España

Guerra de nervios entre Rajoy y Sánchez en vísperas de su encuentro en el Congreso

El presidente de Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, junto al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Rajoy apenas desvela sus intenciones y Sánchez aguarda en silencio. Juego mudo en vísperas de la ronda de encuentros en el Congreso. Confusión, nervios y desconcierto en la cúpula del PP y en los terminales de Moncloa a escasas horas de las entrevistas que mantendrá esta semana Rajoy con los líderes del PSOE y Ciudadanos. Tras la audiencia del Rey al jefe del Gobierno en funciones, las reacciones de la familia 'popular' han conocido varias fases, sumidas siempre en un mar de incógnitas. La primera reacción fue la elemental: un apoyo unánime y sin fisuras al 'sí', relativamente condicionado, del presidente en funciones al encargo del Rey. Aceptaba Rajoy la propuesta de formar Gobierno pero no concretaba si acudirá a la investidura. "Para superar el actual bloqueo tiene que haber un Gobierno", dijo el presidente en su rueda de prensa. Dirigentes y portavoces de Génova salieron en tromba a justificar esta decisión, apoyándose en dos argumentos: se trata de una iniciativa constitucional y tiene el respaldo del Rey. Además, Rajoy ya no podía incurrir en otro 'no' a la Corona. Dio una patada a seguir sin conocer cuál será su destino.

Dos enormes dudas permanecen aún en el horizonte: si Rajoy se presentará a la investidura y en qué plazos

Conforme avanzan los días, persisten las brumas y se agranda el debate sobre el alcance de la postura de Rajoy. Dos enormes dudas permanecen aún en el horizonte: si Rajoy se presentará a la investidura y en qué plazos lo hará. "En un tiempo razonable", había explicado en su rueda de prensa como única pista. Surgió luego una nueva variante para abordar el embrollo, que recogía el domingo La Razón, según la cual Rajoy medita presentarse a una investidura a finales de mes para así dar satisfacción a Sánchez y Rivera. El secretario general del PSOE mantiene desde hace un mes una sola exigencia al PP: que Rajoy se presente a la investidura. Todo lo demás es anecdótico. De acuerdo con esta teoría, tras la fallida sesión de finales de agosto habría un segundo intento en octubre en el que el PSOE, satisfecha ya la 'venganza' de Sánchez, facilitaría posiblemente su abstención. Una teoría complicada y que no despeja la necesidad de que se forme gobierno este mes para solventar los trances de fijar un techo de gasto y aprobar los presupuestos según el calendario que marca la UE. 

Voces discordantes en el Gobierno

En el Gobierno se escuchan voces, diferentes análisis, no siempre unívocos. Algunos de ellos se elaboran en torno a la enorme sospecha de que Sánchez no ha renunciado a intentar ganar La Moncloa con un acuerdo por la izquierda, con Podemos e independentistas. De ahí el paso de Rajoy a asumir el encargo de formar Gobierno 'en nombre del Rey'. Otras versiones se mantienen fijas en la teoría primigenia de que Rajoy no tiene que dar el paso al frente de la investidura si no cuenta con los respaldos suficientes. Es decir, que si en los próximos días no logra convencer a sus interlocutores, debería evitar la humillación de una investidura. Una intentona fallida debilitaría al líder del PP, cuyo liderazgo nadie pone en estos momentos en cuestión. "A Sánchez, la apuesta de la investidura le salió mal, y le pasó luego factura en las elecciones. Rajoy no debe cometer el mismo error", comentan.

¿Y qué pasa, en ese caso, con el bloqueo institucional? García-Margallo, siempre listo para opinar, rescataba la teoría del ‘tamayazo’ al dar por hecho que ante la inexistencia de un candidato, bastaría con una declaración del Parlamento para convertir esa investidura non nata en investidura fallida. De esa forma, el ‘reloj institucional’ se pondría en marcha rumbo a las terceras elecciones. Debates jurídicos y académicos han inundado estos días la polémica sobre qué corresponde hacer en esta tesitura. Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional y uno de los 'padres fundadores' de Ciudadanos, aseguraba que Rajoy no está obligado a presentarse. 

El ‘no’ de Sánchez a Rajoy es una puerta abierta a intentar la vía por la izquierda, pese a las reticencias

Pocos conocen las intenciones últimas de Rajoy. En su círculo íntimo se adivinan posiciones y se esgrimen posibles vías de salida. Nadie despeja, sin embargo, la gran duda: Rajoy puede modificar su estrategia en el último minuto. Ya lo hizo en cuando la primera propuesta del Rey, y algo similar ocurrió este pasado jueves. "A veces improvisa, huele por dónde van las cosas y toma decisiones en el penúltimo minuto". Los famosos 'tiempos' de Rajoy.

Lo único claro es que este martes y miércoles se entrevistará con los dirigentes del PSOE y Ciudadanos prácticamente sin condiciones previas, con los brazos abiertos a todo, desde abordar reformas a estudiar propuestas y a comunicar el resultado de los encuentros para que todo el mundo ‘quede retratado’, según fuentes del PP. Nadie espera avances significativos. Sánchez se ha sumido en un mutismo pétreo e inamovible. Su ‘no’ a Rajoy es una puerta abierta a intentar la vía por la izquierda, pese a las reticencias de medio PSOE. Felipe González pidió este domingo desde Buenos Aires que el PSOE se abstenga en segunda votación, "aunque Rajoy no se lo merezca". Ciudadanos aguanta el tirón, a la espera de que Sánchez mueva ficha. 

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