Moncloa vivió este martes un cisma sin precedentes. La ministra de Defensa, Margarita Robles, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, entraron en el cuerpo a cuerpo a cuenta del presupuesto de Defensa. La pelea, por novedosa, rompe las formas 'amables' de la titular de Trabajo y le acerca a los modos del exlíder de Unidas Podemos Pablo Iglesias, quien siempre se enfrentó a "la ministra de derechas", como la llaman los morados.
El problema es que el envite de Robles mencionando Ferrol, donde reside Yolanda Díaz, no solo ha molestado a la propia vicepresidenta, a la que ha enfadado mucho, sino también a una parte de Moncloa, la socialista, que busca tender puentes con sus socios. Es más, según ha sabido este diario, en el núcleo duro de Sánchez se culpa a la titular de Defensa de no 'cuidar' a la vicepresidenta y saltarse la 'instrucción' de Sánchez de no atacar a Yolanda Díaz y evitar el choque directo entre socios.
El presidente quiere que la coalición deje de pelearse en público porque cree que eso decepciona a los votantes de izquierdas y les aleja de las urnas. "Nuestro mayor problema es la desmovilización", zanjan fuentes gubernamentales socialistas. Quizá por ello, el PSOE restó importancia a la convocatoria de la reunión de la comisión de seguimiento del pacto de gobierno que pidió Unidas Podemos. Aunque eso sí, el lado socialista puso este martes negro sobre blanco, a través de la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que "la coalición no es un fin en sí mismo". Todo un aviso.
Nuestro mayor problema es la desmovilización
Moncloa, que aún no ha puesto fecha para ese encuentro entre socios, no quiere contribuir al "ruido" y se limita a repetir que lo acordado en el Consejo de Ministros sobre Defensa obedece a un compromiso de España con la OTAN, una organización a la que España está atada por un tratado internacional. Además, Moncloa repite hasta la saciedad que las dos partidas, que suponen 999,7 millones para sufragar gasto ordinario y armas para las tropas en el extranjero, se corresponden con "un presupuesto destinado a garantizar la seguridad de todos". "Estamos ante una guerra a las puertas de Europa", lanzó la portavoz.
En el entorno de Sánchez están obsesionados con tratar bien mediáticamente a "lo que represente Yolanda Díaz", como dijo el propio presidente, porque saben que sin una vicepresidenta fuerte electoralmente, las opciones de que el PSOE repita en Moncloa más allá de 2023 son prácticamente nulas, como reflejan hoy por hoy la mayoría de los sondeos de opinión que sitúan al PP de Alberto Núñez Feijóo por encima de los socialistas en votos y escaños. Díaz, además, arrancará este viernes su proceso de escucha para construir una plataforma electoral. Y su choque con Robles la sitúa en la cara dura de su espacio pese a que se esfuerza por romper con las formas de Iglesias.
Casi nadie duda en el Consejo de Ministros de que Robles "va por libre". La titular de Defensa es la protagonista habitual de los duros enfrentamientos entre PSOE y Unidas Podemos en Moncloa. La animadversión de los morados hacia la titular de Defensa es recíproca. Es más, buscan su caída para satisfacer a los políticos de partidos independentistas espiados con el sistema Pegasus. Aunque nada parece indicar que Sánchez esté dispuesto a entregar la cabeza de Robles tras el éxito de la cumbre de la OTAN en Madrid.
Robles, un verso suelto
Robles, que no es militante socialista, ha sido en muchas ocasiones un verso suelto dentro del Consejo de Ministros. No ha dudado en arremeter contra Podemos, y en especial contra Pablo Iglesias, cada vez que el partido morado se ha desmarcado de la línea política marcada por el presidente.
Sin ir más lejos, la ministra de Defensa, tal y como publicó este diario, se opuso a la entrada de Iglesias a la comisión delegada del CNI. Pero Moncloa zanjó aquel contencioso en beneficio del exlíder del partido morado. El choque más intenso entre Robles y Podemos se produjo a finales del 2020 precisamente a cuenta del Sáhara y Marruecos. La ministra Ione Belarra, entonces secretaria de Estado, acusó a Robles de hacer “daño” al Gobierno y de ser la ministra favorita de los “poderes que quiere que gobierne el PP y Vox”.
"Robles nunca nos ha tenido consideración, ni nos ha dedicado buenas palabras. Por ejemplo, durante la pandemia no tuvo una buena palabra con nosotros cuando arreciaron las críticas por la gestión de las residencias", detalla una importante fuente morada que pone rostro a la decepción de su partido con los gestos de la ministra de Defensa. Pero esta misma fuente, además, lamenta la concepción socialista de 'cuidar' a Yolanda Díaz. En Unidas Podemos no perdonan al PSOE la forma en que, según denuncian, llevaron el incremento del gasto en Defensa, "por la puerta de atrás". La propia Díaz dijo que no son formas. Unidas Podemos quiere dejar claro que el PSOE debe respetarles. La coalición, eso sí, no corre peligro. Las fuentes consultadas zanjan que el ’lío’ se solucionará con un encuentro al más alto nivel.
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