En su intento por condenar el 'bunkering' –traslado de combustible de un buque a otro- y zanjar la polémica que le relaciona con esta práctica, el ministro de Medio Ambiente ha optado por dar un paso más en la guerra con Gibraltar anunciando un cambio en la legislación para sancionar esta actividad. Pero a lo que realmente acudió al Congreso Miguel Arias Cañete fue para dar explicaciones y desmarcarse de cualquier práctica que amenace el entorno natural. Desmintió que la empresa de la que es accionista y expresidente –concretamente posee un paquete de 85.509 participaciones sociales (2,5%) por valor de 185.104 euros-, la Petrolífera Ducar S.L. -que gestiona instalaciones de hidrocarburos en Ceuta, Las Palmas y Tenerife- se dedique al ‘bunkering’ y aseguró que la actividad de la compañía consiste en "arrendar capacidad de almacenamiento" a dos compañías petroleras en Ceuta, "en tierra". Sin embargo, y según aseguran fuentes conocedoras de la situación en la zona, el ministro no dice toda la verdad.
Desde Verdemar-Ecologistas en Acción sostienen que, aunque la empresa relacionada con el ministro se dedique teóricamente al almacenamiento de combustible, recibe y distribuye fuel a compañías que sí utilizan el ‘bunkering’. El colectivo va más allá y sostiene que Ducar S. L. ha comprado combustible en gasolineras flotantes de Gibraltar para después venderlo y hacer negocio, beneficiándose de las ventajas fiscales y colaborando activamente con la actividad de la que ahora reniega.
Las instalaciones de Ducar S.L. basan su actividad en el almacenamiento, pero parte del combustible de sus tanques procede o termina en gasolineras flotantes del Peñón
Tal y como avanzó el ministro, el Gobierno aprobó este mismo viernes en Consejo de Ministros una modificación del régimen sancionador de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad para cubrir el vacío legal existente hasta ahora y poder sancionar más fácilmente tanto a las gasolineras marinas de Gibraltar como a sus clientes, lo que afectará, entre otras, a una de las empresas con las que trabaja la compañía de la que Cañete posee acciones . En su intervención en el Congreso, acusó al Gobierno gibraltareño de "querer atemorizarle para que no legisle y no proteja la zona" y se defendió de las acusaciones que señalaban a la empresa de la que es accionista de practicar el ‘bunkering’ diciendo que ésta “no le factura el suministro a los buques”, aunque sí reconoció que “tiene relación con aquel que lleva el combustible, lo almacena en el tanque y luego lo retira de la forma que entienda oportuna".
Así, si bien la Petrolífera Ducar no se dedica directamente al ‘bunkering’, el ministro asumió implícitamente la relación con VemaOil y Cepsa, las dos petroleras arrendatarias, ambas compañías de bunker que realizan trasvases en las aguas de la Bahía de Algeciras ocupadas por Gibraltar. Los buques gasolinera de la primera, el Sea Dweller y el Vemaspirit, llenan sus tanques mediante esta práctica en la Bahía de Algeciras y Gibraltar, tal y como captaron las cámaras de los colectivos ecologistas en más de una ocasión. Como bien se apresuró a matizar el ministro de Medio Ambiente, las instalaciones de Ducar S.L, (cuya presidencia abandonó en 2012 por incompatibilidades con su cargo en el Gobierno) están localizadas en Ceuta, donde tiene su domicilio fiscal. Pero lo cierto es que parte del combustible almacenado en sus tanques procede o termina en gasolineras flotantes del Peñón.
VemaOil Company Ltd. y su buque Vemaspirit y Cepsa (Gibraltar) Ltd. con su barco Spabunker Twenty han sido denunciadas ante el ministerio de Exteriores junto a las otras dos compañías que operan en la zona por hacer avituallamiento en el L.I.C. del Estrecho Oriental e infringir la "prohibición de fondeo permanente de buques tanque dedicados al suministro de combustible en las aguas comprendidas dentro del espacio protegido".
