A pesar del proceso secesionista abierto por Artur Mas en Cataluña, sus consejeros del equipo económico mantienen buena relación con los ministros Luis de Guindos (Economía), Ana Pastor (Fomento) y José Manuel Soria (Industria). En el extremo opuesto se encuentran José Ignacio Wert (Educación), Jorge Fernández Díaz (Interior) –el ministro del juego sucio, lo bautizan en CiU– y Cristóbal Montoro (Hacienda). La Generalitat ha puesto a este último en el corazón de su diana, pues está siendo el ministro que mantiene a raya el compromiso con los objetivos de déficit que obligarán a Cataluña a reducirlo este año desde el 2% en que terminó 2012 hasta el 0,7%: 1.300 millones de ajuste, como mínimo.
Guindos, Pastor y Soria son los ministros preferidos en estos momentos por los nacionalistas catalanes, los únicos con los que CiU mantiene una relación fluida
Artur Mas no le encuentra ninguna ventaja a una entrevista con Mariano Rajoy rodeada de televisiones y fotógrafos en la que, al final, tenga que vender la misma mercancía que en el encuentro mantenido con el presidente en septiembre pasado. Hace seis meses, después de hablar con Rajoy, se trasladó a la delegación de la Generalitat en Madrid para acentuar el rechazo de Moncloa a implantar en Cataluña un concierto económico similar al vasco. Subido a la ola de la manifestación de la Diada, pocos días después convocó elecciones anticipadas. Que se sepa, la última vez que vio cara a cara a Rajoy fue el pasado 8 de enero, cuando coincidieron en la inauguración del AVE a Gerona, en presencia del Príncipe Felipe. Con posterioridad, se entrevistó con el Rey en La Zarzuela.
Según fuentes de CiU, en esta ocasión Mas no quiere protocolos y su intención es ir al grano. No recula en su ruta para alcanzar la soberanía, de hecho este miércoles el Parlamento catalán volvió a avalar el derecho de autodeterminación, pero le quiere reclamar a Rajoy un nuevo sistema de financiación con el que Cataluña, como mínimo, pueda atender el pago de las nóminas de sus funcionarios.
Cataluña se acerca peligrosamente a los 50.000 millones de deuda y en sus vencimientos tendrá que desembolsar este año cerca de 8.000, el 90% de los ingresos que obtiene del FLA
La deuda de esta Comunidad se acerca peligrosamente a los 50.000 millones de euros y en sus vencimientos este año tendrá que desembolsar cerca de 8.000 millones, el 90% de los ingresos que obtendrá a través del Fondo de Liquidez Autonómico. Artur Mas está encontrando serios problemas para aprobar sus Presupuestos porque Oriol Junqueras (ERC) no está dispuesto a respaldarlos si incluyen severos recortes sociales. El presidente de la Generalitat confía en que el mes que viene Bruselas rebaje en un punto, al menos, el compromiso de déficit de este año para el conjunto del Estado: en lugar de acabar el ejercicio en el 4,5%, se podría llegar al 5,5%. En este supuesto, el ministerio que dirige Cristóbal Montoro estaría dispuesto a renegociar los objetivos de déficit de las comunidades autónomas, incluida Cataluña, y la Generalitat podría elaborar unas cuentas más digeribles por los republicanos.
En el Gobierno se critica con dureza la actitud de Artur Mas, pues se interpreta como la de alguien que le está pidiendo al Estado que le financie la secesión. “La financiación de las comunidades procede en un 80% de las transferencias del Estado y en un 20% de los ingresos que obtienen por tributos propios. Si alguna no tiene dinero suficiente para pagar sus gastos es porque todavía no se ha dado cuenta de que hay menos tarta a repartir y gestiona mal sus cuentas”, aseguran fuentes gubernamentales.
En La Moncloa se recela de una entrevista 'clandestina' entre Rajoy y Mas y tampoco se ve ahora clima como para mantener un encuentro guiado por la parafernalia clásica
En La Moncloa se detecta cierta reticencia a admitir un encuentro ‘clandestino’ entre Rajoy y Mas porque se intuye que terminaría por filtrarse y provocaría, además, un agravio comparativo con el resto de las comunidades autónomas. El problema es que tampoco se observa un clima apropiado para celebrar esta entrevista con la parafernalia clásica, justamente cuando la Generalitat se dispone a acelerar su guion soberanista y a desafiar al Estado. Mientras las puertas de los despachos de Guindos, Pastor y Soria se mantengan abiertas, aunque solo sea para tomar la temperatura, y se evite la ruptura de la comunicación entre ambas administraciones, el chicle se puede seguir estirando, se opina en el Gobierno
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación