Los hoteleros de la Comunidad Valenciana se encuentran en una encrucijada que podría tener graves repercusiones para el sector turístico. Los viajes del IMSERSO han estado presentes en España con mucho furor durante los últimos años y han dejado miles de beneficios en las costas españolas. En este sentido, en la Comunidad Valenciana, ante el incremento de los costes operativos y la falta de ajuste en las tarifas pagadas por los usuarios del programa de turismo social del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), los empresarios han lanzado una advertencia severa al Gobierno central: si no se modifican las condiciones actuales, los hoteles participantes podrían cerrar sus puertas a los viajeros del Imserso.
El presidente de la Comisión del Imserso de la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (Hosbec), Toni Mayor, ha expresado su preocupación por la situación actual, destacando la gravedad de las circunstancias y las posibles consecuencias si el Gobierno no responde a las demandas del sector.
Un servicio de pérdidas desde la pandemia del Covid-19
Los hoteleros han estado lidiando con un aumento significativo en los costos de energía y alimentación, sin embargo, estos incrementos no se han reflejado en las tarifas que pagan los usuarios del Imserso.
Desde que terminó la pandemia del Covid-19, los hoteleros reclamaban unas mejoras, tanto de condiciones como económicas, para poder hacer frente a las pérdidas después del parón y de la situación en la que se encontraban muchos de sus proveedores, en ERTE. En concreto, se cobra desde 2020 entre 22 y 24 euros por pernoctación completa, una cifra que no alcanza a cubrir los servicios de comida, limpieza y animación, entre muchos otros que conforman el programa del imserso. De hecho, esto difiere con el objetivo inicial: el programa del IMSERSO se creó para mantener puestos de trabajo en el sector y que el Gobierno, en cierta medida, no tuviese que sufragar a las personas que se encontraban en paro. Sin embargo, la situación actual es distinta: los hoteleros no logran conseguir beneficios, trabajan expuestos a pérdidas.
Las tarifas actuales, que llevan años sin cambios, han generado una situación insostenible en la que los hoteles operan con pérdidas al brindar un servicio que, paradójicamente, es fundamental para la continuidad del turismo durante la temporada baja. Tanto por el disfrute y prestación de servicios a nuestros mayores, como para mantener el turismo el resto del año que, inevitablemente en los meses de invierno, con esta situación, disminuye en su mayoría.
"Desde el sector hotelero hemos tenido que asumir la subida de precios de la energía, de alimentación… Y el Gobierno de España no sube nada el precio que pagan los usuarios por el servicio que damos, que llevan años congelados a pesar del aumento de precios de todo y que estamos sufriendo nosotros", afirmó Toni Mayora los medios. Esta situación ha llevado a los hoteleros a considerar seriamente la opción de cerrar sus establecimientos en lugar de seguir ofreciendo un servicio que, bajo las condiciones actuales, resulta insostenible.
La exigencia de una revisión tarifaria
La principal demanda del sector y es un aumento justo en las tarifas, que los hoteleros estiman debería situarse en un rango de ocho a diez euros adicionales por persona. "Pedimos a Servicios Sociales que suba algo los precios para dejar de estar dando un servicio a pérdidas. Para que la subida fuera justa, debería subir ocho o diez euros por persona, pero pedimos que negocien algo por parte del Ministerio de Turismo y de Servicios Sociales", explicó Mayor.
Por su parte, el portavoz de Turismo del GPP, Agustín Almodóbar, ha presentado una moción de censura para exigir al Ejecutivo que “proceda de manera inmediata a la tramitación de una nueva contratación del Programa de Viajes de cara a la organización, gestión y desarrollo de la próxima temporada”. Además, denuncia que “el desconocimiento, pasividad y absoluta incompetencia” del ministro Bustinduy, que unido a la “falta de implicación” del ministro Hereu ponen en “una delicada situación de supervivencia” al programa de vacaciones del IMSERSO.
Este ajuste es visto como esencial no solo para que los hoteles puedan dejar de operar con pérdidas, sino también para garantizar la calidad del servicio, un aspecto que ha sido clave en la alta satisfacción de los usuarios del programa del IMSERSO. Sin embargo, hasta el momento, las demandas del sector no han encontrado respuesta en el Ejecutivo, lo que ha incrementado la frustración entre los hoteleros.
A pesar de que el hotel firma con la empresa adjudicataria Ávoris, que también necesitaría mejorar algunas condiciones “que no se han cumplido”, la responsabilidad cae directamente en el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
En este contexto, el senador por Alicante advierte a la bancada socialista que, si el Gobierno acaba prorrogando el programa, “deben ser conscientes del grave problema económico que van a generar a centenares de empresas y trabajadores del sector turístico, con el gran perjuicio que ello generará para los usuarios”. Además, hay que tener en cuenta que un estudio de la Universidad de Alicante fija el coste de producción de temporada de 2023-2024, de una pernoctación del Imserso en 34,20 euros, aproximadamente 10 euros más de lo que cobran actualmente a los usuarios del programa.
