El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha recordado este sábado en Segovia que la dispersión de presos de la banda terrorista ETA era una política antiterrorista y, una vez derrotada, el Gobierno en un estado de derecho se tiene que guiar por la Ley General Penitenciaria, que recoge que han de cumplir condena lo más cerca de su entorno social.
Así ha respondido a las críticas del PP por el acercamiento de presos a cárceles del País Vasco, que el ministro ha calificado de "indecentes" porque, ha insistido, una vez derrotada la banda no tiene sentido tomar medidas de política antiterrorista como esa dispersión.
Es más, ha añadido, en 1997, con el Gobierno de José María Aznar, cuando ETA "mataba y secuestraba", se acercaron a centros penitenciarios del País Vasco y Navarra a más de 500 presos. Por eso, ha calificado de "cinismo" estas críticas y ha asegurado que son "una utilización absolutamente indecente" de lo que ha sido la lucha antiterrorista de este país durante 50 años.
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