España

Más mujeres y más jóvenes: 21.000 visitas médicas en cinco años por las 'leyes trans'

Un informe realizado por Confluencia Movimiento Feminista revela el 'boom' de personas atendidas en las unidades de identidad de género en los últimos años como resultado paralelo a la aprobación de leyes y protocolos trans en las Comunidades Autónomas

Cada vez más personas son atendidas por las unidades especializadas en el tratamiento de la identidad de género (UIG) en todas las Comunidades Autónomas. Se trata de más mujeres, más jóvenes y menores de edad, mayoritariamente niñas y chicas adolescentes, según un informe pionero realizado por Confluencia Movimiento Feminista. Estos resultados son fruto del primer estudio a nivel estatal de la realidad trans en España con el objetivo de analizar el impacto en la salud de personas adultas y menores de las diferentes leyes y protocolos trans aprobados y en vigor, así como, del "modelo afirmativo" en el Estado español. 

Los datos que reúnen en su conjunto revelan un aumento exponencial del número de personas dispuestas a la reasignación sexual en todas las regiones del país. En términos generales, en España, desde 2017 a 2021 y de forma acelerada en los últimos dos, al menos 20.755 personas entre nueve y cuarenta años habrían sido atendidas en las UIG. Son más mujeres que hombres, concentradas en el grupo de edad de entre 14 y 25 años.

Las cifras no tienen en cuenta la sanidad privada, por lo que, junto a las autonomías que faltan, los porcentajes podrían ser muy superiores

Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, el número de personas atendidas crece más de un 10.000% entre 2016 y 2021. En Cataluña, el crecimiento es de un 7000% entre 2012 y 2021, aumentando un 40% entre 2020 y 2021 el número de casos nuevos. En el caso de Cantabria, la subida entre 2015 y 2021 es del 700%. En Canarias destaca el crecimiento de 190 personas atendidas en 2020 a 647 en 2021. Un incremento notable al tratarse de un solo año de diferencia.

Todas estas cifras pertenecen al circuito sanitario público, es decir, sin contar con las personas tratadas en la sanidad privada. De este modo, junto a las autonomías que faltan, la realidad arrojaría probablemente porcentajes muy superiores a los presentados en el estudio.

La tendencia "más alarmante"

Lo que más preocupa al colectivo feminista es el incremento de personas adolescentes y adultas jóvenes en todas las autonomías que acuden a las UIG. En algunos casos, como en Cantabria, el 65% de los pacientes atendidos en psicolosexología tienen menos de 21 años y la mayoría son mujeres. En Murcia, entre 2017 y julio de 2022, de los menores de edad atendidos en Endocrinología infantil del HCUVA, el 60% fueron niñas y el 79% fueron menores entre los 11 y los 18 años. Asimismo, del total de personas trans atendidas, el 64% tiene menos de 19 años, con la máxima concentración en la adolescencia, entre los 15 y los 19 años.

En el caso de las niñas y adolescentes catalanas entre 10 y 14 años, las atenciones médicas aumentaron un 5.700% entre 2015 y 2021. En Andalucía, con mayor detalle, desde 2016 el porcentaje de menores sobre todas las personas atendidas crece de forma continua hasta el 610% en octubre de 2022, pasando del 10% a casi la mitad de todas las personas atendidas; en el período 1999-2009 los menores de edad constituían el 8% del total de pacientes.

Por otra parte, esta evolución es también visible en la disminución de la edad promedio de los pacientes de las primeras visitas. Por ejemplo, en Cataluña, entre 2012 y 2020 la edad media de las personas atendidas por el Servei Trànsit desciende de 34 a 22 años. En Andalucía, en la Unidad de Atención a las Personas Transexuales de Málaga, el porcentaje de menores de edad (respecto a mayores) en Endocrinología ha aumentado de forma constante desde 2016: de un 11% a un 48% en 2022. En Cantabria, la edad predominante se sitúa entre los 16 y los 20 años, siendo las mujeres el 49% de los casos.

En las Islas Baleares, en cuanto al cambio de nombre y sexo en la tarjeta sanitaria en 2017-2021 pone de relieve un dato representativo: en los datos por sexo y edad destaca, en todos los años sobre los que hay datos, el grupo de mujeres de 14-23 años (77%) y la mínima incidencia desde los 34 años en adelante.

