La cita de Yolanda Díaz y Carles Puigdemont ha reventado la estrategia de Pedro Sánchez con el ex presidente catalán. No tanto por el contenido del encuentro; el acuerdo de investidura lo pilota Moncloa y el PSOE; sino por la imagen que se ha trasladado de un miembro del Gobierno de España con un prófugo de la Justicia en Bruselas y porque es la primera vez desde las elecciones del 23-J que la vicepresidenta segunda exhibe perfil propio en las negociaciones de investidura al margen de las directrices de Sánchez.
En ese sentido, fuentes del Gobierno aseguran a Vozpópuli que la imagen de Díaz y Puigdemont son "fuegos artificiales" que se apagarán en 24 horas. Y que no hay contenido político relevante en la reunión de tres horas mantenida entre ambos.
"Díaz ha convertido a Puigdemont en interlocutor del Gobierno. Por más que el PSOE quiera decir que ha acudido como líder de Sumar. Eso no se lo cree nadie", dicen estas fuentes. "Todo lo que se acuerde con Puigdemont lo decidirá Moncloa. Y Moncloa es el PSOE y Pedro Sánchez" afirman.
Yolanda Díaz, con Puigdemont
El encuentro celebrado en el Parlamento europeo ha sacudido el arranque político de septiembre. El desayuno de Sánchez en el Ateneo de Madrid este lunes ha quedado sepultado bajo la montaña de sonrisas y complicidades de Yolanda Díaz y Puigdemont. Esa imagen, según estas fuentes, es lo que buscaba la vicepresidenta, que lleva meses fuera de primera plana mientras el PSOE monopoliza pactos a izquierda y derecha con el independentismo vasco y catalán.
"Sumar está completamente desaparecido desde el 23-J", explican. "Yolanda Díaz había seguido el guion del PSOE. Hasta ahora. Ha hecho algo inesperado y calculado".
Moncloa no ha podido disimular su malestar con su socio de coalición. Y ha tratado de echar balones fuera asegurando que la visita a Bruselas era en calidad de líder de Sumar y que Sánchez se enteró el día anterior por la noche.
Díaz se ha entrevistado con Puigdemont un día antes de que el ex presidente catalán haga públicas sus demandas para apoyar una investidura de Sánchez. Y lo ha hecho, además, de la mano del diputado catalán de En Comú, Jaume Asens, defensor a ultranza del referéndum y la amnistía para los condenados por el procés del 2017.
"Son las tesis que siempre había defendido Pablo Iglesias -referéndum, Estado plurinacional- pero que desde que llegó Yolanda se habían aparcado un poco", reconocen desde el entorno de Podemos. "El paso que ha dado es valiente".
"Los acuerdos con Puigdemont son del PSOE"
Otras voces críticas, sin embargo, consideran que hay "más fuegos artificiales que otra cosa". Y que Díaz solo buscaba la foto para sacar un poco la cabeza en las portadas de los diarios y marcar la agenda al menos 48 horas. En ese sentido, sostienen que la ministra de Trabajo es una político calculadora. Y que daba por hecho que el impacto de esta foto en su imagen era mínimo tal y como avanza la investidura.
Sin embargo, creen que la vicepresidenta sí ha enseñado los dientes a Sánchez por primera vez en varios meses. Y ha demostrado que tiene agenda propia. El PSOE está aprovechando la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para cerrar los acuerdos con PNV, EH Bildu, Junts pero Catalunya y ERC. Y ha dejado el pacto de coalición con Sumar para el final.
Otro de los mensajes que Díaz ha trasladado con este paso es hacia ERC. La elección de Puigdemont como primer interlocutor ahonda en la brecha que separa a la vicepresidenta de la formación republicana desde el final de la legislatura pasada. El choque entre Díaz y ERC por la reforma laboral o el ninguneo a Irene Montero en las listas del 23-J ha enrarecido una relación política que con Podemos e Iglesias era preferente.
"Díaz ya marcó distancias con Iglesias en el entendimiento con ERC", señalan. "Este encuentro deja claro que para Sumar hay más de interlocutor en el separatismo catalán y que Puigdemont puede jugar ese rol".
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