Más Madrid ha despojado a su senador autonómico y exnúmero dos de Íñigo Errejón, Pablo Gómez Perpinyà, de su condición de representante legal como presidente del partido en el registro de formaciones del Ministerio del Interior en favor de la coportavoz Manuela Bergerot. El entorno de la líder, Mónica García, explica que no hay ninguna lectura política y que se trata de meros "cambios ordinarios".
No obstante, según ha sabido Vozpópuli, Perpinyà ha sido laminado porque García "no se fía" de un exnúmero dos de Errejón. Y es que el recelo entre ambos sigue marcando su relación por el coqueteo de la líder autonómica con el proyecto político de Yolanda Díaz del que Errejón recela aún más. Lo cierto es que el hoy senador autonómico fue la mano derecha del líder de Más País cuando decidió construir Más Madrid y traicionar a Podemos.
El problema es que Perpinyà perdió el control del partido tras las primarias de junio de 2020 en la que los inscritos de Más Madrid catapultaron a Rita Maestre a nivel municipal y a la propia García en la Comunidad. Así, el senador, hasta entonces portavoz en la Asamblea de Madrid en sustitución de Errejón, quedó apartado y, finalmente, fue enviado al Senado por designación autonómica el pasado verano, un lugar conocido por ser un 'cementerio' político.
La brecha Errejón
El partido de García explica que los cambios que han atravesado en los últimos años la carrera política de Perpinyà no implican una pérdida de confianza en él: "Nadie que no tiene la máxima confianza de Mónica [García] estaría ahí". Pero, según ha sabido este diario, el senador se ha quedado aislado entre dos lealtades. Y es que Errejón y él perdieron relación tras la apuesta del líder de Más País por crear otra organización.
En verdad, Perpinyà se subió al carro de Errejón con la seguridad de que la nueva criatura política "verde" se circunscribiría solo al ámbito madrileño. Por eso, el salto de Errejón al Congreso de los Diputados pilló al senador con el pie cambiado. Además, la apuesta política de Errejón para seguir el camino en la Comunidad de Madrid fue Mónica García y no él, pese a que fue el fundador oficial del partido.
Algunas fuentes, incluso, refieren que ambos están "peleados". Eso sí, Perpinyà sigue formando parte de la dirección del grupo parlamentario pese al auge de García, quien tras convertirse en la líder de la oposición el pasado 4 de mayo, decidió poner de número dos y tres en la Cámara a otras dos mujeres: María Pastor, de los Verdes, como portavoz adjunta segunda y la propia Bergerot que le ha quitado la 'propiedad' legal del partido.
García, centrada en Madrid
Mónica García está centrada en la política regional desde que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, pausó su proceso de escucha. El acto de Valencia el pasado 13 de noviembre, en el que participó junto a Díaz para hablar de política y liderazgos femeninos, fue el pistoletazo de salida de una alianza que pretende desembocar en Más Madrid como fuerza principal de la plataforma de Díaz en la Comunidad.
García debe trabajar para unir bajo su liderazgo a todas las fuerzas progresistas a la izquierda del PSOE en la región, aunque esa es una etiqueta que no gusta a la propia número dos de Pedro Sánchez. Además, el partido reitera una y otra vez que "no hay nada de eso en la cabeza". Oficialmente, Más Madrid sigue reticente a la idea de fusionarse con Podemos o integrarlos en una suerte de "frente amplio" madrileño.
Pero no hay que olvidar es que hoy en día cualquier movimiento político en la Comunidad de Madrid pasa por García. Más Madrid es ahora el partido hegemón en la izquierda. Es la principal fuerza política después del PP y su líder es el alter ego de la presidenta, la popular Isabel Díaz Ayuso. Por eso, en Unidas Podemos, conscientes de que Más Madrid tiene la sartén por el mango, empieza a hacer ruido el ánimo de gran parte de la militancia: "Olvidémonos de las peleas del pasado y vayamos todos juntos".
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