España

Rajoy abre la puerta al diálogo: "Yo no tengo líneas rojas"

El presidente del Gobierno repite que la mejor solución para España es un acuerdo amplio con Ciudadanos y el PSOE. Niega la opción de que un socialista presida el Congreso y abre la puerta a una reforma constitucional pensada para perdurar en el tiempo. 

Mariano Rajoy, presidente en funciones del Gobierno, sigue con su discurso: quiere un pacto amplio. Es más, asegura que para llegar a él no pone condición alguna. "Yo no tengo líneas rojas, un Gobierno apoyado por más de 200 diputados serviría para hacer las reformas necesarias con un gran apoyo y serían unas reformas para muchos años, eso sería muy importante. Nos obligaría a todos a pactar, a acordar, a ceder. El segundo objetivo es dar un mensaje para que la recuperación se siga consolidando. Estamos creando empleo, nos queda mucho, pero los datos son positivos. De esto es lo que hay que hablar, el resto es accesorio", afirma Rajoy en la Cope.

Rajoy plantea tres escenarios posibles y privilegia uno de ellos, el de un acuerdo amplio. "Tal y como ha quedado el resultado debemos hacer dos cosas, respetarlo e intentar unir las fuerzas políticas que están de acuerdo en lo esencial. Yo planteo lo que creo que es mejor para mi país a la vista de los resultados", comenta. Las otras dos opciones pasan por un gobierno de izquierdas y, también, una posible repetición de los comicios. Rajoy se ve presidente porque, en su opinión, eso es lo único que respeta el resultado electoral. "La democracia es muchas cosas, una de ellas es respetar la voluntad de los ciudadanos. El PP ha conseguido 33 escaños más que la siguiente fuerza, es una diferencia muy importante. Yo seguiré defendiendo siempre el máximo respeto a la voluntad de los ciudadanos y soluciones que den certidumbre y seguridad a la gente", comenta el presidente. 

"Pretenden la presidencia del Gobierno y de las Cortes con 1.700.000 votos menos; el PP propondrá un candidato a la presidencia del Congreso", manifiesta Rajoy

El presidente en funciones reitera su idea de presentarse, pase lo que pase, en unas nuevas elecciones, aunque remarca que no está en eso ahora, pues su intención es fraguar una gran coalición. En los últimos días las especulaciones son muchas e incluyen incluso la opción de que el presidente de las Cortes sea el socialista Patxi López, un extremo que no apoyará el mandatario. "Pretenden la presidencia del Gobierno y de las Cortes un partido que ha tenido un millón setecientos mil votos menos. El Partido Popular propondrá un candidato a la presidencia de las Cortes. Desde 1977 quien ganó las elecciones presidió las Cortes y el Gobierno, ahora en 2015 se quiere tirar todo por la ventana. Hemos ganado las elecciones con absoluta claridad", enfatiza Rajoy. 

El discurso del Partido Popular pivota alrededor de la investidura a Rajoy, y el presidente lo explica por dos motivos: "Se lo debo a los votantes del PP que votaron en circunstancias muy difíciles, pero también se lo debo al normal cumplimiento de las instituciones españolas. Aunque algunos crean que se puede hacer cualquier cosa yo creo que no", decía. 

El pacto es, en su opinión, posible, pues son muchas las cuestiones en las que el acuerdo es sencillo con Ciudadanos y el PSOE. "Nos une la unidad nacional, la soberanía nacional, la pertenencia a Europa, la política de Defensa y, aunque con diferencias, el gran objetivo de crecer y crear empleo. Hagamos de la necesidad virtud, con grandes apoyos se pueden hacer las reformas que necesita España", manifiesta ahora que ya ha desterrado su oposición a cualquier reforma constitucional. "Yo no me cierro a nada, pero mi posición con la Constitución es conocida, cuantos más apoyos concite será mejor. Pueden hacerse reformas institucionales importantes y solventar problemas para bastantes años. Todos estaríamos obligados a hablar, pactar y a tener un período de estabilidad".

