con que pudiera producirse una reunión en Moncloa tras la preceptiva audiencia que el nuevo presidente de la Generalitat tiene que tener en Zarzuela con Su Majestad el Rey, al que quiere presentar su proyecto de consulta soberanista. Luego, acudiría a entrevistarse con Rajoy con el mismo objetivo. Moncloa insiste en que tienen las puertas abiertas, otra cosa son los resultados de esa cita, y nada hace aventurar que sea mejor que la que mantuvieron ambos el pasado 20 de octubre.
No parece dispuesto el presidente de la Generalitat, y así lo interpretan los populares, a dar ninguna muestra de debilidad o duda que le aparte del camino emprendido. El margen de maniobra del Gobierno central para intentar reconducir la situación es estrecho. De hecho, su única carta es la de la financiación autonómica, aunque desde el Ministerio de Hacienda y de Administraciones Públicas aseguran a Vozpópuli que todavía no se ha abierto ese tema, al menos, formalmente.
El anterior modelo, de finales de 2008, toca revisarse a los cinco años de su aprobación, esto es, en 2013. Es un modelo que no satisface a casi nadie, especialmente a los presidentes populares de Comunidad en general, y al mandatario madrileño, Ignacio González, en particular, aunque por motivos distintos a los de Cataluña. De hecho, desde el PP se argumenta que el modelo de 2008, pactado por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, se diseñó para dar satisfacción a catalanes y andaluces y perjudicar gravemente a otras regiones como Madrid, que ha dejado de percibir 1.000 millones de euros que le corespondían para este año, según denuncia desde la Puerta del Sol.
Hasta el propio ministro Cristóbal Montoro ha denostado el actual sistema de financiación autonómica, pero otra cosa es que un nuevo incremento de las comunidades en la participación de ingresos del Estado (PIE), pudiera satisfacer a los actuales mandatarios catalanes.
Cospedal dice que Duran Lleida debe dimitir por "coherencia" y "responsabilidad política"
El divorcio es cada vez más evidente incluso con aquellos con los que, al menos aparentemente, se mantenían cauces de comunicación, esto es, el portavoz parlamentario de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida. Fuentes populares aseguran que no es verdad que haya vías de interlocución con él y lo cierto es que escuchando a la secretaria general popular, María Dolores de Cospedal, pedir su dimisión por el "caso Pallerols" parece ser cierto. Cospedal señaló que pactos como el alcanzado para eludir el juicio y la entrada en prisión de los responsables de la trama de financiación ilegal de Unió "no se deberían producir en política" y que Duran Lleida debería dimitir por "coherencia" y "responsabilidad política", informa Efe. Recordó que el acuerdo con la Fiscalía "no excluye la responsabilidad política, porque se ha demostrado que hubo financiación ilegal".
Tras negar con un "no rotundo" que el Gobierno haya intervenido "de ninguna manera" en ese pacto, recordó que "en el PP muchas personas han dimitido y se les ha hecho dimitir de sus puestos por supuestas actuaciones irregulares en cuestiones en que incluso hay sentencias absolutorias; todos no actuamos igual y todos los partidos no estamos teniendo la misma reacción ante estos supuestos", indicó en rueda de prensa en la sede del partido, tras reunirse con los vicesecretarios generales y portavoces parlamentarios de su partido.
Duran Lleida siempre ha aparecido como el "puente" entre ambvas administraciones, el vínculo más seguro para no terminar de romper puentes con Cataluña, pero ni siqueira el líder de Unió, ahora fuertemente cuestionado y debilitado por la financiación ilegal de su partido, parece cumplir ese papel del que siempre ha hecho gala.
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