La agitación que se respiró en la campaña electoral madrileña a partir de las amenazas que recibieron varios representantes públicos contrasta con la quietud en el Ministerio hasta hace poco dirigido por Pablo Iglesias. El exlíder de Unidas Podemos recibió dos cartas con balas en vísperas de los comicios madrileños. A su departamento, por el contrario, no le consta haberse enfrentado con ninguna misiva en estos términos desde que Iglesias llegara al Gobierno y asumiera la cartera.
La seguridad de los dirigentes públicos y su supuesta correlación con la crispación política y social en España fue uno de los debates principales de la campaña electoral a la Comunidad de Madrid. El Ministerio del Interior informaba de que el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, el titular de este departamento, Fernando Grande-Marlaska, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez, habían recibido sobres con balas en su interior y mensajes amenazantes.
"El Ministerio del Interior ha recibido una carta dirigida a mí con amenazas de muerte hacia mí y hacia mi familia. El sobre contenía cuatro balas de Cetme", detallaba el propio Iglesias en sus redes sociales. El Confidencial informó de que el exdirigente de Unidas Podemos recibió una segunda carta, aunque de esta no se participó a la opinión pública.
Frente a estas dos amenazas recibidas en vísperas de elecciones, al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 no le consta haber recibido ninguna carta en esos términos en sus 16 meses de existencia. Se trata de una cartera creada al inicio de esta legislatura y que, tras la dimisión de Pablo Iglesias, ha asumido la diputada de Unidas Podemos Ione Belarra, hasta ahora secretaria de Estado para la Agenda 2030.
Es el propio Ministerio quien detalla esta información en una respuesta ofrecida por el Portal de Transparencia a la que ha tenido acceso Vozpópuli: "No hay constancia de que se haya recibido ninguna amenaza desde la creación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030".
El fallo de seguridad
Cabe recordar que la carta con balas dirigida a Pablo Iglesias fue intervenida en dependencias del Ministerio del Interior, donde se remitió el sobre. El envío fue posible gracias a un fallo de seguridad en Correos, que debe revisar el contenido de los paquetes para impedir el envío de elementos prohibidos -como la munición-. Como contó este diario, la empresa de mensajería apartó a la subcontrata que cumplía con estos servicios en la nueva adjudicación pública del contrato.
Fuentes de seguridad consultadas por este diario inciden en la excepcionalidad que supone la recepción de cartas con este tipo de contenidos en dependencias oficiales. Porque además del control de seguridad de Correos, las oficinas ministeriales cuentan con sus propios escáneres para detectar contenidos de riesgo.
Se mantienen las pesquisas
La cadencia de las amenazas contra dirigentes públicos dio pie a un debate sobre los efectos que podría tener la publicidad de las mismas. Expertos en seguridad sostenían lo contraproducente que podría resultar, por desatar un posible efecto contagio y por la posibilidad de poner en alerta a los investigados, lo que dificultaría las pesquisas.
El Ministerio del Interior, por su parte, lo interpretó en sentido contrario. A juicio de Rafael Pérez, secretario de Estado de Seguridad, es "importante" que "se hable de este tipo de cuestiones" y rechazó cualquier posibilidad de que surgieran imitadores. También tildó las amenazas de "graves".
Según ha sabido este diario, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantienen las pesquisas para tratar de identificar al autor de las amenazas. El propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, admitió en una entrevista televisiva las dificultades de la investigación, donde se están cruzando todos los elementos disponibles. De momento, sin resultado. Caso aparte fue la navaja que recibió la ministra Reyes Maroto, que rápidamente se atribuyó a un vecino de El Escorial diagnosticado de esquizofrenia.