El silencio del Gobierno y la desesperación del sector hotelero por el programa del IMSERSO
La situación se agrava por lo que los hoteleros perciben como una falta de comunicación y apoyo por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Según Almodóbar, las solicitudes de reunión para discutir las necesidades del sector han sido ignoradas, lo que ha dejado a los empresarios sin opciones para negociar y encontrar una solución viable.
"Desde el Ministerio de Derechos Sociales no dan opción a que se escuche al sector. Ni siquiera les reciben para explicarles las demandas”, lamenta el portavoz de Turismo. Esta falta de comunicación ha generado un clima de desesperación en el sector, que teme que la falta de acción por parte del Gobierno pueda resultar en el colapso del programa del Imserso en la Comunidad Valenciana.
El riesgo para el turismo en la Comunidad Valenciana
La Comunidad Valenciana podría ver una reducción significativa en la oferta de servicios para los viajeros del Imserso si no se toman medidas urgentes. La posible salida de los hoteles valencianos del programa afectaría a miles de usuarios que dependen de estos viajes para disfrutar de sus vacaciones, al mismo tiempo que pondría en riesgo la viabilidad económica de los establecimientos que participan en el programa y el resto de proveedores y empresas.
Hay que tener en cuenta que varios Gobiernos autonómicos ofrecen al programa una ayuda de 6 euros, aparte de la cifra estipulada por cada usuario, lo que permite una ayuda extra para sufragar los gastos de los servicios que se ofrecen. Aun así, para los hoteleros no es suficiente porque no consiguen abarcar todos los gastos, que incluyen al resto de proveedores.
La falta de acuerdo sobre las tarifas ha llevado a que la negociación se prolongue más allá del plazo inicial del 31 de julio, extendiéndose durante el mes de agosto y parte de septiembre. Sin embargo, este retraso ha incrementado la incertidumbre, y cada vez es más probable que los viajes del Imserso a la Comunidad Valenciana se retrasen hasta octubre, o incluso que no lleguen a celebrarse.
La posibilidad de acuerdo, en el ”aire”
A pesar del clima tenso que rodea las negociaciones, todavía existe un rayo de esperanza. Desde Hosbec, la patronal de los hoteles valencianos, se mantiene un cierto optimismo de que se pueda llegar a un acuerdo antes de que finalice agosto. Sin embargo, este optimismo está matizado por la realidad de que, tal y como explica Almodóbar, “si no se incrementa el precio de uno o dos euros por persona, muchos hoteles podrían decidir cerrar sus puertas durante la temporada baja. Están trabajando totalmente a pérdidas y no les compensa”.
"Los hoteleros de la Comunidad Valenciana no quieren estas condiciones, pero sí que hay una voluntad de llegar a un acuerdo. Sin embargo, si no se incrementa ese precio de uno o dos euros, puede que algunos hoteles de la Comunidad Valenciana decidan cerrar en esas fechas y que no se llegue a un acuerdo. El problema realmente es que no se les ha abierto ninguna puerta a los hoteleros para que se les escuche, no han dado opción desde el Ministerio de Derechos Sociales”, explicó Almodóbar.
La posibilidad de un acuerdo depende en gran medida de la voluntad del Gobierno de escuchar las demandas del sector y realizar los ajustes necesarios para que el programa del Imserso pueda continuar siendo viable. La continuidad de este programa no solo es esencial para los usuarios, sino también para el mantenimiento del empleo y la actividad económica en una región que, de lo contrario, podría enfrentarse a una temporada baja particularmente difícil.
La implicación de las administraciones locales
Ante la inacción del Gobierno central, los hoteleros también han hecho un llamamiento a las administraciones autonómica y provincial para que intervengan en la situación. Hace dos años, la Generalitat Valenciana y la Diputación de Alicante aportaron fondos que, aunque insuficientes, ayudaron a paliar temporalmente la crisis. En esta ocasión, los hoteleros esperan que estas administraciones tomen medidas adicionales para apoyar al sector en un momento crítico.
La intervención de las administraciones locales podría ser un factor decisivo para evitar el colapso del programa del IMSERSOen la Comunidad Valenciana. Sin embargo, la responsabilidad última recae en el Gobierno central, que debe reconocer la importancia de este programa tanto para los usuarios como para la economía regional, y actuar en consecuencia.
La situación que enfrentan los hoteleros de la Comunidad Valenciana, especialmente en la zona alicantina, es un reflejo de una crisis más amplia en el sector turístico, donde los aumentos en los costos operativos y la falta de ajuste en las tarifas están poniendo en riesgo la viabilidad de servicios clave como el programa del Imserso. Sin una respuesta adecuada por parte del Gobierno, es probable que los hoteles valencianos decidan abandonar el programa, lo que tendría graves consecuencias tanto para los usuarios como para la economía regional.
