Mikel Lejarza, ‘El Lobo’, sigue siendo el enemigo número 1 de ETA. El agente secreto propició uno de los mayores golpes contra la banda terrorista tras años haciéndose pasar por uno de los suyos. Lo pagó bien caro, se alejó de su gente y empezó una nueva vida de cero. A sus padres no los pudo enterrar y desde entonces vive tratando de no dejar rastro. Dice que ha cambiado más de 28 veces de casa. Y lo que queda.
El espía atiende a Vozpópuli para dejar claro que no se arrepiente de nada si con ello ayudó a frustrar atentados. La entrevista se realiza por teléfono y apenas dura media hora. Sereno pero firme, 'El Lobo' retrata a ETA como una banda terrorista que nunca buscó la democracia, ni tan siquiera cuando mataba en su nombre.
Asegura que se pudo haber terminado mucho antes con ella, ya en los ochenta, y que se hubieran evitado muchos asesinatos. Se muestra escéptico con el Estado (le importan "un carajo" los espías, dice) y tampoco cree que los gobiernos que han lidiado con ETA fueran favorables a levantar alfombras. Aun así, sigue sirviendo al país como buen "español de bien".
Pregunta: Después de todo lo que hizo y habiendo pagado el peaje que ha pagado, ¿se siente satisfecho con el final de ETA o siente decepción con la clase política?
Respuesta: Me decepciona cómo lo están llevando porque los están aclamando como héroes. Todavía tenemos muchísimos muertos que no hemos aclarado, muchísimas familias destrozadas… y estamos aclamando a los etarras como héroes de la democracia, cuando ETA cuando más ha matado ha sido en democracia. Han hecho barbaridades. ¿Qué nos va a enseñar esta gente?
No la querían por nada del mundo. En el momento yo me infiltré allí realmente me di cuenta que luchaban para que no hubiera democracia. Estaba súper claro que España iba a cambiar y que España se preparaba para la transición. Ellos no querían una España democrática. No les daba pie. Ellos querían seguir en su línea.
P: Usted mantiene que sigue siendo el enemigo número 1 de ETA. ¿Cómo se vive con ese miedo?
R: Ellos tienen esa espina clavada y siempre buscarán la manera de poderlo hacer y además de una manera muy delictiva. Uno se acostumbra a vivir así. Al final es tu vida y lo ves todo normal. Yo no lo veo como un problema. Es mi vida así. Y lo veo como lo más natural y lo más normal.
P: No es muy natural no poder ver a su familia, no poder estar con sus amigos, salir tranquilo a la calle. Usted eso no lo puede hacer…
R: Ese es un peaje muy caro que se paga. Mis padres murieron. Yo no pude verles ni muchos años antes de morir. No solamente a mis padres, tampoco a mis hermanas o amigos. Tuve que romper con todo. Imagínate lo que significa. El poder estar unas Navidades con alguien de la familia… No. Tienes que olvidar todo eso. El peaje que pagas es muy caro porque rompes toda tu vida y empiezas otra, pero es que tampoco empiezas una normal.
Empiezas una muy complicada, muy diferente porque no tienen que enterarse los demás. Tienes que ir con cuidado de que nadie sepa dónde estás. Tienes que estar cambiando continuamente… Yo he cambiado más de 28 veces de casa. Y lo que me tocará si vivo. Es un sinvivir continuamente. El ser humano no sé si somos más duros de lo que creemos, pero al final te acostumbras a todo.
No hice la operación para que me auparan como si fuera un héroe. El simple hecho de que en algún momento puedan decir que he salvado una vida ya me vale. Pero el Estado nunca es justo con la gente como nosotros
P: Después de todo, ¿Cree que el Estado ha sido justo con usted y ha estado a la altura?
R: Al Estado los agentes le importan un carajo. No digo en mi caso, hay muchos otros agentes. Yo, dentro de lo que cabe, al fin y al cabo se me ha cuidado bastante. No hice el tema para que me auparan como si fuera un héroe.
Para mí, el simple hecho de que en algún momento puedan decir que he salvado una vida ya me vale. Y si he salvado más, mejor todavía. Pero el Estado nunca es justo con la gente como nosotros. El Estado es cicatero, pasa por encima de todas estas cosas.
P:¿Se pudo haber acabado antes con ETA?
R: Yo estoy convencido de que sí. Totalmente convencido. Seguiré convencido y nadie me lo quitará de mi mente. Nadie me va a poder explicar que no.
P: ¿Por qué?
R: Porque hubo una oportunidad muy buena. Lo teníamos controlado. Imagínate, una organización terrorista si tienes controlada a toda la estructura… Yo me ofrecí a que me pegaran un tiro y poder escaparme a Francia y cambiar la tortilla... Imagínate si era fácil en aquel momento. Hubiéramos podido darle la vuelta al tema.
Yo hubiera llegado allí y probablemente no hubiera muerto Pertur (Eduardo Moreno Bergaretxe, ideólogo del aparato político militar). Probablemente se hubiera quedado en un tema político, mucho más suave y no hubiera habido tantos muertos.
P: ¿Se refiere a lo que ocurrió después de la operación Lobo de 1975?
R: Sí, justo. En noviembre se acabó y yo ya estaba dispuesto. Aquella operación vino un poco grande porque eran los servicios incipientes y no estaban preparados. Se escaparon algunos como ‘Apala’ (Miguel Ángel Apalategui) o ‘Pakito’ Garmendia. Crearon en Francia el grupo Artapalo y ahí cambió todo.
ETA político-militar oficialmente lo dejó en 1980, pero a raíz de la infiltración (de la década anterior) ETA político-militar desaparece. Ya es cuando crean el grupo Artapalo en el que empiezan a comandar el grupo 'Apala' y Pakito Garmendia, pero se funden en los comandos bereziak, que eran los que se dedicaron a hacer atentados a diestro y siniestro. Y ahí entra el papel de Josu Ternera porque en 1976 comete un atentado en un comando que él mismo declara.
P: Quedan casi 380 asesinatos de ETA sin resolver. Asociaciones como Dignidad y Justicia batallan para que se investiguen como crímenes por lesa humanidad. ¿Es partidario?
R: Me encantaría que la Audiencia Nacional abriera esa vía, pero dudo que se vaya a hacer. Tengo dudas razonables.
P: ¿Por la prescripción?
R: La prescripción es una cosa que se busca, pero no interesa. En estos momentos no interesa ni creo que interesaría a ningún gobierno.
P: ¿Tienen algo que ocultar?
R: Sí, siempre.
P: Su trabajo como espía no se ciñe a ETA. También ayudó a desmantelar Terra Lliure y trabajó contra el independentismo catalán. ¿Sigue a día de hoy colaborando para el Estado?
R: Hicimos lo de Terra Lliure y lo del independentismo catalán. En aquellos momentos, los años 1991 y 1992, ya sabíamos todo lo que iba a ocurrir ahora mismo. Había información de todo esto que está ocurriendo.
Sobre la colaboración, pues como todos los españoles de bien. Intentamos colaborar con el fin de poder hacer algo por nuestro país. Por la unidad, no por la descomposición, porque estamos viviendo una España divisionaria y yo lo veo terrible.
Como cualquier otro ciudadano español, me veo en la obligación, quizás más por a lo que he pertenecido, de seguir peleando mientras viva por luchar contra la descomposición.
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