Nunca Rajoy había cosechados tantas unanimidades. El almuerzo que mantuvo ayer con sus barones territoriales, incluido el grueso de los presidentes autonómicos de España y los líderes regionales, apoyaron a un jefe del Ejecutivo que les reclamó "más esfuerzos a todos siendo consciente de las dificultades" por las que pasan las Comunidades, según indicaron a Vozpópuli fuentes asistentes a la reunión. Rajoy quiso reunir antes de las vacaciones de verano a los representantes del poder territorial precisamente por ser sobre ellos donde se dirigen las miradas de Bruselas, que alberga serias dudas respecto del compromiso de las autonomías con las exigencias de cumplimiento de déficit.
El jefe del Ejecutivo quiso, sin embargo, dar un mensaje de esperanza tras confesar que con quien más habla estos días es con la canciller alemana, Angel Merkel. "Haciendo las cosas como hay que hacerlas estoy convencido de que de esta salimos y tenemos las ideas claras de lo que hay que hacer", les dijo a sus "barones" coincidiendo con unas jornadas maratonianas de contactos al más alto nivel que pueden abrir la puerta a la compra de deuda soberana española por parte del BCE y del fondo de rescate
Pero, a cambio, Rajoy arrancó de los suyos un compromiso con el cumplimiento del déficit, incluso por parte de las comunidades más díscolas, como Extremadura y Castilla y León, y el respaldo a su agenda reformista, admitiendo que "tarda" en dar frutos. Se trataba ante todo de da una imagen de unidad y de compromiso. Y es que no cayó nada bien en Gobierno y PP la decisión de Extremadura y de Castilla y León de abstenerse en la votación del techo de déficit en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) por entender que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, debiera haber trasladado a las Comunidades la flexibilización que ha aplicado Europa a nuestro país. La posición del presidente de la junta castellanoleonesa no fue comprendida incluso por parte de sus filas regionales, a las que Juan Vicente Herrera no consultó el sentido del voto del consejero autonómico. Galicia, por su parte, se limitó a dar un "sí" crítico, siendo como es la que se encuentra en una posición más difícil con unas elecciones a la vuelta de la esquina.
El "crítico" Monago reiteró ante Rajoy su compromiso con el cumplimiento del déficit a pesar de su abstención en el último CPFF
Por su parte, el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, aludió ayer a esta abstención para reiterar que, a pesar de sus discrepancias, cumplirá con las exigencias impuestas por Hacienda.
Además, los presidentes de la Comunidad Valeniana y de Murcia, Alberto Fabra y Ramón Luis Valcárcel, explicaron los motivos por los que han ido al fondo de rescate autonómico de 18.000 millones. Se negaron a calificarlo de rescate para explicar que sus "problemas de tesorería" les obligaban a acudir al "fondo de liquidez".
Pero fue de nuevo la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, la que puso una pica en Flandes. Y no sólo porque defendiera delante de sus compañeros y del jefe del Ejecutivo que es necesario "revisar el estado autonómico", tarea que, su juicio, no se debe posponer, sino porque ha visto una vez más cómo su discurso se abre camino en el PP. Ayer le tocó el turno a la reducción de diputados autonómicos. Fue ella la primera en ponerlo sobre la mesa, luego le siguió el gallego Alberto Núñez Feijóo, que ya ha llevado a su parlamento la propuesta para pasar de 75 a 61 asientos en las próximas elecciones gallegas, y ayer se acordó proponer al PSOE un acuerdo para proceder a dicha reducción en todos las Asambleas autonómicas, así como la disminución de los órganos institucionales que no se contemplan en los estatutos.
En todo caso, la reducción de diputados regionales sólo sería posible a partir de las elecciones de 2015, como el recorte en un 30 por ciento del número de concejales, puesto que es ese año cuando hay elecciones locales y autonómicas. La excepcionalidad la marcarían Galicia, País Vasco, Cataluña, Andalucía y, ahora Asturias, porque no coinciden con el resto.