El PP se mantiene en sus trece, sin moverse un centímetro en sus planteamientos. No apoyará pacto alguno que no tenga a Rajoy como candidato. Ni paso al costado ni abstención ni retirada. La posición de Génova es tajante. "A lo mejor vamos a una tercera ronda de audiencias en Zarzuela", comentaba este lunes Fernando Maíllo, vicesecretario general del partido, en una intervención radiofónica. El PP ganó las elecciones y, además, controla el Senado, donde podría bloquear los grandes impulsos que propugna el PSOE en el ámbito constitucional.
Rajoy no se propondrá como candidato a la sesión de Investidura. Dejará que lo haga, si así lo pretende, el secretario general de los socialistas
El presidente del Gobierno en funciones acude este martes a Palacio sin voluntad alguna de modificar su actitud con relación a la primera visita. No se propondrá como candidato a la sesión de Investidura. Dejará que lo haga, si así lo pretende, el secretario general de los socialistas, que podría dar el paso al frente y acabar con el actual bloqueo. Una iniciativa arriesgada si se piensa en que su única posibilidad, en estos momentos, consistiría en sondear posibles lazos con Podemos y algunos separatistas. Algo que los dirigentes del PSOE ven con intransigente virulencia.
Ciudadanos ha deslizado estos últimos días la necesidad de que Rajoy se vaya a casa a fin de impulsar el reclamado acuerdo a tres: PP, PSOE y Ciudadanos. La gran coalición. El estallido del escándalo en la Comunidad Valenciana ha provocado un terremoto en el PP de considerables dimensiones. A pesar de que se reaccionó con celeridad, expulsando del partido a todos los imputados, las aguas bajan muy revueltas a la espera de una gestora local y de despejar las dudas en torno al papel de Rita Barberá.
La única alternativa
En Moncloa no se aprecian señales de cambio. Sus portavoces insisten en que la solución única, por sensata y razonable, sería el pacto a tres con PSOE y Ciudadanos. Esta semana incluso empezarán a hablar con Rivera para sondear posible acuerdos. Rajoy ha mostrado su voluntad de abordar reformas en distintos frentes, tanto en Educación como en Justicia. En el orden laboral, las cifras respaldan la política del PP, pero 'todo se puede hablar'. Lo importante, dicen en el Gobierno, es abrir una línea de diálogo, algo que hasta ahora no ha sido posible.
Lo importante, dicen en el Gobierno, es abrir una línea de diálogo, algo que hasta ahora no ha sido posible
El culpable de la parálisis es Pedro Sánchez, insisten en Génova. Ya le han bautizado como 'el doctor No'. La estrategia de Génova es subrayar las dificultades del jefe de filas del PSOE, su falta de liderazgo, la sublevación interna que ahora palpita en sus filas, y las cuchilladas de los barones. No se disimulan las sonrisas en el partido en el Gobierno al conocerse las filtraciones del conciliábulo del sábado en Ferraz, en el que distinguidos dirigentes socialistas disparaban sin clemencia sobre los pactos con Podemos.
El PP no quiere, Rajoy no cede y todo queda al albur de un cambio de rumbo imposible en el PSOE o unas elecciones anticipadas. Moncloa ya divisa esta posibilidad como la más razonable, aunque con menos entusiasmo que hace unas semanas. El goteo de los escándalos de corrupción, como Valencia, Acuamed, Rato de nuevo, Bárcenas siempre... debilita sus posibilidades electorales. El PSOE tampoco se encuentra en su mejor momento, único punto que anima a Rajoy a pensar en que ésta habría de ser la salida del atolladero.
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