"Hemos dado una marcha atrás muy importante en la búsqueda de la justicia". Son las demoledoras palabras a Vozpópuli de Rocío, la madre Antonio Hag, alias 'Peke'. Este miércoles se cumplen dos años del asesinato de su hijo y su nuera tras una pedida de mano en la localidad madrileña de El Álamo y los presuntos responsables están en libertad.
Su presunto asesino estuvo escondido ocho meses, pagó a dos personas para que se inculparan y, después, su hijo menor de edad dijo ser el conductor del coche. Hace dos semanas el juez le impuso una fianza de 6.000 euros que pagó y ya se encuentra en la calle ante la familia de las víctimas.
La sangrienta pedida de mano de El Álamo se produjo la noche del 26 de julio de 2020. La celebración se estaba organizando en un restaurante de la localidad madrileña. Había unas 70 personas, la gran mayoría de invitados de la familia del novio. Los allegados de la chica eran de Badajoz.
El BMW del 'Chote'
Una discusión por la música que se estaba reproduciendo en los altavoces generó una gran reyerta con palos y puñetazos. Antonio, alias Peke, casi fue linchado y huyó a la carrera junto a su mujer Jessica Márquez y Lucía, una joven de 18 años.
En ese momento, según las averiguaciones del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil, el presunto asesino Jesús G.G., alias el 'Chote', llegó al lugar en un BMW, acompañado de su hijo, menor de edad, y otras dos personas más. Al ver la situación fue en búsqueda de Antonio y Jessica, quienes finalmente murieron fueron atropellados. Lucía acabó gravemente herida y tendrá secuelas toda su vida.
Dos años después de la trágica pedida de mano, el presunto responsable que conducía el vehículo ya se encuentra en libertad. El pasado 12 de julio el Chote salió libre por decisión el Juzgado de Instrucción número 5 de Navalcarnero. Tuvo que pagar una fianza de 6.000 euros para abandonar la prisión donde ha estado 16 meses a la espera del juicio.
Pagó la fianza en 45 minutos
Tanto el juez como la Fiscalía variaron sus posiciones ya consideran que ahora no existe riesgo de fuga a raíz de la declaración del hijo menor de este hombre. En menos de 45 minutos consiguió el dinero que le impusieron para salir de la cárcel.
Para llegar a este hombre, la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid tuvo que realizar un meticuloso y laborioso trabajo. Según sus averiguaciones, el Chote presuntamente pagó 4.000 euros a dos personas, a Said y a Jon, para que se inculparan del doble homicidio. Uno de ellos llegó a presentarse en la sede del instituto armado mientras que el otro huyó con el dinero.
Después, su hijo menor de edad dijo que conducía el vehículo en el momento del arrollamiento. Una circunstancia que fue rechazada por los investigadores de la Guardia Civil. A pesar de todo, el Chote ya se encuentra en libertad. Para expresar su indignación los familias de las víctimas han organizado una concentración este miércoles en la Plaza Roja de Vallecas a las 20.30 horas. "Justicia para las víctimas y sus familia", es el lema escogido para recordar a Antonio y Jessica. Solo uno de los presuntos asesinos ha estado en prisión provisional 16 meses, recuerdan.
Escondido durante ocho meses
Una de las cabezas visibles de esta protesta será Rocío, la madre de Antonio. "Mi hijo y mi nuera iban corriendo por un campo y este individuo se metió dentro para atropellarles. No hubo defensa posible. Estuvo fugado ocho meses. En ese tiempo no escolarizó a su hijo en el colegio ni cobró la paga de su hijo discapacitado", recuerda la progenitora de uno de las víctimas.
Rocío subraya que este hombre obligó a sus dos machacas a "poner sus huellas en el volante y en la caja de cambios" para despistar a los investigadores. "Estamos indignadísimos, toda la familia, los amigos y los vecinos. Es una vergüenza", clama esta madre que perdió a su hijo cuando tenía 27 años.
Donde no tiene dudas esta mujer es en el ingente trabajo de la Guardia Civil y "se quita el sombrero" ante las indagaciones que realizó el Grupo de Homicidios. No tuvieron la ayuda de la familia del presunto asesino. "Unos alegaron que sufrían de amnesia, otros que estaban muy borrachos... Uno de los camareros testificó que el Chote metió el BMW dentro del camión de Mahou", explica Rocío.
Dolor e impotencia
Lo único que reclama la familia de Antonio y de Jessica es que "se haga justicia". "Es muy injusto. Aparte del dolor, que aprendes a vivir con él, es impotencia. No pude dar el último adiós a mi hijo. El presunto asesino tiene una orden de alejamiento sobre las dos familias pero quien me dice a mí que el padre de Antonio no se lo encuentra.. ¿Qué va a pasar entonces? Si se lo encuentra y toma la justicia por su mano", añade la madre del asesinado.
Un grito de auxilio reclamando "justicia" que retumbará en la Plaza Roja de Vallecas. Allí se reunirán, dos años después, dos familias unidas por el amor y el dolor por la pérdida de este matrimonio joven. Una pareja que tenía cuatro hijos que ya no volverán a ver a sus padres.
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