Juan Martínez Munuera, el árbitro que pitará la final de la Supercopa que se disputa este domingo, pagó servicios al hijo de José María Enríquez Negreira, según confirmó su hermano Miguel a la Guardia Civil. El también colegiado explicó en calidad de testigo a los investigadores del caso Negreira que su hermano contrató los servicios de Javier Enríquez porque "buscaba mejorar la concentración en su arbitraje".
Así se desprende del acta de su declaración, que forma parte de la pieza del sumario cuyo secreto se acaba de levantar, y en la que se ha investigado la documental incautada en el registro policial a la Sede del Comité Técnico de Árbitros (CTA) el pasado mes de septiembre.
Miguel Martínez Munuera declaró como testigo en las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia el 25 de julio del año pasado. Según expuso, su hermano le contrató porque no había 'coaches' conocidos por su zona y porque era conocido por su trayectoria en la selección nacional. Sin embargo, expuso que no cree que estas contrataciones influyeran en la carrera deportiva de su hermano porque "coincidió con los peores seis meses de su carrera deportiva".
"Conocido" del hijo de Negreira
Preguntado para que dijera si le constaba que algún compañero hubiera contratado los servicios del hijo de Negreira, Martínez Munuera expuso que su hermano lo hizo porque pensaba que podía ayudarle en ese sentido. Al hilo dijo que las sesiones eran telemáticas y que desconocía el importe que abonó por las mismas, aunque sí confirmó que las costeaba con transferencias.
Además, defendió el contenido de estos trabajos que ahora se investigan en un juzgado de Barcelona en tanto se trataba de informes técnicos que podían tener relevancia para los equipos de fútbol porque les permitía "conocer el perfil del árbitro". No obstante, negó que estas contrataciones pudieran influir en la competición, descartando que Negreira controlara a los árbitros.
Martínez Munuera se desvinculó de los pagos del Bará a Negreira y dijo que estos contratos no influyeron en la actuación de los árbitros que pitaron los partidos del club culé. La investigación ha acreditado que son varios los árbitros los que pagaron al exúmero dos del CTA y su hijo
La causa, que investiga los pagos de más de 7 millones del Barça a Negreira mientras este fue 'número dos' del CTA, puso el foco en los presuntos pagos o dádivas que el colegiado habría girado a otros árbitros a cambio, presuntamente, de beneficiar al club culé. Así, se tomó declaración a una serie de colegiados, a los que se les preguntó por sus vínculos con Negreira y con su hijo, quien también facturó al Barça por presuntos servicios de coaching.
En lo que respecta a Martínez Munuera, explicó que nunca vio a Enríquez Romero grabar las concentraciones de los árbitros aunque sí confirmó que eran "conocidos". Según dijo, cuando iban a arbitrar al Barça o al Español, éste les recogía en el hotel con su Mercedes y otros vehículos. Éste les acompañaba al interior del estadio, sin llegar a entrar al vestuario arbitral.
"No influyó en los árbitros"
Aunque dijo que desconocía las contrataciones del Barça, sí explicó que no cree que los pagos a Negreira pudieran influir en la proyección profesional de los árbitros. "De no haber creído que podía ayudar en su formación, jamás lo hubiera contratado. Porque de hecho, los árbitros son reacios a contratar servicios que pudieran estar vinculados de alguna manera con el CTA y prefieren hacerlo con personas externas", expuso.
Su declaración forma parte de la pieza cuyo secreto se acaba de levantar y a la que ha tenido acceso Vozpópuli con la que los investigadores tratan de esclarecer la verdadera naturaleza de los pagos a Negreira. Cabe recordar que el magistrado que dirige la causa, Joaquín Aguirre, imputó recientemente al Barça por delito de cohecho, así como a los expresidentes Sandro Rosell y Josep María Bartomeu.
José Luis González González dijo que si el Barça pagó a Negreira es porque querría sacar algún beneficio deportivo y que éste, a cambio, les haría entender que tenía algún poder sobre los árbitros. Dijo que vio los informes y que eran inútiles
El instructor, que en sus autos habla de "corrupción sistemática en el arbitraje español" considera que Negreira, en su condición de 'número dos' de Victoriano Sánchez Arminio, tenía el concepto legal de funcionario.
"Participaba del ejercicio de funciones públicas durante el periodo de tiempo en el que el FC Barcelona le pagó. Precisamente dejó de pagarle cuando cesó en su cargo de vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. De aquí se deriva, al menos con carácter indiciario, que los pagos se hicieron en atención al cargo que desempeñaba como vicepresidente del CTA", alegó el magistrado en un reciente auto.
González González: "El Barça querría algún beneficio"
Además de Martínez Munuera, la Guardia Civil tomó declaración en esos meses a colegiados como Fernando Román Román, Ignacio Fernández Hinojosa, Antonio Miguel Mateu Lahoz, Ignacio Iglesias Villanueva, javier Arberola Rojas (que confirmó que contrató a los Negreira) o José Luis González González.
Este último expuso que desconocía de los pagos millonarios del Barça pero que si los abonó es que "querrían sacar algún beneficio deportivo". De hecho, expuso que quería entender que el exdirigente arbitral les haría entender que "tenía algún poder sobre los árbitros" y que se aprovecharon de la figura del propio vicepresidente "para obtener un beneficio económico entre el propio vicepresidente y miembros del club".
Sobre los informes de coaching en cuestión dijo que los había visto y que le parecían "inútiles". "Era un mero trámite para justificar los cobros".
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