Fermín Garcés era camionero cuando presenció el primer asesinato de la banda terrorista ETA hace más de 50 años. Circulaba por la localidad guipuzcoana de Villabona cuando vio como los dos asesinos, Iñaki Sarasketa y Txabi Etxebarrieta, disparaban sobre el guardia civil José Antonio Pardines. Con valentía agarró a uno de ellos: ¡Quietos, asesinos quietos de ahí!. Después de ese acto heroico pidió solo una cosa: convertirse en guardia civil. Esta madrugada ha fallecido a los 89 años, según informan a Vozpópuli fuentes de su entorno.
En el 50 aniversario de su heróico acto fue homenajeado por la Guardia Civil. Los asesinos escaparon pero siempre destacó que estaba "vivo de milagro". Fue exactamente el 7 de junio de 1968 en un tramo de la N-I. El guardia civil José Antonio Pardines estaba controlando el paso porque había obras en la zona.
Pardines pidió la documentación a un vehículo sospechoso y Garcés vio como Sarasketa y Etxeberrieta le dispararon hasta en cuatro ocasiones cuando estaba en el suelo. El camionero sacó valor y se enfrentó a los dos terrorista que acabaron huyendo del lugar. Fermín persiguió el coche de los etarras y después entro en unas oficinas para llamar a la Guardia Civil.
El camionero que se enfrentó a ETA
Desde ese momento fue conocido como 'el camionero que se enfrentó a los de ETA'. El director de la Guardia Civil en esa época, Antonio Cores Fernández de Cañete, se reunió con él y le ofreció un camión nuevo y una recompensa. Peró Fermín lo tenía claro. Quería unirse por vocación al cuerpo.
En 1988, en Madrid, esquivó la muerte por segunda vez. Sobrevivió a la colocación de un coche bomba en la sede de la Dirección General de la Guardia Civil donde residía. Al agente al que corrió a dar avisó era Félix de Diego Martínez. ETA lo asesinó en 1979 en Irún cuando ya estaba retirado.
Años después recibió la Cruz del Mérito pero siempre destacaba que su mayor satisfacción fue que su nieta entró en la Guardia Civil. Los restos de Garcés serán trasladado desde Madrid a Navarra en las próximas horas donde recibirá sepultura. Fermín era originario de Valtierra, una pequeña localidad de esta región.