El diseño y desarrollo del patrullero de altura que los astilleros de Navantia destinarán a Marruecos avanzan a pleno rendimiento. Se trata del buque Avante 1800, de última generación y con los sistemas más sofisticados, que se incorporará a la Marina Real del reino alauí gracias a la concesión de un crédito que el Banco Santander otorgará a Rabat por valor de 95 millones. El Gobierno, a preguntas de la oposición, ha dado explicaciones sobre el estado en el que se encuentra la fabricación del patrullero, que avanza a buen ritmo a pesar de los contratiempos diplomáticos que ambos países han arrastrado en los últimos tiempos.
El desarrollo del buque Avante 1800 para la Marina Real marroquí se anunció en enero de 2021, pero a partir de entonces se sucedieron los acontecimientos que detonaron las relaciones diplomáticas entre Madrid y Rabat: el ingreso hospitalario en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y la posterior irrupción de miles de personas en Ceuta por vías irregulares bajo la connivencia de las autoridades del reino alauí, amén de la posterior retirada de la embajadora marroquí en Madrid. En ese escenario de incertidumbre, cabría pensar que la venta de un patrullero de altura al país vecino podría sufrir algún contratiempo.
Pero tras la restitución de las relaciones bilaterales -habida cuenta del reconocimiento del Gobierno de Pedro Sánchez a los planes de soberanía de Marruecos sobre el Sáhara-, Marruecos dio un paso significativo el pasado mes de octubre para la adquisición del buque desarrollado por Navantia: como contó Vozpópuli, Rabat consiguió un crédito del Banco Santander por valor de 90 millones de euros con el que sufragará parte de la compra del patrullero de altura. Hasta la fecha no se conoce el precio definitivo del acuerdo, aunque medios marroquíes especulan con una cifra que oscila entre 130 y 150 millones de euros.
Tras los últimos movimientos en torno a la operación, el grupo parlamentario Vox registró una pregunta en el Congreso de los Diputados en la que requería información sobre el proyecto: "¿En qué estado se encuentra la ejecución del mencionado contrato de fabricación para la Marina Real de Marruecos del patrullero de altura?".
"Es un contrato en vigor"
Al tratarse de una empresa de titularidad estatal, el Gobierno ha dado respuesta sobre los movimientos de Navantia en el desarrollo del Avante 1800: "El contrato para la adquisición por parte de la Marina Real de Marruecos de un patrullero de altura a Navantia S.A., S.M.E. es un contrato en vigor". Y añade: "Atendiendo a sus obligaciones contractuales, Navantia está en pleno desarrollo de la ingeniería funcional del diseño y ha iniciado el proceso de adquisición de los equipos principales del buque".
La venta del patrullero de altura a Marruecos supone un hito para España, toda vez que el último acuerdo bilateral para incorporar buques militares a la Marina Real marroquí tuvo lugar hace cuatro décadas, en 1982. En esa fecha, España entregó una serie de patrulleros y una corbeta a Rabat. Desde entonces no ha habido ningún acuerdo en el sector entre ambas partes.
De acuerdo al dossier informativo de Navantia, el Avante 1800 cuenta con una longitud de 89 metros y 13,3 de eslora, con una dotación media de 46 personas. El diseño original contempla la incorporación de un cañón de 76 milímetros y un sistema de lanzamiento de misiles, además de modernos sensores y radares, contramedidas electrónicas y un puente para albergar un helicóptero. Los astilleros españoles detallaron que su fabricación supondría "un millón de horas de trabajo para los astilleros de la bahía de Cádiz" y "cerca de 250 empleos durante los próximos tres años y medio".
Mercado nacional e internacional
La expansión en el mercado internacional es una de las claves principales en torno a las que orbita la actividad de Navantia a corto y medio plazo. En fechas recientes se ha entregado la segunda corbeta de una serie de cinco a Arabia Saudí, mientras que la filial en Reino Unido -Navantia UK- accedió a un megacontrato por valor de 1.800 millones de euros para la construcción de tres buques de apoyo naval a la Armada británica; eso sí, de la mano de las empresas BMT y Harland & Wolff.
Navantia compagina esas labores con el desarrollo de otros proyectos que resultan vitales para la Armada española: las fragatas F-110, llamadas a sustituir a las actuales F-100, cuya construcción del primer buque comenzó en 2022; y los submarinos de la clase S-80, cuya primera unidad debería incorporarse de forma definitiva a la Armada en los próximos meses.
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