Quedaban sólo dos semanas para la celebración del referéndum del 1-O en Cataluña y el consejero de Interior Joaquim Forn presidió su primera reunión del Consejo de los Mossos d’Esquadra. Había tomado posesión en julio y, a diferencia de sus declaraciones en los medios de comunicación, aquel día hizo un alegato en favor de separar al Cuerpo autonómico de la acción política al tiempo que apeló a su debida obediencia a los jueces.
“Una cosa es la legitimidad política, que emana del propio Parlamento de Cataluña, para decidir determinadas líneas de actuación política y en relación a la cual no se debe entrar desde un punto de vista sindical, y otra cosa completamente diferente son las funciones de policía judicial que tiene la policía”, dijo Forn en un encuentro que también contó con la presencia del entonces mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero.
Así consta en el acta de la reunión que tuvo lugar el 14 de septiembre en la sede del Departamento de Interior y a la que ha tenido acceso Vozpópuli. Ha sido traducida y remitida por los Mossos al Tribunal Supremo después de que la solicitase el juez Pablo Llarena, que investiga el proceso soberanista. Forn se encuentra en prisión preventiva desde principios de noviembre acusado de un presunto delito de rebelión. Llarena ha rechazado su puesta en libertad.
Forn accedió al cargo a mediados de julio tras el cese de Jordi Jané, quien dimitió por su rechazo a la vía unilateral hacía la que avanzaba inexorablemente el Gobierno presidido por Carles Puigdemont. Desde su llegada al cargo, Forn adoptó una postura decidida en favor de la consulta hasta el punto de que fueron varias las ocasiones en las que públicamente defendió que los Mossos deberían primar los mandatos del Parlament antes que las resoluciones del Tribunal Constitucional, que prohibió el referéndum.
Las palabras de Forn
Ese perfil contrasta ahora con el contenido de este acta del Consejo de los Mossos, órgano similar al de la Policía y la Guardia Civil en el que la Administración y los responsables del Cuerpo celebran la interlocución con los sindicatos policiales. Forn tomó la palabra para abrir la reunión que duró tres horas y media y que estuvo centrada en reclamaciones sindicales. Tras felicitar a los Mossos por su gestión de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils, se refirió al espinoso asunto del referéndum.
“Respecto a esta cuestión quiere poner de manifiesto que, desde su incorporación a la Consejería, ha tenido que convivir con constantes preguntas sobre cuál será la actuación del Cuerpo; no obstante, desde el principio ha querido separar la acción política de la acción policial”, dice el documento de 30 folios de extensión.
Añadió que pese a “la presión mediática, el Cuerpo ha de ser capaz de abstraerse y hacer su trabajo con la misma profesionalidad con la que lo ha hecho siempre. En este sentido, muestra su absoluta confianza en todos los mandos y en todo el CME, el cual se debe separar del debate político”. Asimismo hizo hincapié en que “las responsabilidades políticas del Departamento de lnterior las asumirá él personalmente y que quedan absolutamente separadas de las funciones que tiene la policía”.
En la sala también estaba presente el actual responsable máximo de los Mossos, Ferrán López, así como otros altos mandos del Cuerpo, incluyendo al exdirector general Pere Soler, recientemente imputado por la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, que le acusa de un presunto delito de sedición al igual que Trapero. Había un total de 24 personas en la sala.
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