Seguramente a su pesar, el jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), Jaime Domínguez Buj, ha desatado un terremoto político. Sus palabras sobre Cataluña y "la debilidad de la metrópoli" han generado las críticas de diferentes formaciones, entre ellas el Partido Popular. Horas después de su conferencia y tras multiplicarse los ataques desde diferentes espacios del espectro político, el Ejército de Tierra ha publicado una suerte de aclaración que, sin embargo, no ha resuelto las dudas y ha generado aun más confusión. Resulta casi inevitable comparar estos hechos con lo acaecido en 2006, cuando el entonces ministro de Defensa, José Bono, fulminó al teniente general José Mena, tras unas palabras de éste sobre la necesidad de aplicar el artículo 8 de la Constitución en Cataluña.
El JEME no podía ni imaginar que su conferencia titulada Un Ejército para el siglo XXI y organizada por el Instituto de Cuestiones Internacionales y Política Exterior (Incipe) iba a tener la repercusión que ha tenido. En concreto, Domínguez Buj afirmó que "cuando la metrópoli se hace débil" es cuando "se produce la caída" y que "procesos" de este tipo se dan "cuando el poder central es débil". ¿Quería el general equiparar así a España con una metrópoli y a Cataluña con una colonia? ¿Apuntaba a una debilidad del Gobierno central? Quizás ni una cosa ni la otra, pero así se interpretó el mensaje en numerosos medios de comunicación. Y también en esa dirección lo interpretaron los partidos políticos. El lío era ya imparable.
Domínguez Buj afirmó que cree que al asunto catalán puede arreglarse con un cambio en el mensaje a los ciudadanos. Apostó por "ganarse los corazones y las mentes de los españoles" para que los ciudadanos vean que "tenemos un futuro mejor juntos"
Además de las palabras de la controversia, el JEME afirmó que las Fuerzas Armadas "no son garante de nada, sino una herramienta del Gobierno para hacer cumplir la ley y la Constitución", según recogió Europa Press. Los militares, sostuvo, "estamos preparados para intervenir en la forma que el Gobierno decida en cada escenario interior o exterior" y "para ir a Afganistán o a Valencia". Cuando le preguntaron por la situación en Cataluña, el JEME tiró de Unamuno al afirmar que "a todos no duele España". Y agregó que "también nos duele ver cómo cada día aparecen casos de corrupción". En el caso catalán, Domínguez Buj afirmó que cree que al asunto puede arreglarse con un cambio en el mensaje que se dirige a los ciudadanos. Así, apostó por "ganarse los corazones y las mentes de los españoles" para que los ciudadanos vean que "tenemos un futuro mejor juntos".
Las reacciones, todas críticas
Las declaraciones del JEME han desatado las críticas de unos y otros. Y el jefe del Ejército de Tierra no ha recibido ni un solo apoyo por parte de las formaciones políticas. El PSOE reclamó al titular de Defensa, Pedro Morenés, que se rectificasen estas manifestaciones. El portavoz del Partido Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, tildó las palabras de "difíciles de comprender". Desde Izquierda Unida afirmaron que Domínguez Buj había perdido "una oportunidad maravillosa para callarse". El portavoz adjunto de ERC, Oriol Amorós, indicó que, a raíz de lo dicho por el JEME, su partido "constata y toma nota" de que "el Ejército español ve a Cataluña como una colonia".
Como se ha dicho, la reacción del Ministerio de Defensa consistió en la publicación, en la web del Ejército de Tierra, de una aclaración del JEME. Pero la nota aclaratoria tampoco sirvió para despejar las dudas ni para evitar la avalancha de críticas. En concreto, explica el general, durante el coloquio posterior a su conferencia la primera pregunta de uno de los asistentes se refirió "a cuál era el papel que, a juicio del JEME, deberían jugar el Ejército de Tierra y las Fuerzas Armadas en la situación actual en la que, según aquél, existe una amenaza de escisión de una parte importante de España, a similitud del caso turco, en el que, desde tiempos de Ataturk, sus Fuerzas Armadas son garante del Estado".
Y, como respuesta, el JEME planteó "cómo es habitual que en las situaciones de crisis haya más riesgos de que se produzcan efectos centrífugos". "Recordó, al hilo del caso turco planteado en la pregunta -reza el comunicado oficial-, que, en otras épocas de la Historia, como en el caso de los imperios británico, turco, romano o español, cuando el poder central, las metrópolis, se debilitaron, se iniciaron procesos centrífugos; señalando explícitamente que en el caso español, esa debilidad se produjo con la Guerra de la Independencia". O sea, se refería a 1808 y no a la descolonización de 1898, como habían interpretado muchos medios.
Son muchas y muy diversas las interpretaciones que han generado las palabras del JEME. Pero, en todo caso, sus manifestaciones de este martes han resucitado indefectiblemente el célebre caso Bono-Mena
Solo hay que echar un vistazo a las redes sociales para ver las muy diversas interpretaciones que han generado las palabras del JEME. Pero, en todo caso, sus manifestaciones de este martes han resucitado indefectiblemente el célebre caso Bono-Mena. En ambos casos, hoy con el proceso soberanista y ocho años atrás con la negociación del Estatut, la tensión política relacionada con Cataluña era enorme. Sin embargo, parece evidente que lo dicho por Domínguez Buj, este martes, y por José Mena, en 2006, no tiene la misma gravedad. Tampoco parece que el final de la polémica vaya a ser el mismo. En su momento, Bono decidió el arresto domiciliario del teniente general y después lo destituyó. Hoy es una incógnita saber qué hará Morenés, pero no se atisba una reacción similar.
Perfil del general
Diversas fuentes consultadas por Vozpópuli señalan que Domínguez Buj es un hombre "equilibrado", "tranquilo", "moderado", sin ningún tipo de tachadura en su trayectoria. Llegó al cargo de JEME en 2012, elegido por el Ejecutivo del PP. Se trata de un militar por vocación. Nacido en 1952, ingresó en el Ejército en 1970, a los 18 años. Al salir de la Academia ocupó cometidos en unidades de su especialidad, entre otros lugares, en El Aaiún (Sáhara). Tras diplomarse en Estado Mayor, ocupó vacantes de esta titulación en varios destinos, y fue consejero militar con los ministros Gustavo Suárez Pertierra y Narcís Serra. En 2009 pasó a ser jefe del Mando de Operaciones. Casado y padre de tres hijos, ha participado en misiones como la de Observadores de Naciones Unidas en el Salvador o la Fuerza de Estabilización para Bosnia-Herzegovina.
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