Irene Montero ha intervenido por primera vez en un acto de Podemos después de saberse que el Gobierno comenzaba a plantearse modificar la ley del 'solo sí es sí'. El acto, celebrado en Lanzarote y que ha arrancado con una hora de retraso, ha servido para que la ministra de Igualdad dispare contra todos los organismos que se han mostrado en contra de la norma, señalando en varias ocasiones "a la derecha mediática, política y judicial".
Ha vuelto a acusar a "una minoría" de jueces de decidir "bajar penas y no aplicar de forma correcta" la ley del 'solo sí es sí' para después señalar que necesitan "mucha pedagogía" para aceptar que España está "por delante de sus intereses, de sus opiniones y de su voluntad a la hora de aplicar la ley".
Montero ha vuelto a recurrir al año 2004, momento en el que se aprobó la ley contra la violencia de género y en el que muchos jueces, según ella, actuaron de esta misma manera. "Hubo casi 200 cuestiones de anticonstitucionalidad planteadas en España", lo que hizo que los tribunales, según ha relatado en el mitin, "paralizaban estos procesos diciendo 'esta mujeres está denunciando con una ley que yo no sé si es constitucional'". Denuncia que "hasta que el TC resolvió, pasaron años en los que cientos de víctimas se vieron sin la respuesta adecuada del Estado"
Después, ha vuelto a poner a la justicia en el centro de la diana: "Los sobreseimientos aumentaron un 158% ¿sabéis que quiere decir? Que había mujeres que con la ley en vigor iban a denunciar y los jueces archivaban los casos porque no veían indicios suficientes para investigarlo y juzgarlo".
Ha defendido que desde Igualdad han hecho "todo lo necesario para la correcta aplicación de la ley" y que pese a ello, "seguimos viendo bajadas de pena". De hecho, ha vuelto a culpar a los jueces de que haya sido necesario proteger a las víctimas con pulseras, así como a aquellas mujeres que "pudiesen sentirse inseguras ante este tipo de decisiones judiciales".
"Están siendo muchas las presiones de estos sectores reaccionarios para que esta situación se salde con acabar con el consentimiento como centro del Código Penal", señala Montero, que denuncia que "el resultado de esta alarma generada" es "producto de las decisiones judiciales que deciden rebajar las penas".
Denuncia que el Gobierno vive una "indecente ofensiva" de las ya mencionadas derechas "mediática, judicial y política" mientras "todos los organismos internacionales" les felicitan por la norma.
La política morada también ha disparado contra el Partido Popular, que ha ofrecido sus votos al PSOE para reformar la ley, de querer "retroceder" y eliminar una ley que califica como "el mayor avance del movimiento feminista en términos institucionales y de política pública de los últimos veinte años".
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