Reyes Maroto prepara una bomba política que sacuda la campaña de la izquierda en Madrid. Según ha sabido este diario de fuentes cercanas a la candidata del PSOE a la alcaldía de la capital, los socialistas intentan que Manuela Carmena cierre la lista socialista del próximo 28 de mayo para que, de manera simbólica, respalde el proyecto de Ferraz. Este órdago a la izquierda del PSOE llega tras la pelea de la exregidora con Podemos a cuyos dirigentes, en especial a la ministra Irene Montero, llamó de forma velada "soberbios infantiles" por no querer rectificar la ley del 'solo sí es sí' para corregir el efecto indeseado de rebajas de penas a los condenados por abuso sexual, que ya suman casi 300.
Lo cierto es que Maroto está construyendo su campaña con Carmena como referente. Ella misma se reconoce muy parecida a la exalcaldesa en la manera de comprender la política: diálogo desde la discrepancia respetuosa y pacto. La candidata del PSOE se ha reunido con ella en dos ocasiones. Una de ellas fue en Zapatelas, la tienda de ropa de la oenegé Cosiendo el Paro en la que colabora Carmena. El equipo de Maroto no quiere un regreso a la primera línea de la única alcaldesa de izquierdas que ha tenido Madrid en casi tres décadas. Es más, fuentes el entorno de Carmena descartan que esta termine aceptado aunque sí ve con buenos ojos el proyecto de Maroto. Pero los socialistas buscan una conexión total con ella. La ministra quiere erigirse en la heredera del 'carmenismo'; algo que rehusará hacer Rita Maestra, la candidata de Más Madrid, pese a que Carmena fue el germen del partido que fundó Íñigo Errejón como escisión morada tras la guerra de Vistalegre II.
En el PSOE son conscientes de que Carmena 'falló' a la hora de cumplir con los distritos que la auparon a la sala de mandos del Palacio de Cibeles. Por eso, la propia Maroto evitará convertirse en esta campaña en una máquina de promesas. Es más, si no las puede llevar a cabo, explicará a los madrileños el porqué. La ministra de Industria cree que se ha apuntado el tanto de que el alcalde, el popular José Luis Martínez-Almeida, solo confronte con ella. "Sanchismo o Madrid", es la dicotomía que está planteando el regidor. Y ella está encantada, porque su gran adversario le está dando la visibilidad que intenta obtener gracias al ministerio, aunque quiera salir ya de él para tomar el control total de sus proyectos como candidata.
Una pelea por el control de la campaña
Hasta ahora, la titular de Industria ha podido compaginar sus actos como miembro del Gobierno con los de partido, pero el tiempo apremia. Los roces entre su equipo y el secretario general del PSOE-M y candidato a la presidencia de la Comunidad, Juan Lobato, van en aumento, según fuentes conocedoras de la interna de la candidatura. Por eso, Maroto quiere 'olvidarse' del trabajo del ministerio, que ya ha renovado a buena parte de sus cargos intermedios. Pero, como inciden en Moncloa, solo el presidente del Gobierno decide cuándo pulsa el botón de la renovación del Ejecutivo que propicie la salida de Maroto y la de Carolina Darias, titular de Sanidad, que será la cabeza de la lista socialista en Las Palmas.
Lo cierto es que Lobato, que niega a Vozpópuli cualquier tipo de desavenencia con Maroto y su entorno, "quiere controlar" la campaña, mientras que la titular de Industria "va más por libre". En ello también inciden los secretarios generales de las agrupaciones, que machacan a Maroto con que debe ser dueña de la campaña. "Tú, tú y tú", le vienen a decir. Tras Maroto trabaja su jefe de gabinete en Industria, Juan Ignacio Díaz Bidart; un hombre de su absoluta confianza (casi el único de quien se fía) y que ya se enfrentó a Luis Arroyo, el consultor que eligió Ferraz para dirigir la mejor campaña contra el alcalde José Luis Martínez-Almeida. Pero las desavenencias entre ambos fueron tan grandes que el presidente del Ateneo de Madrid se apartó casi antes de haber arrancado. Ahora es la socialista Enma López, mano derecha de Lobato, quien planifica la campaña de Maroto.
No obstante, la ministra de Industria presume de conocer ya todas las agrupaciones locales del partido en la capital como la palma de su mano. También de estar plenamente coordinada con los respectivos secretarios generales. Maroto está convencida de que su actuación en el ministerio es su mejor carta de presentación y que los madrileños sabrán valorarlo. Su campaña estará centrada en los 21 distritos. Casi habrá 21 campañas diferentes en las que se hablará de barrios para reivindicar ese orgullo de Madrid que se ha impuesto en los últimos años y que se quiere disputar a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que también hace gala de él.
Madrid, desde la óptica nacional
Por el momento, Maroto no duda en seguir aprovechando el altavoz mediático que le proporciona Moncloa para seguir dándose a conocer. Ya entró en campaña en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, pese a ser el lugar menos indicado. Maroto quiere abordar los temas de Madrid desde la experiencia que le da el ministerio, uno de que más PIB controla del país. Ella misma se jacta de ver el potencial de la capital antes que nadie y desde un ángulo único. Por ejemplo, tiene obsesión por digitalizar la ciudad y hacerla más tecnológica casi que Seúl. Esa es una de sus bazas: la información que maneja y que no disponen el resto de candidatos para pensar un Madrid grande.
La candidata socialista sabe que la campaña para la alcaldía la llevará a tomar partido por asuntos que dividen a los madrileños aunque de momento ella se muestra equidistante. Por ejemplo, no es del Real Madrid ni del Atlético. Y ni se abre del todo ni se cierra a la ansiada Olimpiada capitalina. Eso sí, quiere quedarse en Madrid los próximos años para asentar el proyecto, consciente de que cuatro años no son suficientes. Tanto si llega a la alcaldía, como si se queda en la oposición.
Maroto, además, advierte de que quiere a su izquierda unida. No en vano, sabe que es muy probable que se necesiten acuerdos de coalición para desbancar a Martínez-Almeida. Las cosas en Madrid están más abiertas que en la Comunidad, donde la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, tiene a tiro de piedra la mayoría absoluta. Lo que está claro es que Maroto quiere a Carmena en su equipo, la 'Ayuso' de izquierdas que hace ocho años rompió con magdalenas décadas de gobiernos de derechas.
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