Fernando Grande-Marlaska ha vuelto a ser noticia este viernes tras recibir nuevos abucheos en un acto de la Policía. Una sonora pitada, al compás de gritos de "fuera, fuera" ha sido el recibimiento que ha dado la bienvenida al ministro del Interior al acto de jura de los más de 2.300 nuevos agentes de la XXXVII promoción de la Escala Básica.
Cerca de 7.000 personas han acudido al acto celebrado en las instalaciones de la Academia de Policía de Ávila, en el que, como ocurriera el año pasado, Grande-Marlaska no ha sido bien recibido. Una ceremonia en la que suele ser tradición que sea presidida por el titular de la cartera del Interior, junto con la cúpula mayor de la Policía.
Los pitidos y los abucheos se han prolongado desde la aparición del ministro hasta el inicio de la interpretación del himno nacional por parte de la banda de música de la Policía Nacional.
"Indispensable" labor
No obstante, a pesar de la escena que le ha vuelto a tocar vivir, Fernando Grande-Marlaska, ha continuado con el protocolo y ha dado bienvenida a la nueva promoción, compuesta por un total de 2.376 agentes --1.606 hombres y 770 mujeres-- que se incorporarán en las próximas semanas a sus destinos en comisarías de toda España.
En su discurso, ha defendido que la Policía Nacional es "indispensable" para la seguridad y el bienestar de los españoles, destacando la neutralidad y la profesionalidad de los agentes como los valores que sostienen su "legitimidad social".
Asimismo, ha sostenido que la Policía Nacional es "un operador esencial en la seguridad pública" de nuestro país y uno de los más seguros del mundo, "con tasas de criminalidad muy por debajo de países europeos como Reino Unido, Alemania o Bélgica".
Petición a los nuevos agentes
El titular del Interior también ha querido dedicar un sentido homenaje a Jordi Duart Olmos, miembro de la XXXVII promoción de la Escala Básica que falleció en un accidente de tráfico el pasado 1 de abril mientras se dirigía a la Comisaría del madrileño Distrito de Usera-Villaverde, donde realizaba las prácticas.
A sus compañeros de promoción, el ministro les ha recordado que con su ingreso en la Policía Nacional han contraído "un exigente compromiso con la sociedad española", el mismo que les obligará en ocasiones a "dar lo mejor y a arriesgarlo todo, siempre sin esperar otra recompensa que la satisfacción del deber cumplido".
Tras el acto de graduación, el ministro ha pedido a los futuros agentes que orienten su actuación policial con valores como el compromiso, la integridad, la neutralidad y la profesionalidad, asegurando que esos principios son los que le dan a la Policía Nacional la "legitimidad social".
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