El caso Mascarillas no imputará al primo de José Luis Martínez-Almeida. La Audiencia Provincial de Madrid ha dado la razón al juez instructor del procedimiento alegando que no hay indicios suficientes para citar a Carlos Martínez-Almeida como investigado por un delito de tráfico de influencias. Los magistrados de la Sección Tercera explican en su auto que no hay pruebas suficientes que le impliquen en el procedimiento abierto por supuesta estafa al Ayuntamiento de Madrid en la compraventa de material sanitario.
La Audiencia de Madrid desestima el recurso interpuesto por el PSOE y el Grupo Municipal socialista que consideraron que se tenía que citar al primo del alcalde de Madrid por mediar entre el consistorio y el comisionista Luis Medina. El órgano considera que el hecho de que le diera a Medina el teléfono el correo electrónico de la Coordinadora de Presupuestos y Recursos Humanos del Ayuntamiento de Madrid, Elena Collado, no es óbice para implicarle en el procedimiento.
"La sola circunstancia no conlleva necesariamente la realización de ulteriores presiones o intentos de manipulación torticera en su esfera de poder apoyándose en la circunstancia de su parentesco con el Alcalde del Ayuntamiento de Madrid. Ningún dato consta en tal sentido más allá de las afirmaciones de la acusación citada que sólo lo puede considerar como potencialmente posible", reza el auto.
La sola circunstancia de haber proporcionado el teléfono no conlleva necesariamente la realización de intentos de manipulación torticera
La imputación por delito de tráfico de influencias conllevaría que se Carlos Martínez Almeida, que declaró como testigo, hubiera aprovechado su posición de superioridad para "presionar psicológicamente al inferior". "Es necesario apreciar el concurso de datos objetivos que resulten indicativos de la realidad de una presión moral, que además resulte eficiente sobre la voluntad de quien ha de resolver, y ello con objeto de alterar el proceso motivador introduciendo elementos ajenos a los intereses públicos", explican.
Respaldo al juez del caso Mascarillas
Así pues entienden que, una cosa es informar a alguien conocido sobre datos que permiten dirigirse a un funcionario y otra cualitativamente distinta es "ejercer actuación de presión moral" sobre el mismo. Además precisan que no basta con meras sospechas sobre la posible comisión de un delito si no se encuentran elementos indiciarios que sustente de manera razonable esta hipótesis. De lo contrario, dicen, "cualquier ciudadano podría verse sometido a una investigación basada en la mera apariencia y en la afirmación voluntarista de la parte que acusa".
Carlos Martínez-Almeida Morales declaró como testigo ante el juez del caso mascarillas en mayo que, efectivamente, medió para entregar a Medina un correo genérico del Ayuntamiento. El hijo de Naty Abascal se lo pidió para ofrecer sus servicios y traer un lote de mascarillas y productos sanitarios en pleno inicio de la pandemia. No obstante, dejó claro que nunca habló de este asunto con el alcalde de Madrid y dijo que actuó para poner en contacto a Medina con el consistorio porque pensaba que su actuación era de carácter altruista.
Aunque las acusaciones populares han insistido en imputar al primo del edil, ni la Fiscalía Anticorrupción ni el magistrado al frente de la causa, Adolfo Carretero, han defendido esta pretensión. El Ministerio Público sostuvo en relación a esta diligencia que lo que pudiera aportar Carlos Martínez Almeida era "irrelevante". El foco se mantiene sobre Medina y su socio en la operación Alberto Luceño por mediar en este pelotazo con el que ambos empresarios percibieron comisiones de seis millones de euros.
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