El Ministerio del Interior ha decidido acercar a una cárcel próxima a su domicilio al etarra Francisco José Ramada Estévez, según informa la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) tras haber recibido la comunicación de este traslado. Ramada Estévez cumple 26 años y 3 meses por los secuestros de Cosme Delclaux y José María Aldaya entre otros delitos terroristas.
Este terrorista pasará de la cárcel de Murcia II a la prisión de Pamplona. “Esta vez se ha traspasado una línea roja más: Interior ha cedido a una reivindicación histórica de ETA y ha realizado su primer acercamiento de un etarra a una prisión cercana a su domicilio”, denuncia la AVT, que exige a los etarras “colaboración con la Justicia y autocrítica”. “No sólo como demostración sincera de arrepentimiento, si no también para poder valorar un verdadero pronóstico favorable de reinserción de los presos”, añade el colectivo.
Interior ha informado a las víctimas de que este traslado se llevará a cabo “cuando lo permitan las condiciones sanitarias”. Ramada Estévez ingresó en prisión el 13 de enero de 2001. Cumplirá las tres cuartas partes de la pena en septiembre de 2020. Según el departamento que dirige Grande Marlaska, el preso “asume la legalidad penitenciaria”. Según el Ministerio La Junta de Tratamiento de la prisión Murcia I ha propuesto su progresión a segundo grado y "el traslado a un centro próximo a su vinculación familiar".
El pasado marzo, el diario Gara, informaba de que la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le había denegado la progresión al segundo grado después de que se la hubiese aprobado el juez central de vigilancia penitenciaria. En el pasado ha dado muestras ser un preso problemático. En 2012 fue condenado por la Audiencia Provincial de Castellón por agredir a un funcionario de prisiones. Los últimos informes de la cárcel informan de que tiene actitud positiva, según fuentes conocedoras de su situación.
Trasladado en 2010 a Asturias
En 2010 fue trasladado a la cárcel Villabona (Asturias) que entonces el Gobierno usaba como laboratorio para medir a los presos de ETA críticos con la banda, quienes progresaban en su distanciamiento eran trasladados a Nanclares de Oca (Álava). Los que no daban muestras de rehabilitación o ruptura con su pasado, eran alejados de nuevo.
La Audiencia Nacional condenó en 2004 a Ramada Estévez por el secuestro del industrial José María Aldaya, quien permaneció en poder de ETA desde el 8 de mayo de 1995 hasta el 13 de abril de 1996. Dos años antes ya había sido condenado por el secuestro del empresario Cosme Delclaux durante 232 días desde el 11 de noviembre de 1996.
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