El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha evitado entonar el 'mea culpa' en Cádiz y asumir responsabilidades después del asesinato de dos guardias civiles en la costa de Barbate por una narcolancha. Pese a la denuncia de las principales asociaciones del cuerpo, el ministro ha reiterado "el compromiso" que estableció "en 2018" y ha reivindicado que está "más vivo que nunca".
Marlaska ha asegurado que el Gobierno lleva "cinco años implementando los medios materiales y personales necesarios" para luchar contra el narcotráfico y ha reiterado las palabras que dijo el viernes tras la reunión sobre el Plan de Seguridad del Campo de Gibraltar, en las que calificó de "éxito" el operativo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el Estrecho.
"Nos duele mucho, porque son nuestros hombres luchando contra el narcotráfico", ha señalado el ministro, que ha agradecido la cooperación internacional, "especialmente de la gendarmería marroquí, que se puso a nuestra disposición para evitar la huida de estos asesinos". Marlaska ha indicado que habrá "impunidad cero" y ha avisado a las organizaciones criminales: "Han dado con un hueso duro y no van a salirse con la suya".
Sobre la investigación, Marlaska ha anunciado que "no se descartan más detenciones" y que el Ministerio del Interior no va a permitir "un asesinato más de nuestros hombres y mujeres". Ha evitado hablar sobre la declaración de especial singularidad sobre el Campo de Gibraltar pese a que los guardias civiles llevan reclamándolo varios años.
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