El ministro de Cultura de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, Ernest Urtasun, no consideró las atrocidades del Ejército de Putin en Ucrania suficientes para calificarlo de Estado patrocinador del terrorismo. En su condición de eurodiputado, Urtasun formó parte de la exigua minoría de parlamentarios que se abstuvo en una resolución que tenía como fin señalar las vergüenzas de la Rusia de Putin y que salió adelante por amplísima mayoría (494 votos a favor, 58 en contra y 44 abstenciones).
Urtasun votó entonces -noviembre de 2022- en el mismo sentido que los eurodiputados de la extrema derecha belga Gerolf Annemans, Filip De Man y Tom Vandendriessche. También se abstuvo entonces la eurodiputada de Unidas Podemos María Eugenia Rodríguez Palop. El único español en votar directamente en contra de la resolución fue el solitario Miguel Urbán, de Anticapitalistas.
La denominación de Rusia como Estado patrocinador del terrorismo sirvió para establecer una serie de medidas restrictivas significativas contra el Estado de Putin y tuvo importantes implicaciones para las relaciones exteriores de la UE.
En la exposición de motivos de aquella declaración a la que Urtasun se opuso, el Parlamento Europeo recordaba que las fuerzas armadas rusas y sus representantes han cometido ejecuciones sumarias, secuestros, violencia sexual, tortura y otras atrocidades en Ucrania. Han trascendido a la esfera mediática masacres de civiles en ciudades y pueblos como Bucha, Irpin, Izium y Lyman. Tampoco hay que olvidar el ataque deliberado a un teatro en Mariupol, en el que murieron cientos de personas, y el ataque a la estación de tren de Kramatorsk, en el que murieron 60 civiles.
La colección de los horrores del Ejército de Putin incluye el asesinato de miles de civiles, incluidos cientos de niños. El número de crímenes de guerra documentados en Ucrania supera los 40.000 y se espera que aumente después de que comiencen las investigaciones en los territorios liberados. El Ejército de Putin ha cometido 457 crímenes contra periodistas y medios de comunicación en Ucrania y más de 40 periodistas ucranianos y extranjeros han sido asesinados desde el comienzo de la sanguinaria invasión. Una lista que no pareció entonces lo suficiente poderosa al actual ministro de Cultura para apoyar la declaración de Rusia como patrocinador del terrorismo.
Una declaración "contraproducente"
Por aquel entonces, fuentes de Unidas Podemos explicaron a Vozpópuli que "etiquetar a Rusia como Estado terrorista" sería "contraproducente en la coyuntura actual y no es la mejor vía para conseguir la paz. A diferencia de Estados Unidos, en la UE no existe un marco legal para la designación de estados patrocinadores del terrorismo y Europa no debería imitar el modelo de política exterior estadounidense. Una medida de este tipo podría tener efectos imprevisibles y corre el riesgo de facilitar una escalada, poner en peligro los esfuerzos de negociación y diálogo con Rusia y cerrar la puerta a futuras soluciones diplomáticas".
Lo cierto es que no se produjo ninguna escalada del conflicto, como el tiempo ha venido a demostrar. Urtasun, al igual que sus colegas de Podemos entonces, aireaban a cada rato las bondades de la diplomacia de precisión, una cantinela que a Vladímir Putin le sonaba de maravilla, pues implicaba de facto la rendición de Ucrania sin hacer frente al enemigo invasor.
Urtasun votó en contra de condenar el ataque de Hamás a Israel
Esta no es la única postura polémica que el actual ministro de Cultura ha mantenido en el Europarlamento. Urtasun también votó en contra de la resolución del Parlamento Europeo que condena el brutal ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre contra cientos de inocentes en Israel. Alrededor de 1.500 personas fallecieron como consecuencia del ataque terrorista de Hamás, el día más sangriento para la comunidad judía desde la Shoah.
“El grupo de los Verdes presentó una enmienda para que la resolución pidiera claramente un alto al fuego. Esa enmienda fue rechazada y lo que pide la resolución es una “pausa humanitaria”, que es algo que no está codificado en el derecho internacional y que, por lo tanto, no tiene una definición clara. Lo que debía pedir la resolución era un alto al fuego, que es lo que pedíamos los Verdes y eso fue rechazado. Y esa es la misma petición que hace el Secretario General de Naciones Unidas, que está pidiendo un alto al fuego. Nosotros queríamos que el Parlamento Europeo pidiera lo mismo. Sin eso, para mí la resolución era insuficiente y por eso voté en contra", explicó Urtasun a este periódico.
Su compañera en el Consejo de Ministros, Sira Rego, fue más lejos y votó en contra de calificar de crimen contra la humanidad la deportación de niños ucranianos (la mayoría huérfanos) a Bielorrusia para ser internados a la fuerza en campos de rusificación.
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