Las más de 17.000 plantas de marihuana que tenía el clan de los Jabalí en la Cañada Real contaban con una difícil salida en el mercado madrileño. Una cantidad casi industrial que estaba bajo la sombra de la mafia china, que eran los encargados de distribuir la droga, principalmente en Londres, donde pueden cuadruplicar sus beneficios, según han informado fuentes del caso a Vozpópuli.
En España hay aproximadamente 591.798 personas, de 15 a 64 años, que tienen un consumo problemático del cannabis, según el balance anual del 2021 realizado por el Ministerio de Sanidad. Una cifra alta que también va ligada a las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad. En 2020, fueron incautadas 1.700.462 plantas, lo que representó un crecimiento de un 10,5% respecto del año anterior y cerca de un 350% comparado con 2015, según las cifras de Interior.
Comprar barato en España vender caro fuera
Unos datos que reflejan la importancia de este mercado ilegal pero que son aún más preocupantes en otros países como Reino Unido. Allí, la marihuana tiene muchos adeptos, se cifra en más de dos millones, algo que no pueden dejar pasar las mafias chinas que compran barato en España y venden caro a los británicos.
Todo ello transportando la carga de la forma más ingeniosa. La vía marítima y los envíos de paquetería, son las prácticas más usada por estas organizaciones orientales que llevan más de un lustro apostando por el cannabis para hacerse aún más ricos. Otro de los destinos de esta droga es Berlín, donde también pueden obtener beneficios.
En el último caso, sus 'vasallos' eran el conocido clan de los Jabalí de la Cañada Real. En una de las operaciones conjuntas más grandes de los últimos años la Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron a 44 personas e incautaron 17.589 plantas de marihuana, 56.881 euros en efectivo, 24 armas de fuego, tres vehículos y diversa documentación de interés.
Aumento exponencial del cultivo de marihuana
Esta familia quiso abarcar más de lo que podía. Sus coches de lujo y el enorme dinero que recibían les cegó ante la intensa producción que requerían sus socios asiáticos. Los investigadores no lo dejaron pasar y los dos Cuerpos centraron la vigilancia en sus actividades. El pasado 18 de marzo fue cuando procedieron a registrar las 22 chabolas del narcopoblado que habían creado dentro de la Cañada Real. 14 de ellas ya han sido demolidas por los ayuntamientos de Madrid y Rivas.
"En estos últimos años ha aumentado de forma exponencial y alarmante el cultivo y el tráfico de marihuana, cada vez con mayor contenido en principio activo". Este análisis forma parte del informe de Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave 2019-2023 del Ministerio del Interior.
“En España somos exportadores de marihuana, los número uno, y el problema es que importamos crimen organizado. Es el efecto de la marihuana”, explicó tras una operación el jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos, Ramón Chacón.
La mafia china es discreta
Chacón fue junto a la Policía Nacional uno de los encargados de acabar el año pasado con la 'Bang de Fujian', que estaba integrada por dos clanes familiares, los Lin y los Zengh Wei. Se dedicaban al cultivo de marihuana industrial en nuestro país para luego exportarla a otros países. Fueron detenidas 65 personas y desarticuladas 13 fábricas. Tenían su epicentro en Cataluña pero también contaban con dos emplazamientos en Asturias.
Si por algo destacan las organizaciones chinas es por su discreción, según advierten fuentes policiales a Vozpópuli. Aunque facturen millones de euros no viven en mansiones ostentosas en la Cosa del Sol ni conducen coches de lujo. Tampoco se han quedado anclados en el pasado. Cuentan cada vez con una metodología más sofisticada. "Ponen toda la carne en el asador para no ser pillados", subrayan estas fuentes.
Ellos mismos comenzaron a cultivar y distribuir la droga pero las operaciones policiales les pusieron sobre aviso y decidieron delegar en terceras personas. Para esta función es fundamental la colaboración de los clanes a los que pagan mucho más dinero del que obtendrían en la venta al por menor.
Marihuana en cojines
Para los investigadores es muy difícil llegar hasta estos capos orientales por su meticulosidad a la hora de "mancharse" en las operaciones de sus subordinados. El blanqueo de sus beneficios viene en muchos casos por negocios totalmente legales.
Una de las últimos dispositivos policiales contra estos grupos se produjo en el barrio madrileño de Usera. En este caso ocultaban la marihuana en cojines y la distribuían a Europa a través de empresas de mensajería. En su almacén llegaban a procesar mensualmente 1.000 kilogramos de esta droga.
Los agentes de la Policía Nacional llegaron hasta ellos porque cometieron un solo fallo. Alquilaban los vehículos y las furgonetas de forma fraudulenta. Esa fue la pista que propició toda la operación. Un error que acabó con una de las muchas patas de la mafia china en Madrid.
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