Los Mossos d’Esquadra han remitido un informe al Tribunal Supremo en el que defienden que sus agentes usasen teléfonos móviles al margen de las emisoras del Cuerpo el día del referéndum del 1 de octubre. Aseguran que fue algo “excepcional” y minoritario ya que sólo se repartieron 39 terminales y fue sólo para facilitar las comunicaciones o porque se trata de dotaciones que usan estos dispositivos de forma ordinaria en sus actuaciones.
El juez que investiga el proceso soberanista, Pablo Llarena, pidió estas explicaciones a los Mossos ya que esta forma de proceder levantó las sospechas de los investigadores. Los teléfonos, a diferencia de las emisoras, no dejan rastro de las comunicaciones.
Como viene informando este periódico, son varios los informes tanto de la Policía como de la Guardia Civil elaborados al respecto del papel de los Mossos el 1-O. Acusan directamente a la policía catalana, no sólo de pasividad, sino de facilitar la consulta ilegal o entorpecer la labor de las fuerzas de seguridad incluso con acciones de contravigilancia.
"Recurso secundario"
“Únicamente debía utilizarse (los móviles) como recurso secundario de comunicación para supuestos excepcionales en los que no fuera posible disponer o hacer uso de la emisora”, dice el documento al que ha tenido acceso Vozpópuli y que lleva la firma del nuevo responsable de los Mossos tras la aplicación del artículo 155, Ferrán López.
En ese sentido, el informe destaca que se hizo “un esfuerzo” para intentar dotar a los agentes de emisoras portátiles hasta el punto de que se recopilaron 663 más “que no están habitualmente en servicio para poder facilitarlas a las dotaciones policiales”. Fue “para poder hacer frente al inusual y absolutamente excepcional volumen de movilización de efectivos que el dispositivo policial supuso”.
“De los 39 casos concretos, la distribución de terminales de telefonía móvil fue excepcional y con los únicos fines de complementar los recursos disponibles y facilitar las comunicaciones, así como la logística propia del dispositivo policial o simplemente porque se trataba de dotaciones que de manera ordinaria reciben este tipo de material para su servicio y participación en operativos”, precisa el texto fechado el 20 enero y dirigido al juez Pablo Llarena.
Reparto de los móviles
De este modo, explica que 20 móviles fueron a parar a las regiones policiales metropolitanas Norte y Sur ya que sólo contaban con una emisora por cada dos agentes y se usaron los teléfonos para el caso de “encontrarse en situación de contingencia”. El documento detalla los colegios en los que actuaron estas patrullas y los números de línea de cada uno de los aparatos. Otros cuatro teléfonos fueron a parar a la División de Evaluación de Servicios ya que no suelen actuar en este tipo de funciones operativas, pese día fueron comisionados.
Otros cuatro teléfonos se repartieron Los efectivos del Área de Seguridad del Transporte Metropolitano (ASTMET) porque “realizan las comunicaciones de forma ordinaria y principal mediante teléfono móvil ya que la cobertura en las instalaciones ferroviarias subterráneas es deficiente o nula”.
Por último, 11 teléfonos más se repartieron entre las unidades especializadas de la Comisaría General de Recursos Operativos (TEDAX, Unidad Canina, Unidad de Subsuelo, Brigada Móvil, GEl, etc.) ya que, según los Mossos ya disponen de un contingente de teléfonos móviles que se asignan de manera ordinaria cada vez que participan en un servicio”.
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