El pasado 7 de marzo, víspera del Día de la Mujer, Pedro Sánchez se ufanaba en el madrileño Círculo de Bellas Artes del marchamo igualitario y feminista de su Gobierno: "Somos el único país de la UE que ha incorporado la igualdad entre hombres y mujeres como uno de los pilares sobre los que se asientan los procesos transformadores vinculados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia". Al día siguiente, tras el Consejo de Ministros, la titular de Igualdad, Irene Montero, dio cuenta de la aprobación del 'III Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres 2022-2025', con una inversión de 21.319 millones de euros según la ministra, de 20.319 millones según la referencia oficial y de 20.318,54 según la Memoria económica.
Esa disparidad de hasta 1.000 millones sobre el presupuesto de un plan de nombre ampuloso, 'III Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres', sintetizado por sus autoras en las siglas PEIEMH, es una más de las rarezas que envuelven un proyecto tan pionero y ambicioso, según lo presentó el presidente del Gobierno, y tan genuino de la coalición gubernamental, a tenor de las palabras de la ministra Montero: "Es un plan para aportar, desde las instituciones, a lo mejor (sic) que tiene este país, que es el feminismo". A partir de su aprobación el 8 de marzo es difícil seguir la pista a la aplicación de ese proyecto, más allá de las 135 páginas donde lo desarrolla el Instituto de las Mujeres (antes Instituto de la Mujer) y las 16 páginas de su Memoria económica.
Ambos documentos, plan y memoria, destacan que su ámbito es la Administración General del Estado (AGE), tratándose de un plan marco que orienta, no determina, las actuaciones de cada organismo para promover la igualdad de mujeres y hombres. El presupuesto de 20.319 millones de euros para los cuatro años de vigencia de este PEIEMH es una estimación del Instituto de las Mujeres a partir de los cálculos presentados por cada ministerio para llevarlo a cabo en torno a "4 ejes de intervención, 20 líneas de trabajo, 49 objetivos específicos y 141 objetivos operativos".
La vinculación que señaló Sánchez del Plan de Igualdad con el de Recuperación, Transformación y Resiliencia no consta por ningún lado seis meses después de su aprobación en Consejo de Ministros, ni consta la disposición de los primeros 5.270 millones correspondientes a 2022. En las 205 páginas del presupuesto del Plan de Resiliencia, integrado en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), solo hay una mención indirecta a la igualdad de género en una partida dedicada a Formación Profesional. Y otra del Ministerio de Igualdad, denominada 'Plan España te protege contra la violencia machista', dotada con 75,55 millones €, que podría considerarse relacionada con aquel objetivo.
Más que vinculación, se advierte cierto paralelismo del 'III Plan Estratégico de Igualdad…' ( PEIEMH) con el destinado a la recuperación del país tras la pandemia con fondos Next Generation. Si el de Recuperación, Transformación y Resiliencia tiene cuatro ejes transversales, el de Igualdad Efectiva, también. A partir de ahí el primer plan se desdobla en políticas palanca y componentes y el segundo en líneas de trabajo y objetivos, pero hasta la fecha no han asomado en proyectos oficiales aquellos más de 20.000 millones del plan igualitario y feminista aprobado el 8 de marzo último.
Uno de los ejes del Plan de Recuperación del Gobierno español que obtuvo el visto bueno de Bruselas para recibir hasta 140.000 millones €, titulado 'Igualdad de género', consiste en "medidas transversales orientadas a elevar la tasa de empleo femenino, a mejorar, fortalecer y reorganizar el sistema de cuidados de larga duración, a elevar el potencial educativo, la igualdad de oportunidades y a reducir la brecha digital". Pero mientras llegue el desarrollo de ese eje, la convergencia del PEIEMH con el de Recuperación y Resiliencia no va más allá de las definiciones.
Como recoge el cuadro anterior, ninguna de las diez "políticas palanca" del Plan de Recuperación presentado a la Comisión Europea menciona programas en favor de la igualdad, ni figura ese concepto en los "30 componentes" derivados de las llamadas "políticas palanca". Resulta difícil, así, comprobar la andadura de los 20.319 millones del superplan de Igualdad que Sánchez vinculó a la recuperación alimentada con fondos comunitarios, ni siquiera de la cantidad correspondiente a 2022.
Tampoco se detecta presencia del PEIEMH y su generoso presupuesto en los proyectos en marcha o en gestación al abrigo de los Next Generation, los denominados PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica). Los once PERTE ya aprobados no recogen programas de igualdad de mujeres y hombres. Solamente el último, del pasado 31 de mayo, dedicado a 'Economía social y de los cuidados' alude a que se centra "en valores como el respeto al medioambiente, la cohesión social y la igualdad de género", aunque no forman parte de sus objetivos.
Si no hay rastro del superplan de Igualdad en los PERTE autorizados, lo mismo ocurre con los previstos para el segundo semestre de este año. Ninguno se asienta, como anunció el presidente Sánchez, en el pilar de la igualdad de ambos sexos; solo aparecen dos proyectos en un área semejante, la de inclusión, pero se refieren a unas construcciones modulares en Canarias y a un centro de acogida en Soria.
El PEIEMH recibió luz verde con los PGE de 2022 ya en marcha, pero han pasado casi seis meses y las aplicaciones de los 20.319 millones para el primer año no se aprecian en los veintiún ministerios del Ejecutivo (Política Territorial está excluido). En su presupuesto, cada departamento tiene asignada una cantidad para cada ejercicio, hasta 2025. Sobresale el ministerio de Escrivá, que empieza con 2.904 millones para 2022 y termina con 3.019 para 2023. Otras asignaciones para este año son: 991,62 millones al de Díaz; 456,26 m. al de Alegría; 428,54 m. al de Montero; 197,5 m. al de Belarra… (ver cuadro).
Esa previsión financiera para un programa anunciado por todo lo alto por el jefe del Gobierno y su ministra Irene Montero, aún no se traduce en acciones definidas. Solo el departamento de esta última tiene en marcha un Plan estratégico de subvencionespor importe de 421,95 millones para este año (cifra semejante a la que le corresponde en el PEIEMH), que incluye "líneas de subvención derivadas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia" concretadas en el ya citado 'Plan España te protege contra la violencia machista', para crear centros de atención 24 horas a víctimas de la violencia sexual.
Más allá del PEIEMH para 2022-2025, un repaso al cumplimiento en los ministerios de los planes sobre igualdad vigentes desde hace años, arroja pobres resultados. El departamento de Derechos Sociales y Agenda 2030 se limita a una declaración de principios genérica. El de Trabajo y Economía Social, de doce capítulos de información estadística sobre mercado de trabajo, ninguno se dedica al empleo femenino. El de Cultura dispone de un Observatorio de Igualdad de Género en el ámbito de la Cultura para asegurar la paridad en producciones artísticas. El de Agricultura terminó en 2018 el último plan para promoción de la mujer en el mundo rural, y así sucesivamente.
A diferencia de la normativa anterior, el 'III Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres 2022-2025' tiene un elevado presupuesto que, ya sea de 21.319 millones (Irene Montero), 20.319 (Consejo de Ministros) o 20.318 (Instituto de las Mujeres), viene acompañado de una memoria económica con asignación de partidas por ministerios. Faltan cuatro meses para que termine 2022 y el Ejecutivo de Sánchez no ha dado señal ni de ejecutar ni de programar los 5.270 millones que le corresponden para 2022, al tratarse de un plan cuatrienal.
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