Leonardo Marcos será desde la próxima semana el nuevo director general de la Guardia Civil. Será la cuarta persona que ocupa este cargo bajo la dirección de Fernando Grande-Marlaska en el Ministerio del Interior. Mercedes González, que ha durado poco más de dos meses, ha tenido que dimitir al ser incluida en las listas electorales del PSOE para las próximas elecciones generales del 23 de julio. Marcos actualmente era director general de Protección Civil y Emergencias.
El nombramiento oficial se producirá el próximo martes en el Consejo de Ministros a propuesta de Interior y de Defensa. González tomó posesión de su cargo el 4 de abril. Estará en el cargo poco más de dos meses donde apenas le ha dado tiempo para poder regenerar el Cuerpo. La actual directora de la Guardia Civil será la número 10 en la lista del PSOE por Madrid. Este puesto y su actual cometido no son compatibles, según especifica el artículo 55 de la Ley Electoral. Cuando la Junta Electoral ratifique las listas tendrá que dimitir del puesto.
Natural de Valderas (León), Marcos es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Cursó el programa de Alta Dirección en el Instituto Nacional de Administración Pública y pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Hasta su nombramiento como director general de Protección Civil y Emergencias en enero de 2020, había sido, entre otros destinos, secretario general de la Delegación del Gobierno en Castilla y León.
El historial del nuevo jefe de la Guardia Civil
También ha ejercido como inspector en la Inspección General del Ministerio del Interior, subdirector general de Recursos Humanos en el Instituto Nacional de Estadística y subdirector general de Posgrado y Doctorado en el Ministerio de Educación. También ha sido consejero de Información en las embajadas de España en Argentina, Estados Unidos y China.
Según informa el Ministerio del Interior, durante el mandato de Marcos como director general de Protección Civil y Emergencias, el Sistema Nacional de Protección Civil ha vivido "un proceso de potenciación y refuerzo mediante nuevos instrumentos y mecanismos de coordinación que han aumentado de manera considerable su eficiencia".
"Así ha podido comprobarse en episodios como la pandemia de la COVID-19, la erupción volcánica de la isla de La Palma, la borrasca Filomena, las DANAS y otras circunstancias meteorológicas dispares o los grandes incendios forestales sufridos en numerosos puntos del país", detallan.
Malestar en el Cuerpo
El fugaz paso de Mercedes González por el Cuerpo por las listas electorales ha creado un gran malestar en la Guardia Civil. La asociación mayoritaria Jucil ha criticado que esta situación es "otra cosa más de Interior", "quien no se ha preocupado para nada de la Guardia Civil ya que no les importa parada nada". A su juicio, en estos cuatro años solo ha hecho "debilitarla y desmantelarla". "No se han dado los medios necesarios y hay déficit de agentes", señalan desde este agrupación.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles valoran como "positivo" que la directora deje el cargo para ser candidata y hacer política. "Continuar en el puesto sería un problema para para mantener la neutralidad política", añaden fuentes de la entidad a Vozpópuli.
Por su parte, desde IGC consideran que el fugaz paso de González, tras su nombramiento el pasado mes de marzo, "no ha permitido valorar ningún aspecto, teniendo en cuanta que su contacto profesional con el mando y con las asociaciones profesionales ha sido prácticamente nulo".
En este sentido, desde los Independientes de la Guardia Civil destacan que la actual directora general "ni siquiera ha recibido de forma individual a ninguna asociación representativa".
Gran polvareda entre los mandos
La noticia ha levantado también una gran polvareda entre mandos de la Guardia Civil, que lamentan la "utilización política" de la institución: "Se ha convertido en un puerto de entrada y salida de cargos, más que en una dirección como tal del Cuerpo".
Y añaden: "Llevamos cuatro directores generales con el ministro Marlaska: [Félix] Azón, [María] Gámez, Mercedes González y quien esté por venir". Lamentan, además, que los últimos nombramientos hayan provocado fricciones entre Interior y Defensa, rompiendo el habitual consenso entre ambos departamentos para elegir al máximo representante del Instituto Armado.
Varias fuentes consultadas por este diario recuerdan que la cúpula de la Guardia Civil ha sufrido varios cambios de envergadura bajo la batuta de Marlaska. El primero fue el cese del jefe de la UCO, el coronel Sánchez Corbí. Después llegó la destitución del coronel Pérez de los Cobos, que arrastró un rosario de ceses y dimisiones entre los generales del cuerpo.
Leonardo Marcos, la gran incógnita
"La Guardia Civil es una institución apolítica, pero nos hemos convertido en una baza más de los políticos, entre nombramientos y reestructuraciones", señalan algunos mandos a este diario, manifestando su incertidumbre por su futuro más inmediato: "No sabemos ni quién nos va a dirigir ni por cuánto tiempo, la dirección general se ha convertido en un despacho caliente de entrada y salida".
Con este panorama sobre la mesa el nombramiento de Leonardo Marcos es una gran incógnita por el breve periodo de tiempo que falta de legislatura. Será la tercera persona que dirige la Guardia Civil en apenas unos meses. María Gámez dimitió el 22 de marzo al conocerse la investigación en torno a su marido por un presunto caso de corrupción. El puesto pasó a Mercedes González, quien tras poco más de ocho semanas en el cargo ha tenido que marcharse.
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