El avance de las nuevas tecnología y el auge de las redes sociales como un elemento indispensable en la vida de los más jóvenes ha generado una nueva percepción de la realidad que ha cambiado nuestra forma de comunicarnos. Internet ofrece una amplía ventana de posibilidades que parece poner a nuestro alcance todo aquello que creemos que necesitamos a la vez que nos expone más que nunca. Esta realidad afecta de manera notoria al desarrollo de niños y adolescentes en un espacio donde la ausencia de límites y de control se ha convertido, en algunos casos, un grave problema para los menores
Estas son algunas de las conclusiones a las que llega la Fiscalía General del Estado en su Memoria Anual de 2023, en la que alerta del preocupante aumento de causas por violencia sexual cometidos por menores. Una tendencia que se ha multiplicado en los últimos años y que preocupa a los diferentes actores involucrados en el sistema judicial. Fiscales, jueces y psicólogos expertos en menores y victimología infantil señalan el peligro del acceso a la pornografía en los más pequeños.
Al igual que las consideraciones vertidas por la Fiscalía en su memoria, donde se reconoce los problemas para lograr invertir "alarmante espiral que no para de crecer", los expertos consultados por Vozpópuli explican que el aumento de delitos sexuales cometidos por menores de edad supone un reto "imposible de abordar", exclusivamente, por parte de la Justicia y el legislador si campañas de sensibilización en los colegios y la implementación de charlas de formación para los padres. "En los últimos diez años hemos vivido con preocupación el aumentado. Por ello, llevamos décadas peleando por visibilizar la ausencia de educación sexual afectiva en los menores", explica la psicóloga forense, Ana Gutiérrez.
Acceso al porno a partir de los 8 años
A pesar de la falta de estudios que cuantifiquen la relación del acceso al porno y el aumento de los casos de delitos contra la libertad sexual cometidos por menores, los expertos coinciden con la Fiscalía en apuntar a este fenómeno como una causa determinante. "La erotización es aprendida, no es biológica... Por tanto, qué si tú tienes acceso al porno a los 8 años (como señalan que ocurre multitud de estudios), pues que los niños se están erotizando en base a conductas sexuales no normativas que, por ejemplo, muestran a la mujer bajo un rol pasivo y de sumisión", comenta la experta.
En la misma línea, el juez de menores de Toledo, José Ramón Bernacer, añade que en la actualidad, "existe un problema relacionado con la sexualidad y cómo esta se trata con nuestros adolescentes". Según el experto, entre los factores que propician este tipo de problemática, además del acceso al porno a una edad temprana, tiene que ver mucho también esta idea general de ausencia de límites que se lleva en el aspecto educativo. "Nos encontramos con chicos donde, paradójicamente en esta época de libertad, lo que no se tiene en cuenta es el consentimiento de la otra persona, o caen en la trivialización de las relaciones sexuales".
En este escenario, la Fiscalía pone el foco en la ausencia de límites y de control en la red, un problema que se acentúa entre los menores "sin que el incumplimiento de la ley suponga para estos últimos un obstáculo para conseguir lo que desean". El espacio virtual nutre la falsa creencia de impunidad, además de que proporciona una sensación de distancia, que se traduce en muchos casos en "un aumento de la brecha empática con la víctima y un agravamiento de la violencia". Al respecto, la psicóloga Ana Gutiérrez remarca que esa "distancia física" actúa al igual que cuando vemos una película de terror, donde somos capaces de ver, por ejemplo, como matan a uno de sus protagonistas, "cosa que no seríamos tan capaces de hacerlo en vivo: "Nos permite distanciarnos de la víctima".
Menores víctimas y verdugos en la red
El anonimato y la distancia emocional de las redes sirve también para ser victimizado. Por ello, los expertos hacen hincapié en la necesidad de promover una educación afectiva en las dos direcciones: educar en respetar los límites del otro y mostrar a los jóvenes, en especial a las chicas, a comunicar sus necesidades. Y es que, como apunta el juez José Ramón Bernacer, los operadores jurídicos se encuentran con muchos casos en los que los adolescentes no saben que su conducta es propia de un delito contra la libertad sexual.
A esto se une la necesidad por parte de muchas adolescentes de sentirse "aceptadas por parte de otros", en un momento vital muy delicado para la creación de la autoimagen. "Cuando hablamos de educación sexual afectiva, también debemos hablar de educar en asertividad, en saber decir que no. El consentimiento no es plenipotenciario, tú puedes querer hacer una cosa hasta un momento y eres libre de cambiar de opinión. Lo que pasa es que los adolescentes se lanzan a este mundo sin, ni siquiera, tener nociones de todo esto".
En consecuencia, ambos expertos coinciden en la necesidad de educar también a los progenitores. Las voces consultadas asumen la imposibilidad de luchar contra el gigante de las redes sociales e Internet. "Estamos luchando contra dragones con mecanismos insuficientes. No podemos luchar contra el porno, tenemos que combatirlo con una educación sexual afectiva", sentencia Gutiérrez.
