Mónica Oltra se enroca y no piensa dimitir pese a su imputación por haber encubierto, supuestamente, un abuso sexual a una menor tutelada perpetrado por su exmarido. La vicepresidenta valenciana sostiene que no hay prueba directa que la vincule con el caso y apunta a una operación en su contra: "Es una cacería de la extrema derecha". Oltra ha asegurado que no ha hablado con el presidente, el socialista Ximo Puig.
Oltra, uno de los 'referentes' de los que se ha rodeado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se ha defendido en una rueda prensa: "Soy coherente. Es una postura, ética, estética y política". La segunda del Gobierno de la Comunidad Valenciana, de Compromís, explica que su postura es un ejercicio en "defensa de la democracia frente al fascismo", en referencia al líder de España 2000, José Luis Roberto, que es una de las acusaciones contra Oltra.
"La presión se aguanta porque si no se dedica uno a otras cosas. A mi me presiona más sacar adelante los decretos que mejoren las listas de espera", ha zanjado. La vicepresidenta valenciana ha decidido comparecer arropada por otros dos altos cargos de la Generalitat, y de su propio partido (Enric Nomdedéu y Rubén Trenzano), que también fueron imputados por sendas denuncias presentadas por el Partido Popular y que terminaron resultando absueltos.
"No tenemos costumbre de hablar de cuestiones partidistas"
Oltra ha evitado responder a los efectos que su imputación puede provocar en el proceso de escucha que arrancará el próximo 8 de julio la líder morada en Moncloa, Yolanda Díaz: "No tenemos costumbre de hablar de cuestiones partidistas [en la rueda de prensa del Consell]", ha remachado Oltra, que ha asegurado que lo que más se encuentra en estos momentos es gente que le da ánimos.
La sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) imputó este jueves a Mónica Oltra por el presunto encubrimiento de abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada entre los años 2016 y 2017. El educador fue condenado a cinco años de prisión en una resolución ratificada por el TSJCV. La vicepresidenta de la región declarará el próximo 6 de julio.
Tras la condena, la menor denunció la situación en la que se había encontrado durante la tramitación de la causa y desde el juzgado se abrió una nueva investigación judicial contra seis funcionarios, la directora y una psicóloga del centro de acogida de menores donde ocurrieron los hechos.
Una cascada de reacciones
La imputación de Oltra desató este jueves una lluvia de reacciones desde distintos partidos políticos. Uno de los primeros en disparar fue el presidente del PP valenciano, Carlos Mazón, quien acusó al president de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, de ser el "máximo responsable" de que Oltra siga al frente de las políticas de menores tras esta decisión judicial. "Salvo que haya razones que no alcanzamos a entender entre Puig y Oltra, no entendemos por qué no asume su responsabilidad", dijo.
La presidenta nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, también fue otra de las primeras en reaccionar y dijo que la situación de Oltra es "absolutamente insostenible". Y pidió que fuera cesada o que dimitiera. De los pocos que respaldaron a Oltra fue el diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, quien trasladó "todo su apoyo" a su compañera de partido y proclamó que la "verdad se acabará imponiendo. La portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Aina Vidal, también puso la mano en el fuego por Oltra y criticó el "repulsivo ataque" que está recibiendo "por ser quien es".
Un obús para Yolanda Díaz
El entorno de Díaz sostiene que no entra a valorar procesos judiciales en marcha. Lo cierto es que la imputación de Oltra es un obús directo al equipo electoral de Yolanda Díaz, quien arropó a la líder valenciana hace menos de un mes. Díaz intenta hilar fino, porque cuando vinculó a Oltra con su proyecto provocó un terremoto en las tranquilas aguas mediterráneas de Compromís, una coalición dividida ante la integración en la amalgama que cocina la 'dama roja'. Díaz quiso regalarle el oído a los reticentes en Valencia.
No obstante, fuentes de Compromís citadas por El Mundo señalan que en la coalición valenciana comienzan a aflorar dudas acerca de la idoneidad de concurrir a un proceso electoral con una candidata imputada. Cabe recordar que un sector de la coalición de Compromís ve con recelo los pasos de Oltra para converger con la vicepresidenta segunda, que tiene en los valencianos uno de sus “grandes retos”.
Los tres partidos que la integran están cerca de una ruptura de cara a las elecciones generales de 2023. Més Compromís —el antiguo Bloc Nacionalista Valencià— no ve con buenos ojos diluirse con Díaz por las implicaciones de compartir cartel con Podemos, un partido que les genera desconfianza y con el que no se entienden del todo por cuestiones ideológicas.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación