Gobierno y PP han convertido al comisario europeo de Competencia, el socialista Joaquín Almunia, en la diana de todas sus críticas. Y es que en las últimas dos semanas y, especialmente, tras el rescate al sector financiero, sus declaraciones han caído como una bomba de relojería en el Gobierno y en el PP hasta el punto de que Mariano Rajoy le recibe hoy en Moncloa para tratar, oficialmente, de la crisis del euro y del rescate a la banca española, pero oficiosamente para reclamarle lealtad institucional. Eso sí, fuentes gubernamentales contestaron con un "ni mucho menos", ante el interrogante de si va a reclamar su dimisión. Moncloa ha querido enmarcar este encuentro dentro de los contactos del presidente con los comisarios europeos y el propio Almunia, lejos de sentirse emplazado por el Ejecutivo, ha asegurado que ha sido él el que reclamó la entrevista.
Desde un "no sabemos a lo que juega, se extralimita respecto a sus competencias" pronunciado por un indignado miembro del Ejecutivo; a "este parece que quiere ser el Monti español" de un destacado diputado popular, pasando por un "sus declaraciones sobre el rescate financiero, gratuítas; sus filtraciones con el déficir, interesadas; su actitud con el tema astilleros, gravísima" de un eurodiputado del PP que hace referencia, además, a un conflicto que enfrenta a Almunia con los armadores gallegos, el socialista no hace más que asumir adeptos para una difícil "cohabitación" y es que el mandato de Almunia no finaliza hasta septiembre del año 2014.
Su salida antes de esa fecha "solo depende de él", según fuentes populares, que admiten que forzar su marcha será "echarse encima" al Parlamento Europeo, al presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso y al Consejo Europeo. Pero la realidad es que el comisario de Competencia "tiene una actuación destacada" en lo que concierne al rescate a la banca a través del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), que, a fin de cuentas maneja ayudas de carácter publico. Es por ello que esa lealtad institucional es ahora capital para el Gobierno.
Moncloa no le pedirá la dimisión pero Rafael Hernando le ha hecho llegar el mensaje de que debería acelerar su salida
Y es que la posición que viene manteniendo Almunia no es muy concordante con la del Ejecutivo. Por ejemplo, se ha manifestado favorable a la desaparición de aquellas entidades no sistémicas, contra el criterio del FROB. En ese sentido dijo el pasado miércoles en "El Debate" de TVE que si desaparecen entidades financieras, "no hay que llevarse las manos a la cabeza", pues es preferible la "liquidación ordenada" de una entidad que no cumpla los "mínimos exigibles". Asimismo ha venido insistiendo, aunque con matices, en que la "línea de crédito" tendrá efectos en el déficit. "Los intereses de este préstamo computarán para el déficit español, porque es un gasto, pero el préstamo en sí no se contabilizará como déficit, sino como deuda", ah venido explicando.
El Gobierno se encargó ayer de hacer llegar un mensaje al comisario europeo a través del portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, que afirmó que "este señor no puede seguir ni un minuto más dedicándose en la UE a difundir rumores, cuando hay noticias positivas para el país, con el objetivo de enturbiarlas, ni falsedades". "Si quiere ejercer de jefe de la oposición frustrado pues que venga aquí, a España, que le dispute el liderazgo a Rubalcaba y dé la cara", exclamó y recalcó que "por el bien de España debería ser él mismo el que acelerase su salida" de la Comisión. Agregó que se trata de una "terrible irresponsabilidad, que un señor que es español, que representa a España en la Comisión Europea, se dedique a difundir libelos y a causar alarmas extravagantes entres los ciudadanos españoles y europeos".
La reunión será previa al Consejo de Ministros y no está prevista ninguna comparecencia del presidente del Gobierno. De momento, Almunia tampoco ha pedido la sala pequeña de las ruedas de prensa para dar cuenta del contenido de la reunión, que se produce en uno de los momentos de mayor tensión y disgusto con el comisario. En todo caso, Moncloa asume cierta distancia, al menos aparente, respecto a las palabras de Hernando. "No es una cuestión del Gobierno (pedir la dimisión) El PP fija posición y Rajoy, como presidente, lo es de todos los españoles", pero el mensaje le ha llegado a Almunia nítido y claro.
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