Dos años de crisis en la cafetería de la Moncloa a los que Presidencia quiere poner fin. Un largo litigio sostenido en un conflicto laboral impidió que el Complejo dispusiera de estos servicios con la normalidad que se requería: el Ministerio ha encadenado varios contratos de forma temporal para suplir las carencias que padecía con motivo del proceso judicial. Pero ahora, después de que el Tribunal Supremo dictara sentencia a favor de la cartera que ahora dirige Félix Bolaños, se pretende encontrar la normalidad que ha faltado durante tiempo. Y lo hacen con una licitación de urgencia en busca de una empresa de catering a la que se le exige una batería de condiciones para evitar que surjan nuevos problemas.
El objeto del contrato redactado por la Subsecretaría del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática se centra en "los servicios de restauración, de limpieza de los espacios destinados a dicha finalidad y de máquinas de venta automática en el Complejo de La Moncloa". Las empresas interesadas tienen de plazo hasta el 20 de diciembre para presentar sus ofertas, teniendo en cuenta que el presupuesto disponible es cercano a 1,7 millones de euros, impuestos incluidos, y que el plazo de ejecución será durante dos años.
Los pliegos, a los que ha tenido acceso Vozpópuli, recogen algunas de las exigencias establecidas, como los tipos de menú que deberá ofrecer el restaurante "en atención a las pautas dadas por el Servicio Médico del Departamento". Los primeros platos -se brindarán al menos tres opciones- variarán entre ensaladas y verduras (el 50% de las veces), pastas (10%), legumbres (20%), arroz (10%) y otros (10%). Los segundos -servirán al menos dos opciones-, entre carnes (20%), pescados (35%), aves (20%), huevos (15%) y otros (10%). Los postres -tendrá que haber cuatro opciones- serán frutas (65%), lácteos (25%) y dulces (10%). Y tres tipos de pan: blanco, integral y sin gluten. Como añadido, la empresa tendrá que ofrecer al menos una opción de primer plato y una de segundo plato como menú dietético.
También se establecen los requisitos de la cafetería, que "se servirá en barra o en línea de autoservicio para su traslado a mesa por los propios usuarios". En este ámbito desglosa tres tipos de desayunos: el primero, que incluye un café, infusión o cacao con bollería, tostada o churros; el segundo, que será idéntico pero con zumo de naranja natural o pieza de fruta; y el tercero, con pincho de tortilla o pulga variada. La cafetería deberá servir, además, seis tipos de platos combinados, bocadillos, raciones y pinchos. Y una advertencia: "Está prohibida la venta y/o consumo de licores y bebidas alcohólicas, excepto de vino y cerveza".
Por último, la licitación contempla la instalación de máquinas de vending en el Complejo, en las que se dispondrá de bebidas frías, bebidas calientes y servicio de alimentos sólidos fríos: "Al menos el 20% de los alimentos sólidos serán de gama saludable, dietéticos, ensaladas, productos naturales variados, debidamente etiquetados y señalizados para su fácil visualización y diferenciación".
Todos estos servicios deberán ser ofrecidos por una plantilla de 35 empleados, a quienes se les pide "la máxima pulcritud", una uniformidad adecuada, un "trato correcto con el público" y, por supuesto, que cumplan con "las normas de acceso y medidas de seguridad establecidas en el Complejo de la Moncloa".
El litigio
La adjudicación del contrato se ha declarado de urgencia. La justificación del Ministerio de Presidencia es el largo periodo en el que se ha dejado de prestar este servicio en el Complejo, y enumera una serie de hitos cronológicos que han impedido que la cafetería funcionase en Moncloa. El punto de partida se ubica en el 11 de diciembre de 2019, cuando se resolvió el contrato con Dulcinea Nutrición "por incumplimiento del contratista, al no hallarse al corriente en el cumplimiento de las obligaciones tributarias o de Seguridad Social impuestas por las disposiciones vigentes".
Dos semanas después, el 26 de diciembre, los trabajadores del servicio de catering presentaron una demanda de despido colectivo contra el Ministerio de Presidencia ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que dictó sentencia el 23 de julio de 2020 declarando nulo el despido colectivo y obligando a contratar de nuevo a los empleados. El departamento ministerial presentó recurso ante el Tribunal Supremo y la sala absolvió a Presidencia el 27 de junio de 2021. Todos los trabajadores dejaron de prestar servicios en el Ministerio.
La Subsecretaría de Presidencia indica la necesidad que tiene Moncloa de disponer de estos servicios de forma interna, tanto para el personal que trabaja en el Complejo como para los visitantes, y asevera que su "ubicación relativamente alejada del centro de la ciudad [...] dificulta y retrasa enormemente el acceso a servicios de restauración exteriores". Por eso activa los mecanismos relacionados con la licitación de urgencia para resolver el problema de las cafeterías a la mayor brevedad posible.
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