El teléfono no dejó de sonar en el Ministerio del Interior desde las once de la mañana de este jueves. Esa fue la hora en la que se hizo público el acuerdo del Gobierno con EH Bildu para modificar la llamada 'ley mordaza'. Miembros de la 'cúpula' del ministro Fernando Grande-Marlaska desconocían el contenido del pacto y se enteraban por los medios de comunicación de las medidas que se iban a desarrollar, según ha podido saber Vozpópuli. Tampoco sabían que se iba a hacer público este día. No obstante, fuentes oficiales de Interior explican a este medio que en todo momento eran consciente de las negociaciones parlamentarias que se estaban produciendo.
La modificación de la 'ley mordaza' es un nuevo frente que se le abre al ministro Marlaska. Miembros de la 'cúpula' de Interior expresaron su sorpresa al conocerse el acuerdo. No sabían que se iba a hacer público y tampoco tenían todos los datos como la posible prohibición de las pelotas de goma. Es más EH Bildu dio por hecho la eliminación de este material mientras otras fuentes de Interior reiteran que se va a estudiar esta posibilidad.
El Ministerio del Interior conocía en todo momento que el PSOE mantenía reuniones periódicas con EH Bildu para alcanzar este pacto y modificar la 'ley mordaza'. Fuentes oficiales del área de Marlaska señalan a Vozpópuli que hay respaldo a la decisión tomada. Otras fuentes consultadas por este medio recogían con escepticismo ciertos puntos, entre ellos el relativo a las polémicas pelotas de goma.
Interior conocía las negociaciones parlamentarias
Sin embargo, lo que más rechazo ha generado en la 'cúpula' de Interior es la decisión de EH Bildu de anunciar el consenso sin habérselo comunicado antes al Gobierno. La ministra de Hacienda María Jesús Montero ya advirtió que desconocía "por qué EH Bildu ha hecho público el acuerdo este jueves y advirtió que todavía hay que negociar con el resto de grupos".
El movimiento de los independentistas vascos descolocó a todo el Gobierno como si fuera un maremoto. Sus compañeros de Junts poco tardaron en subirse al carro y conseguir un nuevo botín del premio.
Mertxe Aizpurua centró su comparecencia en la prohibición de las pelotas de goma, las sanciones por faltas de respeto y desobediencia a la autoridad y las devoluciones en caliente. Cuatro líneas rojas impuestas por el ministro del Interior, Grande-Marlaska, en la anterior legislatura y que, ahora, saltan por los aires.
Uno de los apartados más polémicos del cambio de la ley mordaza es que se dejará sin efecto aquellas sanciones leves cuando la persona sancionada acceda a retractarse y disculparse por sus expresiones, escenario que no se contemplaba hasta ahora en la norma aprobada en 2015. Además, sólo serán sancionables cuando haya un "negativa expresa" a cumplir una orden legal o exista una "resistencia corporal a un mandato de los agentes".
La modificación de la 'ley mordaza'
Sólo se considerarán como infracciones leves cuando exista una "desobediencia manifiesta y clara a la autoridad o a sus agentes en el ejercicio de sus funciones, cuando se trate de la negativa a cumplir una orden legal o ajustada a la legalidad o al ordenamiento jurídico y cuando no sea constitutiva de infracción penal". "La resistencia a la autoridad o sus agentes utilizando oposición corporal cuando se trate de la negativa a cumplir una orden legal o ajustada a la legalidad o al ordenamiento jurídico, y cuando no sea constitutiva de infracción penal", apunta.
Por último, el Gobierno y Bildu han pactado que en el plazo de seis meses se aborde la modificación de la ley de Extranjería, en concreto, para establecer nuevos criterios para realizar las expulsiones de migrantes en frontera, las llamadas devoluciones en caliente. Entre las medidas anunciadas se incluye una disposición adicional para Ceuta y Melilla, de tal forma que se habilitarán lugares en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla para que los migrantes que lleguen a las vallas puedan ser identificados para evaluar sus solicitudes de asilo.
De todas formas, el anuncio de EH Bildu ha pillado a todo el Gobierno, incluido Interior, con el pie cambiado, por la sorpresa de su comunicación sobre la 'ley mordaza'. Además, es un nuevo frente que se le abre a Marlaska en una etapa en la que discurría su periplo con cierta tranquilidad.