El acceso del Barrio Chino de Melilla, que cientos de inmigrantes subsaharianos lograron sortear gracias al uso de una radial, fue el inicio del fin para muchos de ellos. Tras pasar por la puerta, corrieron cuesta abajo por la pendiente que había después y que se convirtió en un callejón sin salida para los migrantes que huían de la policía marroquí y que se concentraron en el paso fronterizo sur de Melilla. El desenlace fue fatal. Se acabó generando una avalancha que encajó cuerpo sobre cuerpo impidiendo el paso por el corredor. La presión sobre la estrecha apertura fue en aumento bajo la mirada sorpresiva de los agentes marroquíes, que incluso intentaron tirar de las extremidades para descongestionar la puerta.
Fue el punto más mortífero del salto a la valla de Melilla perpetrada por 2.000 personas subsaharianas. Tan solo 130 lograron pasar. En cuestión de segundos, las imágenes muestran cómo las personas atrapadas se quedan sin respiración y piden ayuda a la vez que intentan escapar de ser aplastadas. En el vídeo al que ha tenido acceso Vozpópuli a través de fuentes en Nador, se observa como algunos migrantes consiguen salir del tumulto e intentan recobrar el aliento apoyados sobre un muro. El salto se ha saldado, según fuentes oficiales, con al menos 23 muertos.
La Unión Africana pide una investigación
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, expresó anoche su "conmoción y preocupación" por "el trato violento y degradante de los migrantes africanos" en la frontera de Marruecos y España, y pidió una investigación del incidente del pasado viernes, en el que murieron al menos 23 personas.
"Pido una investigación inmediata sobre este asunto y recuerdo a todos los países su obligación bajo el derecho internacional de tratar a los migrantes con dignidad y priorizar su seguridad y los derechos humanos, así como abstenerse del uso excesivo de la fuerza", señaló Mahamat en un comunicado de la UA. El episodio se produjo cuando alrededor de 2.000 personas subsaharianas se dirigieron en bloque con palos y piedras hacia la valla de Melilla, en la frontera de Marruecos y España, para franquearla y entrar en territorio español.
Un amplio dispositivo de fuerzas marroquíes intentaron detener a los migrantes con porras, gases lacrimógenos y pelotas de goma. Mientras que las autoridades locales de la provincia de Nador (norte de Marruecos) confirmaron la muerte de 23 migrantes, la ONG Caminando Fronteras elevó esa cifra a 37. Por su parte, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) aseguró que hubo al menos 27 fallecidos. Además, hubo decenas de heridos, de los que 18 seguían ingresados en los hospitales de Marruecos este sábado.
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