Henar Sastre, representante de Confluencia Movimiento Feminista, admite que aunque "las respuestas a este fenómeno son muchas", se atribuyen a la polémica teoría de 'contagio social'. Señala que "hay muchos datos e informaciones" de otros países que observan "cómo niñas deprimidas lo ven como la 'solución mágica' a esa vulnerabilidad en vez de ahondar en lo que puede haber detrás de esa fragilidad". Esto también sucede con "niños con rasgos autistas o que tienen una disconformidad con su cuerpo y que están pasando una crisis en la adolescencia".

Mínimo 1000 'menores sanos', entre 2019 y 2021, habrían iniciado tratamientos para detener su desarrollo puberal con fármacos sin ficha técnica y de forma experimental

En cuanto al sexo biológico, es significativo el cambio tendencia: se observa un incremento de primeras visitas de mujeres respecto a hombres y en personas adolescentes y adultas jóvenes. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, entre 2012 y 2021, el número de niñas y chicas adolescentes en consultas externas y salud mental relacionadas con la identidad de género se ha incrementado un 9100% frente al 4600% en niños y chicos adolescentes. En Navarra, el incremento entre 2012 y 2021 es del 3600% en mujeres y del 250% en hombres.

Del mismo modo, el movimiento feminista recoge un mayor número de mujeres que de hombres que han sido intervenidas quirúrgicamente: en Cantabria, el 82% son mujeres y en Canarias el porcentaje asciende hasta el 87%. Confluencia resalta la diferencia entre cada uno de ellos: las intervenciones quirúrgicas que se realizan sobre mujeres implican una "muy superior pérdida de funciones biológicas y esterilidad que las que se realizan los hombres". En este caso, un mínimo de 1000 "mujeres sanas", entre 2016 y 2021, habrían sido intervenidas quirúrgicamente con efectos irreversibles. Entre estos, se incluyen la doble amputación de mamas y otras extracciones de sus genitales.

Es significativo cómo al menos 12.205 "personas sanas", en el periodo 2018-2021 -más mujeres que hombres- entre 16 a 25 años, habrían comenzado tratamientos con hormonas cruzadas. Al igual que, más de 1000 menores sanos, entre 2019 y 2021, habrían iniciado tratamientos para "detener artificialmente su desarrollo puberal con fármacos sin ficha técnica, de forma experimental e irreversibles para su salud".

"El 'solo sí es sí' no va a ser nada para lo que se viene"

En Vozpópuli, numerosos expertos han denunciado el peligro de los contenidos de las charlas afectivo sexuales porque "confunde a los menores" e influye en el "aumento de casos de niños trans". También que estos talleres influyen en "la inseguridad típica de la adolescencia tiene su origen en que su cuerpo no es el correcto".

Con todo, Confluencia Movimiento Feminista concluye que debería priorizarse "las herramientas de abordaje psicológico por encima del farmacológico en el caso de los menores, siguiendo la experiencia de países como Reino Unido, Suecia, Finlandia, Francia y Australia". Más aún, teniendo en cuenta que, "la evidencia científica sobre los beneficios de bloqueadores de la pubertad es escasa y que tanto los fármacos bloqueadores de la pubertad como la terapia hormonal de afirmación se utilizan fuera de ficha técnica". El informe también saca como conclusión que estos fármacos "tienen efectos adversos y carecen de suficientes estudios a largo plazo". Bajo estas cuestiones, Henar Sastre asegura que "se está experimentando, sobre todo, con las niñas; la ley del 'solo sí es sí' no va a ser nada para lo que se viene".

Confluencia Movimiento Feminista se creó en julio de 2020 con el objetivo de aunar esfuerzos entre organizaciones feministas del Estado español. En diciembre de 2021, ante la "enorme preocupación" por el avance de la 'ideología transgenerista' y la "prisa del Gobierno" por aprobar la legislación innovadora del Ministerio de Igualdad, se propusieron hacer un informe lo más exhaustivo posible con los datos aportados por las diferentes consejerías de salud de las Comunidades Autónomas al respecto. Ahora bien, muchas localidades optaron por no facilitar la información requerida y, en cambio, otras proporcionaron datos sin desagregar. 

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