Rajoy, fiel defensor del bipartidismo en la campaña, ahora recuerda que en Europa las soluciones pactadas son algo común. "En la mayor parte de los países de Europa hay gobiernos de coalición, en Bélgica, Holanda, Finlandia, Alemania o Austria. Aunque esto no haya sido así en España hasta el momento tenemos que acostumbrarnos", relata. El pacto en España es más complicado, primero por la falta de tradición en la materia, pero también por el escaso entendimiento que ha mostrado Rajoy con Pedro Sánchez, líder de los socialistas. A pesar de las evidentes diferencias entre ambos, el líder de los populares no entra en un posible recambio para su homólogo socialista. "No he hablado con Susana Díaz en este proceso, sólo con Sánchez. O nos respectamos todos, o tenemos un problema y mi interlocutor es el señor Sánchez. Yo si tengo que hablar con el PSOE hablo con quien haya dicho el partido, porque si no nos respetamos en eso vamos a tener problemas".

Cataluña

En paralelo a la formación de Gobierno se desarrolla en Cataluña un gran conflicto que, si no cambian las cosas, desembocará en unas nuevas elecciones autonómicas. "Estamos desde el 27 de septiembre sin un Gobierno, hemos visto asambleas con resultados notables como el famoso empate a 1.515. No sé qué podrán hacer en cinco días, pero si quiere mi opinión yo creo que lo mejor es que Mas abandone sus planteamientos independentistas, pero no lo veo posible. Yo, que no soy favorable a que haya elecciones cada seis meses, creo que lo mejor en este caso son unas nuevas elecciones", explica Rajoy. 

Los sondeos en Cataluña hablan de la opción de que haya un pacto en Cataluña entre la marca regional de Podemos, ERC y la CUP, un extremo que no gusta a Rajoy. "No sabemos lo que haría un gobierno apoyado por la CUP y ERC, creo que nada bueno para Cataluña y España. Aquí ya se ha intentado hacer un referéndum en contra de la ley, el Tribunal constitucional ha estado en su sitio y el Gobierno de España también. No les vamos a dejar que se salten la Constitución. La soberanía nacional es que todos los españoles tienen derecho a opinar sobre todo su país, no sólo sobre una parte".

"El estado tiene resortes suficientes para defenderse, la sensatez pide que se deje este proceso independentista", afirma el presidente sobre Cataluña

En cualquier caso, Rajoy ya sabe lo que es desarrollar sus funciones con un Gobierno hostil en Barcelona. Él mismo lo recuerda: "Problemas también los hemos tenido con el actual Gobierno de Cataluña, y eso que era con una sola fuerza política que no se había presentado a las elecciones con un programa independentista. El Estado tiene los resortes suficientes para defenderse. La sensatez pide que se deje este proceso independentista". En todo caso, y a pesar de estar en funciones, Rajoy tiene clara su labor en caso de que un Gobierno catalán quiera proclamar la independencia unilateralmente. La doctrina es la habitual en todo estos meses: "No quiero adelantar acontecimientos, pero soy el presidente del Gobierno y mientras yo lo sea no se va a producir ningún ataque contra la soberanía nacional que no tenga respuesta con arreglo a la ley y en la proporción debida".

Empleo

Poco antes de empezar la entrevista en Cope se conoció el dato de empleo. Rajoy lo valoró de forma positiva aunque, repitiendo uno de sus habituales mantras, recordó que queda mucho por hacer. "Nunca me puedo dar por satisfecho porque todavía el número de personas que no trabaja es muy elevado, pero sí me doy satisfecho con el cambio de tendencia de esta legislatura. Es muy buena, ya hay más personas en la Seguridad Social y menos en el paro que cuando llegamos, pero hay que perseverar. Si las cosas se hacen bien se pueden crear dos millones de empleos en cuatro años".

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