La alarma que está sembrado en la opinión pública la secuencia de escándalos, el riesgo de que la recuperación económica no se consolide y la irrupción en el cuadrante político de movimientos como Podemos, han llevado a la dirección del PP y también a UPyD al convencimiento de que la colaboración les puede ser muy rentable a ambos dentro del ciclo electoral iniciado el pasado mayo con los comicios europeos. El pasado 3 de septiembre, el presidente del Gobierno recibió en La Moncloa a Rosa Díez solo un día después de que ella se lo pidiera por carta. Al finalizar el encuentro, después de analizar a fondo en la reunión la situación política y de repasar el desafío catalán, Díez se despidió de Mariano Rajoy agradeciéndole la rapidez con la que había aceptado la entrevista. La respuesta del presidente fue nuevamente veloz: “Perdóname, porque debería haber sido yo quien debería haber tomado la iniciativa de verme contigo”, la contestó.
El presidente del Gobierno pidió perdón a Rosa Díez por no haber solicitado él primero la entrevista
Para comprender el alcance de esta luna de miel hay que partir de las dificultades que puede encontrar el PP después de mayo para gobernar numerosos ayuntamientos y algunas comunidades autónomas, teniendo en cuenta el limitado abanico del que dispone para pactar con otras fuerzas políticas, una ventaja que siempre le ha proporcionado a los socialistas el verse tan cercanos a Izquierda Unida, por ejemplo en comunidades como Andalucía o Asturias.
La aspereza con la que Rajoy ha solido tratar en el juego parlamentario a Rosa Díez ha llegado a su fin, señalan en el PP, pues el presidente y los barones del partido no perderán la oportunidad de contar con UPyD después de las elecciones municipales y autonómicas en aquellos ayuntamientos y gobiernos regionales donde la irrupción de Podemos o de organizaciones afines, compliquen la formación de gobiernos. En estos momentos, el partido de Rosa Díez está presente en el País Vasco, Asturias y Madrid y cuenta en toda España con casi 150 concejales. Las encuestas anticipan que en mayo puede ser determinante en plazas tan importantes como la de Madrid y, en menor medida, la comunidad valenciana.
Principal catalizador de la indignación ciudadana
El problema es que la tendencia al alza que UPyD reflejaba en la mayoría de los sondeos se ha frenado desde la entrada en escena de Podemos y de su líder mediático, Pablo Iglesias, figura estelar en dos televisiones generalistas. Antes del éxito de este último en las pasadas elecciones europeas, Rosa Díez y su partido eran vistos en medios parlamentarios como los principales catalizadores políticos de la indignación ciudadana, hasta el punto de que sus discursos molestaban casi por igual al PP que al PSOE. Las intervenciones de la portavoz de UPyD en el Congreso nunca fueron plato de buen gusto para Alfredo Pérez Rubalcaba ni tampoco para Rajoy.
Las cosas han cambiado y ahora el presidente y Rosa Díez están convencidos de que pueden ayudarse mutuamente en las próximas contiendas electorales. UPyD ha perdido aceite no solo por la entrada en escena de Podemos, sino también por sus discrepancias internas, en parte derivadas de los argumentos de algunos de sus dirigentes a favor de un pacto con Ciudadanos y su líder, Albert Rivera. El abandono del eurodiputado Francisco Sosa Wagner del Parlamento europeo da buena cuenta de ellas. Si las divisiones y las broncas en las grandes formaciones políticas actúan como un fuerte desincentivo para los votantes, en los partidos pequeños este efecto se dispara.
La pérdida de la virginidad
En el equipo de Rosa Díez hace tiempo que se analizan los inconvenientes que puede reportarle al partido, a solo seis meses de las legislativas, retratarse después de mayo en plazas importantes como las de Madrid a favor del PP o del PSOE, en el caso de que ninguna de las dos fuerzas mayoritarias obtenga la mayoría absoluta. Algunos dirigentes de UPyD creen que el partido “no tendrá más remedio que perder su virginidad”, ya que los ciudadanos entenderían mal que no facilitara la gobernabilidad. En todo caso, dependiendo del ticket electoral que presente el PP, Rosa Díez puede acabar siendo decisiva en la capital de España si continúa el desmoronamiento de los dos grandes, llegando a tener en sus manos un arbitraje del que colgará la gestión de casi 23.000 millones de presupuesto. En UPyD se insiste en que cualquier acuerdo al que se llegue, ya sea en este o en otros territorios, se sustentará en actitudes políticas transparentes para el ciudadano.
Rosa Díez ve detrás de Pedro Sánchez solo "un envoltorio"
La sustitución de Rubalcaba por Pedro Sánchez en el PSOE no ha variado la visión que Rosa Díez tenía sobre este partido. Detrás de éste último cree que hay demasiado marketing ya que los socialistas han ido a lo fácil, a cambiar el escaparate, sin redefinir su proyecto político. “Para los japoneses”, explica gráficamente Rosa Díez, “es más importante el envoltorio que el contenido, pero en España esto no funciona”.