Los cambios en el Ejecutivo están afectando al diálogo directo entre el entorno de Pedro Sánchez y el núcleo duro de Irene Montero. Tras la salida de Iglesias, su exjefe de gabinete Juanma Del Olmo está cada vez más apartado, según revelan fuentes gubernamentales. Gana fuerza, en cambio, el jefe de gabinete de Yolanda Díaz, Josep Vendrell, quien será a todos los efectos el que deberá tender puentes con Óscar López, sustituto de Iván Redondo. En Podemos también lamentan la salida de José Luis Ábalos con quien, a pesar del pulso sobre la Ley de Vivienda, mantenían una buena relación tras reconocerle su trabajo en el arranque de la coalición.
Durante la primera etapa de la legislatura, los miembros de Podemos gozaban de un nexo directo con la Moncloa a través de Redondo. El asesor vasco conoció a Pablo Iglesias y Del Olmo mucho antes del gobierno de coalición, y entre ellos siempre existió cierta afinidad. "Hablan el mismo lenguaje", subrayaban en el partido morado para explicar la conexión entre el entorno de Galapagar y la Moncloa.
Ahora, sin embargo, la salida de Redondo obliga a tejer nuevas alianzas al margen de Sánchez, con quien Podemos tiene una relación ambigua. Fuentes de Podemos sostienen que después de la crisis de Gobierno se ha reforzado el equipo de Díaz en esa relación con la Moncloa. Y sostienen que para el entorno de Montero ese hecho puede ser un "problema".
Dos personas, un cargo
Como adelantó este diario, Díaz se rodeó de un equipo de colaboradores que provenía de los Comunes (marca catalana de Podemos controlada por Ada Colau) y personas que habían estado muy vinculadas a Errejón. En un primer momento, los morados lograron dividir las tareas entre Del Olmo y Vendrell, pero a partir de esta semana, según afirman en el Gobierno de Sánchez, se ha reforzado la figura del catalán.
Algunas fuentes de Podemos confirman esta tesis y sostienen que recientemente ha habido reuniones tensas entre Díaz y Del Olmo. En ex jefe de gabinete de Iglesias reprochó, según estas fuentes, el perfil propio que está tejiendo Díaz con respecto a la cúpula de Podemos, y su silencio con respecto a la próxima candidatura. Internamente algunos aseguran que Del Olmo "ha pasado a otras tareas", centrándose en ayudar a Belarra en las actividades del ministerio de Derechos Sociales.
Vendrell es un experimentado dirigente político que tiene como principal asesor a Joaquín Pérez Rey, actual Secretario de Estado de Empleo y Economía Social. "Se lo trajo Yolanda de Comisiones Obreras", explican en el partido morado.
Defensor de la coalición en Ferraz
Otra caída relevante para los equilibrios internos en el Gobierno es la de Ábalos. El valenciano era hasta hace poco uno de los pesos pesados del Ejecutivo, muy respetado en el entorno de Iglesias. Es por ello que su salida puede generar dificultades para Irene Montero y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra. Entre Ábalos e Iglesias hubo rifirrafes durante la primera parte de la legislatura, pero también existía cordialidad e incluso una defensa mutua de sus papeles. Iglesias sabía que Ábalos respaldaba la coalición con los morados, y siempre consideró su esencial esa defensa desde la sede de Ferraz.
Fuentes gubernamentales señalan, además, el papel de Óscar López en el nuevo equilibrio. López proviene del entorno más cercano de Sánchez. Él, Sánchez y Antonio Hernando formaban parte del grupo de jóvenes que promovió Pepe Blanco, aunque luego se distanciaron en las primarias con Susana Díaz. Los tres, en esa etapa, lideraban la corriente de jóvenes socialistas críticos con Podemos, y el temor entre los morados es que ahora se recupere esa línea política.
En el Gobierno, de hecho, fuentes socialistas apuntan a que las nuevas ministras nombradas por el presidente provienen del entorno municipal, acostumbrado a la lucha contra los morados. Estas fuentes sostienen que los cambios en el Ejecutivo enfrían las relaciones con el equipo de Montero y Belarra, a la vez que Sánchez y los nuevos asesores en la Moncloa tienen la difícil de tarea de decidir si impulsar a Podemos u otra plataforma a su izquierda, que podría liderar la propia Díaz o el partido de Errejón.
Entre los nuevos nombramientos, sin embargo, dirigentes del entorno de Montero subrayan que existe una buena sintonía con la ministra de Justicia, Pilar Llop, y también con Félix Bolaños. Bolaños sustituye a Carmen Calvo, con quien los morados mantuvieron más de un choque. El perfil más dialogante de Bolaños representa una oportunidad para afianzar los proyectos de leyes que quiere impulsar Podemos. "Es un estilo totalmente distinto", confirman fuentes gubernamentales socialistas, aunque reconocen que con él se recupera un estilo más escorado al partido y menos a la táctica y el "cortoplacismo" que abanderaba Redondo.
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