España

Moncloa presiona al PP y no descarta retomar la rebaja de las mayorías para renovar el CGJP

El Ejecutivo repite el mantra de que cumplirá la Constitución ante el bloqueo al que está sumido el Poder Judicial y sostiene que le toca a Génova mover ficha tras romper la negociación por reforma de sedición

La resaca de la ruptura de las negociaciones entre el Gobierno y el PP para renovar el CGPJ se ha intensificado este lunes. El Ejecutivo presiona al PP y no descarta retomar el proyecto de reforma de ley orgánica para rebajar las mayorías necesarias para renovar el Poder Judicial, como pide Unidas Podemos. El Gobierno repite el mantra de que cumplirá la Constitución ante la situación de bloqueo. Y bombardea al jefe del PP, Alberto Núñez Feijóo, al que se cita como "este señor", porque no se atreve a tildarle de líder de la oposición.

Cabe recordar que Unidas Podemos, el socio del PSOE en Moncloa busca, que los socialistas cedan para que los 12 vocales se elijan en el Congreso por mayoría absoluta en lugar de por tres quintos del Congreso para impulsar la renovación con los socios independentistas de EH Bildu y ERC sin necesidad de contar con el PP. El problema es que esa opción ya desató las alarmas en Bruselas y en el mundo judicial. El Gobierno pidió el año pasado a los partidos que lo conforman que retiraran el proyecto de la Cámara Baja tras el tirón de orejas de Europa.

El Ejecutivo, ante la grave situación de crisis en la que se encuentra el Poder Judicial, no descarta ninguna opción. "Vivimos una situación anómala y antidemocrática. El Gobierno se mantiene: el cumplimiento de la Constitución no admite chantajes. Hace siete meses, en el PP nos dijeron que venía alguien nuevo a liderar. Pero hemos visto que no lidera nada, que ha venido a obedecer a los más ultras del país. Quien se niega a cumplir la Constitución no tiene legitimidad para pedir su cumplimiento. Para insultar e incumplir ya teníamos a [Pablo] Casado", ha espetado la portavoz, Isabel Rodríguez.

El compromiso de Sánchez con la sedición

En Moncloa esperan que sea el PP el que mueva ficha ahora. Además, niegan que haya un compromiso, tanto por palabra como por escrito, del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, de que no se tocaría el delito de sedición. Según el relato de los populares, Bolaños dijo que tal reforma del Código Penal "no era noticia". Pese a todo, el Gobierno recalca que no piensa entrar en esa "provocación". Ni seguir inflando una "excusa", la de la reforma de la sedición, que no tiene novedad alguna, ha zanjado la portavoz: "El Gobierno tiene su compromiso, expresado durante la investidura. Y no hay más novedad". Eso sí, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya se mojó recordando que la homologación de las penas del delito a estándares europeos era un compromiso personal suyo.

El núcleo duro del presidente está convencido de que los votantes del PP no aplauden la decisión Feijóo. En Moncloa no se creen las encuestas publicadas en medios de comunicación que reflejaban que el 80% de los votantes populares rechaza los pactos con Sánchez. El argumento que esgrime el Gobierno es que el PP es un partido conservador de orden, y por tanto, no ven con buenos ojos que Génova esté rompiendo el orden institucional.

La rueda de prensa posterior al Consejo de Minsitros de este lunes ha servido para que el Ejecutivo repita hasta la saciedad el mantra de que el líder del PP es rehén de la derecha más reaccionaria. Una vez más, Moncloa intenta derribar la imagen de pactista de Estado de Feijóo mientras en la Judicatura no salen de la "perplejidad" por la situación de bloqueo. El Poder Judicial retomará las negociaciones para renovar el Tribunal Constitucional -congeladas tras el acercamiento del PP y el PSOE- y mantendrá las suplencias en la cúpula, donde ya hay cerca de 70 vacantes.

Vuelta a la casilla de salida

Tal y como informó este medio, el deshielo entre PP y PSOE tras la dimisión de Carlos Lesmes propició que la renovación del tribunal de garantías se dejara de lado, a la espera de que fuera el nuevo Consejo en el que nombrase a sus dos candidatos. Pero ahora todo vuelve a la casilla de salida.

En verdad, Sánchez hubiera salido ganando con pacto o sin él. Con él, porque habría conseguido llevar al PP a su terreno y erigirse en hombre pactista de Estado, la gran pelea que mantenía con el líder del PP. Y, sin él, porque puede continuar su campaña de acoso y derribo al líder de la oposición. El plan cocinado por el núcleo más cercano al presidente es mostrar a Feijóo como un político incapaz de cumplir con su promesa fundacional: alcanzar pactos y hacer política para adultos.

El líder del PP es consciente de la traición a su intención primigenia y, por eso, este viernes, dijo: "Los ciudadanos añoran acuerdos y pactos de Estado. Yo también, créanme. Estoy seguro de que llegarán con este PP y con otro PSOE". En Ferraz, no obstante, creen que ganarán el relato sobre quién es el culpable de la renovación del Poder Judicial: "Básicamente, es la tozudez de cuatro años del PP en no cumplir la Constitución. Nosotros solo tenemos el mensaje de la legalidad, y el que se la salta para fines que no confiesa tiene que explicárselo a la gente", zanjan.

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