Pedro Sánchez sigue gobernando al son que marca la batuta independentista. También en el ámbito internacional. El Gobierno ha dado cuentas a Junts en una respuesta parlamentaria en la que el partido separatista le pedía que informase sobre los avances alcanzados en las gestiones para que el catalán sea lengua oficial en la Unión Europea. El Ejecutivo ha respondido que siguen trabajando en esta línea, pactada el pasado 27 de julio en la Mesa de Diálogo que mantiene Sánchez con la Generalitat.
"Se señala que las gestiones que está realizando el Gobierno español en estos momentos van en línea con el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña el pasado 27 de julio en la Mesa de Diálogo para mejorar el impulso y la protección de la lengua catalana", reza la respuesta escrita a la que ha tenido acceso Vozpópuli.
El Gobierno está dedicando esfuerzos en su política internacional para conseguir que el catalán figure como lengua oficial en la UE, una concesión que se suma a la supresión del delito de sedición y a la modificación del delito de malversación en los términos que dicta Esquerra Republicana (ERC).
¿Puede el catalán ser lengua oficial en la UE?
Las lenguas oficiales y de trabajo de la Unión Europea vienen recogidas en el artículo 55.1 del Tratado (TUE) y en el artículo 1 del Reglamento 1/1958 sobre régimen lingüístico. Son 24: el alemán, el búlgaro, el castellano, el checo, el danés, el eslovaco, el esloveno, el estonio, el finés, el francés, el griego, el húngaro, el inglés, el irlandés, el italiano, el letón, el lituano, el maltés, el neerlandés, el polaco, el portugués, el rumano y el sueco.
Como se puede comprobar, figuran las lenguas oficiales de cada país, no las cooficiales. El Ejecutivo justifica la dificultad del proceso en su respuesta a Junts subrayando las diferencias entre el catalán y, por ejemplo, el gaélico. Este último es lengua oficial en Irlanda junto al inglés, y así consta en el momento en que este país se adhirió a la UE. Aun así, el Gobierno de Sánchez mantiene sus esfuerzos para llevar el catalán a esta nueva categoría. Este periódico ha tratado de recabar la versión de los hechos desde Presidencia del Gobierno pero han preferido no hacer declaraciones.
Secesión y malversación
Para los separatistas es 'Black Friday' en Moncloa. El Gobierno está de oferta y todo lo que le reclaman sus socios separatistas es concedido. Primero llegaron los indultos a los líderes independentistas, aquello que el presidente del Gobierno siempre negó que haría. Después, una ristra de compromisos firmados en la Mesa de Diálogo con el presidente del Govern, Pere Aragonès, el pasado 27 de julio.
Paso a paso, Pedro Sánchez ha ido cumpliendo todo lo que prometió a ERC y Junts. Primero, aquello de "desjudicializar la vida política", que traducido al castellano va a suponer la eliminación del delito de sedición de nuestro cuerpo legal. El argumento esgrimido en este caso fue la necesidad de equipararnos a los países europeos. Una equiparación, en cambio, que no se busca en la utilización discrecional de los indultos por parte del Gobierno, una práctica nada extendida en la UE.
La "desjudicialización de la vida política" sigue su curso con la modificación del delito de malversación en los términos dictados por ERC. La reforma de la malversación que busca ERC propone incluir un nuevo artículo, el 432 bis, para reducir tanto las penas de cárcel como las de inhabilitación a todos aquellos cargos públicos condenados por malversar fondos que no incurrieron en enriquecimiento personal; supuesto que se da en el caso de los líderes del procés.
Una propuesta que el Gobierno defiende, pero que ha generado movimientos convulsos en el seno del PSOE. A Sánchez, sin embargo, poco le preocupa que sus concesiones revuelvan en sus asientos a presidentes autonómicos de su partido como el castellano-manchego Emiliano García-Page o el aragonés Javier Lambán. El presidente sigue empeñado en contentar a sus socios y al electorado catalán del PSOE, que se mantiene fuerte.
Desaparición del español en las aulas
El segundo compromiso del Ejecutivo en aquella Mesa de Diálogo pasaba por "mejorar el impulso y la protección de la lengua catalana", que ha devenido en la desaparición del español de la escuela pública catalana. El pacto firmado por Moncloa con la Generalitat hace desaparecer al castellano como lengua vehicular a las aulas, y su uso se limitará a la asignatura de Lengua.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación