El Ayuntamiento de Sevilla aprobó el 25 de julio de 2013 la Ordenanza Contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones. Una ley que generó mucha polémica en su momento porque prohibía jugar al dominó en las terrazas de los bares. El dominó es un juego de mesa muy popular en España en el que se trata de unir el número de uno de los extremos de la ficha, con el mismo número de las fichas que están encima de la mesa y gana el que se queda sin fichas. Parte de la esencia de los bares de nuestro país son los señores mayores, parroquianos del sitio, que se pasan horas y horas apostándose unos duros en juegos de mesa como el mus o el dominó.
Pues en Sevilla, capital de Andalucía, se lleva más de una década sin escuchar el sonido de las fichas en las terrazas. De hecho, dicha ley fue ratificada por el PP en el pleno de la ciudad y que traía una nueva etapa a la capital. Un intento de mantener el silencio como protagonista y erradicar la contaminación acústica.
La realidad es que no ha tenido ningún éxito. Sin ir más lejos, lo más probable es que ni los propios sevillanos sean conscientes de la existencia de esta ley que, además de la prohibición del juego en cuestión, incluía otras normas como: la prohibición de beber o comer de pie junto a los veladores, las aceleraciones innecesarias de vehículos, rodar por el suelo barriles de cerveza o disponer de aparatos de televisión en las terrazas, entre otras.
¿Por qué está prohibido jugar al dominó en las terrazas de Sevilla?
Según lo que se recoge en la Ordenanza Contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones del ayuntamiento de Sevilla, explica que "cualquier tipo de juego o actividad susceptible de generar ruido de impacto, por ejemplo dados, dominó y similares". Excepto los ejemplos que se plantean en el apartado de la ley, existe un vacío legal al no especificar qué tipo de juegos pueden generar ruido. Por ejemplo, juegos de cartas como el mus no generar un ruido excesivo, pero si entra en la ecuación los amarracos, que normalmente son monedas de metal, podrían hacer el mismo ruido que las fichas de dominó.
Dejando de lado lo que se establece a nivel jurídico, dicha ley es una consecuencia del descanso de los vecinos de Sevilla. Todo el que vive en una gran ciudad sabe que tener una casa en pleno centro de la urbe significa ruido las 24 horas del día. Sobre todo a ciertas horas es necesario regular que las personas que están en la calle bajen los decibelios, es decir, que no se pasen toda la noche gritando y respetar el descanso de los vecinos. Regular este tipo de actitudes es complejo y más cuando entra en juego los casos individuales o excepcionales, por lo que, desde el Ayuntamiento de Sevilla, decidieron poner en marcha unas leyes claras y concisas.
De manera indirecta, el dominó se vio afectado y renegado de las terrazas. La pregunta que muchos se hacen es: ¿Se llevará a rajatabla la prohibición de jugar al dominó en los exteriores de los bares? Lo más probable es que ni los propios restauradores tengan en cuenta esta sección de la norma y que si un grupo de personas quieren jugar al dominó, siempre y cuando no molesten con gritos al resto, se les deja y no habrá ningún inconveniente. Eso sí, Sevilla se lleva el premio a tener una de las normas más extravagantes y surrealistas de nuestro país.
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