“Un ministro petrolero”
Los ecologistas acusan a la empresa de Cañete de haber comprado combustible en Gibraltar, con mínimas tasas portuarias y sin impuestos, y después haber hecho negocio con su venta
La práctica del ‘bunkering’ está prohibida en aguas de Gibraltar desde que el 29 de noviembre de 2012 ésta fuera declarada Zona Especial de Conservación (ZEC). Por eso, el ministro Cañete se defiende insistiendo en que no es lo mismo almacenar combustible en tierra, con barcos sólidamente anclados en el muelle, que operar con gasolineras flotantes en la protegida bahía de Gibraltar. Sin embargo, desde Verdemar aseguran que “España tiene un ministro petrolero” y sí relacionan a Ducar S. L. con la compra de combustible en este paraíso fiscal, que atrae más buques con el reclamo de ser el único puerto de la UE libre de impuestos y por sus bajas tasas portuarias, y también con su posterior venta.En total, hablan de un millón de toneladas vendidas por Ducar.
En la organización ecologista aplauden la propuesta de Cañete de endurecer la normativa para sancionar a las gasolineras flotantes, pero no quieren pasar por alto que el titular de Medio ambiente ha sido cómplice silencioso de esta práctica. “Nos parece muy bien que quiera erradicarlo, pero él lo ha utilizado”. Y añaden: “El ministro de Medio Ambiente ha colaborado a que Gibraltar venda 5 millones de toneladas de fuel al año”.
Mismo riesgo en Ceuta que en una zona protegida
El 'bunkering' es una de las actividades más criticadas por las organizaciones ecologistas. Dichos colectivos no dejan de alertar del peligro de la contaminación que producen en el Estrecho y en la Bahía de Algeciras, además del enorme riesgo de una más que posible catástrofe medioambiental. En Ceuta, el riesgo de vertido es el mismo que en cualquier zona protegida -apuntan- y las consecuencias serían igual de desastrosas al situarse próxima a una reserva de la biosfera.
En cuatro años el puerto de Ceuta ha multiplicado las escalas de buques para abastecerse de gasolina en el agua, pasando de 1.600 a más de 6.000
Se trata de una maniobra muy arriesgada que se realiza, generalmente, con gabarras de pequeño tamaño que cargan entre 3.000 y 5.000 toneladas de hidrocarburos.Las actividades de 'bunkering'en la bahía se realizan tanto en el puerto de Algeciras como en el de Gibraltar. En el caso de Gibraltar estas prácticas entrañan aún más riesgo que las de suministro convencional de combustible a barcos. El suministro se realiza desde buques fondeados que pueden cargar más de 80.000 toneladas de combustible. Estas gasolineras flotantes se recargan con buques que proceden de otros puertos. Posteriormente, suministran a gabarras que, a su vez aprovisionan a aquellos barcos que vienen a abastecerse de combustible.Desde 2008 hasta el año pa sado el puerto de Ceuta ha multiplicado las escalas de buques para abastecerse de gasolina en el agua, pasando de 1.600 a más de 6.000.
Ni una sola sanción en nueve meses
El Consejo de Ministros aprobó el 29 de noviembre del pasado año un real decreto por el que declaró ZEC un área de 23.640 hectáreas marinas frente a la costa de Cádiz, que incluye las aguas cuya soberanía se disputan España y Gibraltar. Con este texto legal quedaban prohibidas varias prácticas que no respetan el medio ambiente marino, entre ellas el 'bunkering'. Pero en estos nueve meses no se ha impuesto ninguna sanción por realizar esta práctica. Según un portavoz de Medio Ambiente, hasta ahora solo ha habido una denuncia y "se está investigando". Y es que hasta ahora, a la espera de que el Gobierno modifique la normativa actual, y según explicó el titular de medio ambiente, "es difícil de sancionar porque el en Real Decreto de la ZEC no está específicamente tipificado como infracción el incumplimiento de medidas de gestión de las ZEC, y mucho menos la actividad concreta de bunkering". Y añade: "Ha de materializarse un daño para esa sanción".
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