España

La abstención, el gran enemigo del PP gallego ante un Conde desconocido para el electorado

Galicia va a ser el principal campo de batalla de populares y socialistas de la cmapaña que arrancó ayer por la noche. La mayoría absoluta de Feijóo peligra, aunque creen en Génova que la aventura política del ex banquero no llegará a nada. El objetivo de los populares: movilizar a su electorado.

El gran enemigo electoral del popular Alberto Núñez Feijóo para los comicios del próximo día 21 se llama abstención. Ese es el gran caballo de batalla del PP ante un electorado que detectan que está poco movilizado y que pone en riesgo su mayoría absoluta en la Cámara gallega. La campaña arrancó en la noche de ayer con la tradicional pegada de carteles y unos sondeos muy ajustados, que apuntan a la posibilidad de que peligren los actuales 38 escaños del presidente de la Xunta. Cualquier resultado por debajo le dejaría fuera del ejecutivo autonómico, y sería un mensaje demoledor para Moncloa, que teme que el gallego pague el castigo por la crisis económica. Las anteriores elecciones gallegas registraron una de las participaciones más altas en este tipo de consulta ya que el 70 por ciento de los electores acudió a las urnas. Feijóo consiguió recuperar la mayoría absoluta para su partido, tras una legislatura de bipartito PSOE-BNG. Es cierto que el fallecido Manuel Fraga consiguió encadenar mayorías absolutas durante quince años a pesar de los altos niveles de abstención, pero el PP de ahora no quiere correr riesgos.

Galicia es una plaza muy codiciada por el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que se volcará en esta campaña en detrimento de la vasca. En contra tiene un candidato poco conocido, Pachi Vázquez, y un partido menos implantado que en la comunidad que preside Patxi López. Rubalcaba necesita algún triunfo que apuntarse, aunque sea con la suma de los escaños del BNG, que va a la baja, y del partido del independentista José Manuel Beiras, escindido del BNG, que se presenta en coalición con Esquerda Unida y puede beneficiarse del descenso electoral de sus antiguos compañeros de ruta. Beirás se alimenta del fenómenol del 15-M, sector con el que ha conectado muy bien.

Pero la abstención no es el único temor de los populares Y es que todavía no son capaces de evaluar el efecto electoral de la candidatura del ex presidente de Banesto Mario Conde, que encabeza la lista de Sociedad Civil y Democracia (SCD), partido diseñado a su justa medida para intentar saldar la asignatura pendiente de su entrada en política. El ex banquero, condenado por el Tribunal Supremo, lo intentó otra vez, en concreto en 2000 bajo las siglas del CDS. Fue el año de la mayoría absoluta de José María Aznar, ese al que tantas veces despreció y frente al cual se presentaba como el recambio natural del centro-derecha a comienzos de la década de los noventa.

En el año 2000, bajo las siglas del CDS, el ex presidente de Banesto obtuvo 23.576 votos en toda España. El electorado gallego desconoce en su mayoría que se presenta a estas elecciones

Fuentes del PP recuerdan que aquella experiencia electoral se saldó con 23.576 votos en toda España, magro resultado. No parece, a tenor de los sondeos que manejan los populares, que la cosa le vaya a salir mejor esta vez. Conde se mezcla en el epígrafe de "otros" en cuanto a la intención de voto en Galicia, lo que quiere decir que, a día de hoy, obtendría un porcentaje por debajo del 1 por ciento, aunque desde el PP admiten que "no ha hecho mucha precampaña". Pero es que, además, los sociólogos que han estudiado estos sondeos para Génova destacan del ex banquero que es un desconocido para el elecorado gallego, que pocos saben que se presenta a estos comicios. Se trata de un fenómeno madrileño, dicen, con el apoyo puntual de un grupo mediático, Intereconomía. Aún así, no quieren confiarse. Conde puede no sacar representación --en Galicia debe obtener al menos el 5 por ciento de los votos-- pero sí "arañar" a Feijóo las papeletas de las que dependa la mayoría absoluta.

Precisamente, el congreso constituyente de Sociedad Civil y Democracia (SCD) se celebra este sábado en Madrid, donde Conde será elegido presidente y se aprobarán los estatutos de esta nueva formación. En su ideario político no faltan propuestas rompedoras que intentan aprovechar el descontento social con la clase política: someter a referéndum la estructura territorial del Estado, supresión de las subvenciones a partidos, sindicatos y patronal, derecho a elegir el idioma castellano en todo el territorio y  supresión del Tribunal Constitucional y su sustitución por una Sala de Garantías en el Tribunal Supremo, así como la supresión del Senado, informa Efe.

Hasta se ha atrevido a decir que Conde, no quiere recibir "los votos que vengan de la corrupción porque es una vergüenza", afirmación curiosa viniendo de un condenado por el Tribunal Supremo por un delito de estafa y de apropiación indebida.

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